Cómo tener una cocina pequeña y NO MORIR en el intento: 13 ideas para aprovechar al máximo el espacio

No te compliques, olvídate del Pantone entero y apuesta por unos muebles de la cocina en blanco. Da sensación de amplitud y lo agradecerás. Puedes llevar la calidez mediante un suelo de gres porcelánico que imite la madera o un antepecho con acabado marmolado. En esta cocina, la interiorista Natalia Zubizarreta ha arriesgado también por un papel pintado con efecto textil que sube la temperatura. ¡Y el resultado es increíble!

Los muebles lisos y sin tiradores aligeran la presencia del mobiliario. Los más cómodos son los que cuentan con apertura push-pull o tiradores uñeros, como los de esta cocina. Si los tuyos no lo son, cambia los tiradores por unos cuanto más ligeros, mejor.

Alguna vitrina también hace que los muebles superiores se vean más ligeros y, a la vez, te ayudarán a decorar. Si tus muebles son de medida estándar, puedes cambiar algún frente por cristal sin problema.

Una cocina pequeña no tiene por qué renunciar al estilo. ¡Toma nota de nuestros consejos!

Es básico. Al diseñar tu cocina trata de elegir una distribución que aproveche el espacio, es básica para optimizar cada centímetro y contar con más almacenaje. Y no tengas miedo a cubrir una pared entera con muebles hasta el techo y dejar el resto con unos estantes abiertos. No renunciarás al almacenaje, pero tampoco a la amplitud. 

Sí, lo sentimos, pero tu cocina va a tener que ser el templo de Marie Kondo y sus secuaces. El orden es indispensable, siempre, pero cuando tienes poco espacio, más aún, cualquier cosa fuera de lugar puede desatar el caos. Ponte manos a la obra.  

Los muebles de doble uso serán un respiro para tu cocina. Tener una península no solo multiplicará la superficie para cocinar y el espacio de almacenaje, sino que puede servir también como respaldo de un cómodo banco para el office. Si, además, cuenta con unos estantes, tendrás algo de espacio para guardar. ¡Es la combinación ganadora!

Una vez más te proponemos que centres la atención en esos lugares que suelen quedar desaprovechados. Las esquinas es uno de ellos y puedes colocar un mueble a medida con lo que necesites tener a mano: las especias, las botellas de vino... tú decides.

Unas puertas correderas son perfectas para atajar de raíz los problemas de estrecheces. Así aprovecharás al máximo cada recoveco de tu cocina y no tendrás espacios muertos, que no estamos para desperdiciar metros. Si la puerta se oculta en el tabique, aprovecharás al 100% las paredes. 

Los muebles cerrados ocupan mucho más espacio a la vista, sobre todo los altos, y hacen que la cocina se vea aún más pequeña. Pero los necesitas, claro. El truco para no abigarrar es substituir alguno por baldas. Aligeras y tienes utensilios más a mano.

Rieles, cestos, barras imantadas... Hay ideas para todos los gustos. Esto, además de darle un rollo muy casual, te hará tener todo a la mano y prescindir de cajones o estanterías. Puedes colgar macetas con aromáticas, el cazo, el paño... Decora y a la vez, póntelo cómodo.

Deja que el sol entre a raudales por las ventanas (si es que tienes) si no, date un tiempo para iluminar bien tu cocina. Unos LEDS bajo los armarios superiores, darán profundidad a la cocina. La luz blanca o neutra son las ideales para ver bien los alimentos y dan más sensación de apertura.

Esto ya es "el no va más": una encimera extensible, sí, se pliega y despliega según la necesites. Es una solución superpráctica para tener una superficie más para trabajar en la cocina. Cuando termines de cocinar, la ocultas y como si nada hubiera pasado. ¡Increíble!

O abatible. Es una idea estupenda para aprovechar una cocina pequeña. Cuando está plegada, puedes usarla para desayunar y si la abres, incluso puedes hacer alguna comida más completa. Luego la pliegas y vuelves a recuperar los metros perdidos en un plis. Una buena forma de aprovechar el espacio y ser práctico.