26 fotos e ideas ingeniosas para disimular radiadores vistas en la revista El Mueble

Debes medir el ancho (desde el comienzo de la tubería hasta el final, el alto (desde el suelo hasta el final del radiador) y el fondo (desde la pared hasta la parte más sobresaliente del radiador). También el zócalo de alto y de profundidad y, por último, medir la distancia que hay entre la pared y el comienzo del radiador. 

En este dormitorio, Marta Tobella ha utilizado una mesa de madera, a modo de consola, para tapar el radiador. Y ha colocado unas cestas de fibra delante de él para hacerlo invisible a la vista. 

La interiorista Blanca Ferré, de Khaki Olive Studio, diseñó en este salón una caja en DM para cubrir el radiador, que parece un mueble más. Y lo pintó en un cálido tono arena, color que domina en toda la casa. Así logra que se integre mejor. Y para darle un toque decorativo, dispuso sobre su repisa un par de sugerentes cuadros.

En muchas casas los radiadores están ubicados bajo las ventanas. Si es tu caso, mira cómo puedes ocultarlos. Las interioristas Asun Antó y Clara Infiesta, de Coton et Bois, colocaron un cubrerradiador blanco, a juego con la librería con la que hace esquina. También eligieron este color en la carpintería, los estores y el techo con lo que todo se integra a la perfección.

En salones rústicos donde la madera es la principal protagonista, lo mejor es elegir este mismo material para ocultar el radiador. La interiorista Lara Vallés, de Space Stage, diseñó una pieza con truco en este salón abierto a la cocina: la trasera de madera del sofá tapa el radiador y, al mismo tiempo, separa ambos ambientes. ¡Una idea brillante!

Un simple estante a la altura adecuada puede hacer de práctico rincón de trabajo. Si pones bajo la balda un radiador, este quedará disimulado tanto por ella como por la silla.

Fue lo que ideó en este salón la interiorista Marta Tobella: un improvisado escritorio para aprovechar ese hueco libre, impedir que el radiador quede a la vista y tener las piernas calentitas. 

¿Más ideas para camuflar los radiadores? Nos la brinda Lucía Mariñas que, además, la aplicó en su propio comedor. La interiorista diseñó una gran librería blanca  cuya parte inferior esconde los radiadores, mientras que utilizó la de arriba para colocar libros y objetos decorativos.

¡Mira qué fácil! Solo necesitas un bote de pintura del color que más te guste, especial para radiadores. Si pintas del mismo color la pared donde está el radiador, el efecto es súper decorativo. Para no saturar, pinta solo una parte. 

Es lo que sugiere en esta librería el interiorista Pepe Llaudet. Él ha optado por un azul turquesa que da un toque de frescura al salón y consigue que el radiador se mimetice.

¿Tienes un radiador vertical que ocupa toda una pared? Fíjate lo bien que lo ha camuflado el interiorista Ignacio Dávalos. Ha diseñado un armario blanco y, como el comedor era clásico, lo ha decorado con molduras para integrarlo mejor. ¡Ni rastro de radiador!

Con Pladur® realizas estructuras para todo tipo de utilidades. En este dormitorio luminoso y abuhardillado, la interiorista Celia Crego ha realizado un escritorio de obra a medida con estanterías bajas donde camuflar el radiador. Así lo ha integrado con estilo.

Una idea para darle calidez al dormitorio y camuflar de paso el radiador es pintarlo del mismo color que la pared. En este de la imagen, la interiorista Gabriela Conde ideó un arrimadero que lacó en un original color teja. Color que también utilizó para pintar el radiador e integrarlo en la estancia. ¡Prueba superada!

Aunque normalmente los radiadores se fabrican en un esmaltado blanco roto, debes saber que en el mercado existen opciones de radiadores en diferentes colores. 

Aquí el radiador se camufla con un cubrerradiador blanco como la pared y a medida. Posee una pequeña repisa para dejar objetos encima y unas ranuras sin obstáculos para que el calor salga sin problemas. Si quieres, puedes colgar en una de estas ranuras un humidificador con agua para que el ambiente no se reseque.

En este dormitorio, las interioristas Andrea Feliú y Anna Brotons han ubicado bajo la ventana un mueble a medida, en blanco y madera. Una parte de él sirve de almacenaje extra y otra camufla el radiador. ¡Nos encanta la idea!

Si pintar el radiador del mismo color que las paredes funciona, también lo hará si lo revistes del mismo papel que la habitación. Tal y como han hecho en este coqueto dormitorio juvenil las interioristas Isabel Flores y Nuria Almansa.

¿En el baño también se pueden poner cubre radiadores? Sí. Y valga como ejemplo este de la imagen. Dafne Vijande ha elegido un cubrerradiador blanco para camuflar la calefacción. Con la pared  y la bañera blanca, la integración es total.

Otra excelente idea para tapar el radiador es camuflarlo en un armario. Fue lo que hizo en este baño el interiorista Ignacio Dávalos. Discreto, este radiador se integra tan bien en la pared que pasa inadvertido.

El recibidor suele contar con un radiador, ya que es una zona estratégica de fuga de calor. Intégralo en tu entrada con un mueble a medida tan completo como éste. Incluye un cubrerradiador a modo de consola, que se ha lacado en el mismo gris que el resto del mueble. 

Escoge una consola ligera a la medida de tu radiador y encájala para que cubra todo su perímetro. El calor se propagará eficazmente y el aparato quedará estéticamente más integrado en el conjunto. 

Si buscas una decoración cálida y acogedora, opta por un cubrerradiador en madera natural, del mismo acabado que tus muebles. Este, con una finísima celosía por la que sale el calor, forma parte del interiorismo del salón gracias a su diseño. 

Cuando un cubre radiador hace las funciones de consola se convierte en un mueble más de la estancia. Este, de color blanco con rejilla, se integra perfectamente en el salón y, además, sirve para poner flores o libros. 

En esta cocina el arrimadero blanco tiene mucho peso decorativo. Para no restarle atractivo, la interiorista Asun Antó ocultó el radiador tras una estructura que perpetúa la estética del panel en blanco con molduras. Muy camaleónico. 

Además de estar empotrado en la pared y contar con una tapa con rejillas verticales, el radiador se oculta tras la mesilla. De este modo el sistema de calefacción queda perfectamente camuflado, sin distorsionar la imagen de este dormitorio juvenil. 

Este vestidor cuenta con armarios hechos a medida para aprovechar más y mejor el espacio. La interiorista Pia Capdevila ha cubierto el hueco del radiador con una rejilla de cuadrícula que forma parte del total y propicia una imagen de conjunto del todo satisfactoria. 

Esta solución es quizás la más ligera para un cubrerradiador. Unas sencillas, pero efectivas, lamas horizantales empotradas tapan la parte frontal del aparato. Y por si esto fuera poco, se ha colocado una butaca delante donde leer y relajarse bien calentita. 

Este radiador de estética vintage se ha instalado dentro de una hornacina practicada en la pared del baño. Además, el aparato se ha pintado del mismo tono gris que las paredes, integrándose a la perfección. 

Una escalera de madera pintada puesta delante del radiador se convierte en un telón que oculta el aparato y a la vez mantiene las toallas siempre calientes. ¡No las coloques nunca mojadas!

Poner los radiadores en los puntos estratégicos con menos ángulo de visión es otra técnica para ocultarlos al máximo. Como en este aseo, donde al abrir la puerta el radiador no se ve.