Cómo decorar la pared del sofá: 32 ideas que te encantarán

En este caso, una composición de cuadros con un aire desenfadado decora la pared. La clave está en combinar láminas sobre madera (estas son de Posterlongue) con otras enmarcadas, en un juego que no es simétrico, y donde hay varios tamaños. Aquí todas tienen en común la temática natural, con pájaros y hojas. Sus colores verdes, tostados y azules engaman con el sofá de terciopelo y sus cojines (de pájaros es una tela de Gastón y Daniela). 

Un truco. Para que los cuadros se integren bien con la decoración, elige los mismos colores o gama de colores del sofá. 

Solemos decir que el número tres es mágico en decoración, también a la hora de decorar las paredes. En este salón, los tres cuadros de la pared del sofá son prácticamente idénticos, están alineados por la base y se han colocado a la misma distancia entre sí. Así consiguen dar sensación de armonía y orden. Su paspartú blanco bastante ancho hace que todavía destaquen más. Son obras de Claudia Valsells, en Alzueta Gallery. 

La mida exacta. Entre los cuadros y el sofá debe haber unos 30 cm. Es mejor que no sobresalgan a los lados del sofá. 

Un gran cuadro en formato XXL puede ser un gran protagonista de la pared del salón y, por extensión, de toda la estancia. Cuando elijas un cuadro de grandes proporciones debes asegurarte de que su estilo y colores encajan con el resto de decoración. Porque debe destacar, pero no desentonar. Por eso las obras en colores neutros o en blanco y negro, como la de este salón, siempre son una buena elección.

El marco. En grandes obras o cuadros muy llamativos elige siempre marcos discretos para que no compitan con ellos. 

Una idea que siempre funciona y que aporta frescura es colocar dos cuadros gemelos. Así consigues el mismo efecto que el de un solo cuadro grande, pero sin que el peso de la obra condicione tanto tu salón. Con dos cuadros más altos que anchos, además, ganas sensación de verticalidad y elevas visualmente el techo. En esta decoración de Santayana Home, los cuadros ponen un toque vintage, en una pared con papel pintado. 

Efecto natural. Hemos visto láminas de pájaros, hojas, y ahora mariposas. La naturaleza siempre queda bien. 

Decorar la pared del sofá con un espejo es otra apuesta que no falla. Con él consigues abrir una nueva ventana en tu salón, sobre todo si como aquí reflejas las vistas, y también ganas profundidad y sensación de espacio, a la vez que multiplicas la luz del salón. Los espejos con cuarterones en negro resultan siempre muy decorativos y ponen un plus de estilo. Este es un interiorismo de Cado Interiors. 

Qué dice el Feng Shui. Los espejos deben quedar a la altura de los ojos, reflejar cosas bonitas y nunca desorden o puertas. 

Si quieres una pared elegante y con un estilo atemporal apuesta por una composición de fotos en blanco y negro. Decorar con fotos, además de estético, te hace sentir bien, ya que te recuerda buenos momentos y personas importantes. Estas son obra de la modelo Mónica de Tomás. Para que la composición quede equilibrada, las fotos más grandes están en los extremos y las medianas y pequeñas, en el centro. Marcos de El Corte Inglés. 

Blanco y negro. Los marcos negros delimitan y dan protagonismo a las fotos. Los paspartús blancos te ayudan a destacarlas. 

Ilustraciones, cuadros y espejos... también puedes crear composiciones con elementos distintos, de forma y tamaño. Primero siempre debes colocar las piezas más grandes y luego el resto a su alrededor. Para que una composición quede equilibrada, su centro debe quedar a unos 160-170 cm del suelo, que es la altura de la vista. Cuanta más distancia dejes entre ellas la composición más respirará, aunque lo estándar son unos 10 cm. 

Infalible. Pon en el suelo tu composición, dentro de un rectángulo imaginario. Es la mejor manera de ver cómo quedará. 

Acabas de pintar la casa y todavía no has decidido cómo decorar las paredes. Te gustaría poner uno o varios cuadros sobre el sofá pero ¡las molduras lucen tan bonitas que sería una pena ocultarlas! Atenta a nuestras propuestas: si los cuadros son grandes, apóyalos en el suelo como hacen los nórdicos para preservar sus paredes, y si son pequeños coloca una mesita auxiliar pegada a la pared y expónlos en su superficie para que se vean bien en la distancia.

¿Sabías que por las paredes ser pierde un 20% de energía? Instala un revestimiento decorativo, como un friso de madera a media altura, que además de aislar térmica y acústicamente la pared, la personaliza y protege. Así, cuando te sientes en el sofá, tu espalda quedará cubierta. Si has elegido las lamas en color blanco para captar mejor la luz natural, pinta el resto de la pared en un color más oscuro o utiliza un papel pintado estampado. Jugar a los contrastes siempre depara éxitos. 

Puede ser con formas sugerentes y diferentes compartimentos para colocar libros y detalles decorativos (como en la foto) o una sencilla balda que abarque el ancho del sofá. 

Tu sofá está pegado a la pared y lo primero que se te viene a la mente es colocar una ilustración que ocupe tooooooda su longitud pero y si, como aquí, ¿tienes un pilar que divide la pared en dos? La mejor opción es decorar solo un lado, centrando bien el cuadro, y dejar el otro libre para evitar sensación de agobio. ¿Te convence?

¿Te has dado cuenta lo mal aprovechada que está la pared de detrás del sofá? Si además de decorativa quieres que sea práctica, coloca en ella una librería de suelo a techo, como la de la imagen. Si la eliges en el mismo color que paredes y techo, se mimetizará con ellos dando sensación de uniformidad. Las puertas de la parte inferior del mueble ocultan su interior y, si son correderas, te facilitarán su apertura. El respaldo del sofá coincide con las baldas abiertas dejando así a la vista libros y objetos, con lo que conviene que mantengas esta parte bien ordenada. 

Tienes un fantástico sofá chester de cuero al que le quieres sacar el máximo partido. ¿Qué tal si pintas la pared trasera de un verde oliva que te haga sentir en plena naturaleza? Como decoración, opta por la mínima expresión, es decir, una sencilla balda pintada del mismo color que la pared para que se funda con ella. Apoya en su base una o varias láminas enmarcadas. Así no le quitarán un ápice de protagonismo al sofá. ¡Los chester tienen tanto ego!

Elegiste un sofá para el salón en tonos neutros porque se adaptan como un guante a cualquier estilo pero, a pesar de los cojines coloridos que has puesto sobre él, queda un poco soso. ¡Ahora es el momento de colgar ese maravilloso cuadro abstracto que estaba esperando en el trastero su oportunidad! Cuélgalo centrado a una distancia de 5/10 centímetros con respecto al sofá o, si lo prefieres, apóyalo en la propia base del respaldo cuando no estéis sentados en él. Si a la hora de ver vuestra serie favorita, ocupáis el sofá en familia, mueve el cuadro a tu antojo o deposítalo en el suelo para que no os moleste.

La distribución de tu salón es alargada y a veces cuando estás en él sientes una extraña sensación de embudo. Coloca detrás del sofá una serie de espejos XL apoyados en el suelo y multiplicarás visualmente el espacio por arte de magia. En esta imagen además se ha jugado con una pared acristalada a un lado y enfrentada con la puerta de la terraza, al otro. Siempre que el tiempo lo permita mantén abierta la terraza para aumentar su perspectiva.

Sencillos y vistosos, así son los vinilos decorativos para pegar en las paredes. Y más si lo escoges con tonalidades similares a los textiles del salón. 

Otra buena alternativa realizada con espejos. En esta ocasión cuelga sobre el sofá un único espejo grande, liso o decorado con cuarterones. Si haces la misma operación en la pared de enfrente, y ambos quedan a la misma altura, lograrás duplicar los metros del salón en un periquete. ¡Haz la prueba, y verás! Por algo es uno de los trucos más empleados por los interioristas. 

Aunque parezca la opción más evidente, no por ello será la más sencilla. En ocasiones, encontrar una pintura, ilustración o impresión acorde a nuestros gustos y que, a su vez, encaje con la decoración de nuestro salón puede ser complicado. Selecciona una o varias láminas botánicas y acertarás de pleno, como estos estupendos cuadros vintage de mariposas colgados en paralelo. 

Vives en un pequeño apartamento donde en tu salón apenas cabe un sofá de dos plazas y poco más. ¿Cómo puedes decorar este sin sentirte agobiada? Desde luego, con cabeza. Olvídate de libros a tutiplén y piezas XL. Coloca a lo largo de la pared trasera al sofá dos baldas paralelas. Píntalas del mismo color (tonos claros, por supuesto) para lograr un aspecto homogéneo. Decóralas con objetos pequeños, una mini librería donde las novelas vayan dispuestas en vertical y horizontal para darle dinamismo y un pequeño jarrón con flores diminutas que le aporten alegría.

Lo hemos relegado a la pared de la cocina, pero hubo un tiempo en que un salón no era un verdadero salón sin un valioso reloj que marcase el ritmo de la casa con su péndulo y el puntual sonido de su campana. 

Te has liado la manta a la cabeza y en la última reforma decidiste que la cocina, el comedor y el salón debían compartir espacio. Solo así era posible ganar en metros y en luz. Y ahora que por fin has acabado, disfrutas de tu nueva distribución. En esta ocasión, el sofá es la pieza que separa el salón del comedor, es decir, detrás de él están únicamente la mesa y las sillas. Cuando no estéis sentados alrededor de ella procura mantenerla bien vestida con individuales o caminos sobre los que poner un bonito centro de flores, natural o artificial. Por cierto, fíjate en el cerramiento acristalado que separa el comedor de la cocina ¡pura tendencia con su perfilería negra! 

Además de ampliar el espacio visualmente, un espejo será el complemento perfecto para colocarlo detrás del sofá con un marco aparente: de madera tallada o en tono dorado que está tan de moda. 

No es usual instalarlas (y menos si son muy grandes) sobre el sofá, pero si pruebas a hacerlo te darás cuenta de que, además de ser muy útiles para la lectura, adornan tanto como cualquier cuadro. 

Un revestimiento de láminas de madera protegerá la pared de la fricción del sofá, sobre todo si está como éste encajonado, pero también le dará un toque de color y textura. 

Reciclar para decorar es la nueva premisa de moda. ¡Síguela! En esta imagen se han utilizado unas puertas antiguas de madera para decorar la pared con acierto. 

Una hornacina será un espacio extra y privilegiado en el que colocar tus detalles decorativos preferidos, ya que les dará mayor importancia y un valor añadido. El sofá es de Gems BCN.

Has hecho limpieza y ¡ohhh sorpresa! has encontrado unas láminas antiguas que te vendrían fenomenal para decorar el salón. Elige unos marcos variados según los colores que predominen en los textiles que hay en él. Mide el largo y ancho de la pared y colócalos centrados sobre el sofá. ¿A la misma o a diferente altura? Eso lo dejamos a tu elección, según quieras dar la sensación de orden o dinamismo. Antes de colgarlos, haz la prueba en el suelo y elige tu composición. 

¿Entre el sofá y la pared tienes un hueco amplio y no sabes cómo aprovecharlo? ¿Qué te parece reubicar la vitrina vintage de la cocina? Así matarás dos pájaros de un tiro, en el salón tendrás una zona de almacenamiento extra y la cocina no estará tan saturada de muebles. Para darle un aspecto más fresco y natural, pinta el aparador de un verde suave a juego con esa planta XL que tienes al lado y empieza a colocar en sus baldas esos juegos de té tan bonitos que tienes de porcelana. Ahora ponte en la pared de enfrente y mira este nuevo rincón. ¿A qué parece otro? 

Un sofá clásico de dos plazas como este resulta perfecto para decorar un coqueto rincón o diseñar una zona de lectura. ¿Qué puedes colocar detrás de él para que no desentone? Un cuadro tipo bodegón, un retrato de familia, un revestimiento de madera con acabado envejecido, algún pieza vintage… Fíjate en los interruptores de luz, redondos, de porcelana con manecilla dorada para iluminarlo todo con el encanto de otra época. 

Sin abandonar el estilo clásico, ahora te proponemos que detrás de tu chéster coloques una cómoda de estilo victoriano donde almacenar tu ropa de mesa. Si ves que los cajones inferiores apenas puedes abrirlos porque no hay suficiente espacio, dispón en ellos los manteles de hilo bordado que solo sacas en ocasiones especiales. Organiza en los primeros cajones los manteles y servilletas que utilizas en el día a día. Y para rematar el rincón, cuelga un mapamundi antiguo que de a tu salón un aire cosmopolita. Hay muchos muebles que nunca pasan de moda. 

Jazmines, buganvillas, naranjos en flor, arte múdejar… Déjate envolver por la magia andaluza y trasládala a tu salón empapelando la pared de detrás de tu sofá con cualquiera de los papeles pintados y telas que forman la magnífica Colección Seville creada por Col & Son. De venta en www.pepepenalvermadrid.es. El modelo Alicatado de la imagen rinde homenaje a los diseños geométricos de los azulejos sevillanos (158,90 €/rollo de 10 x 0,52 m).

Tu vestíbulo es lo suficientemente amplio para colocar un sofá. Sí, ese que te ayuda a calzarte y descalzarte cuando sales y entras de casa o a esperar a que tu hija termine de arreglarse para iros juntas de compras. ¿Has pensado ya en cómo decorar su pared? Recuerda que es lo primero que van a ver tus visitas. Un espejo en forma de sol, una alfombra convertida en tapiz, un papel pintado vistoso o un collage con fotos de familia son algunas sugerencias. En esta imagen se han agrupado imágenes de diversos tamaños y se han enmarcado, solas o acompañadas, hasta lograr esta original composición. ¡Te divertirás tanto haciendo la selección de los álbumes como colgándolas!