Abierta de par en par, con encanto e ideas ingeniosas: así es la casa que Alejandra Blanc reformó en Madrid

Alejandra asumió la reforma con un objetivo claro: "crear una casa más cómoda, más familiar y más luminosa, pues los propietarios tenían tres hijos cuando nos contrataron y durante el proceso tuvieron uno más", nos cuenta. ¡Dicho y hecho! "Al salón le dimos una vuelta total. Desplazamos la puerta que daba al jardín y en su lugar pusimos un cristal fijo que regala mucha luz", explica Alejandra. 

Al instalarlo a media altura, les permitió diseñar unos bancos corridos de madera en la parte baja, que dan mucho juego a la zona de estar. Justo en medio hay una chimenea -bajita, para no tapar la luz- y alrededor dos sofás y una butaca que completan la zona de reunión. 

Asimismo, el salón está presidido por piezas únicas de estilo clásico, conservadas en su madera natural, y complementadas con elementos en tonos claros que no resten luz a la estancia. La madera y la paleta cromática en tonos cálidos completan el look para una estancia de lo más cálida. Los toques de color lo aportan los textiles: cojines en tonos tierra y manteles y arreglos florales dominados por el verde. 

"El comedor es una de las zonas que más usan y por eso lo abrimos al salón. Como les encanta recibir, tienen mucha vajilla. De ahí las dos vitrinas que flanquean la cocina", nos descubre Alejandra. Un dato curioso: una de ellas la compró la pareja después de casarse e hicieron una copia exacta para aumentar el espacio y conservar la suya, tan especial. Así, se crea un ambiente más simétrico y se duplica el almacenaje, ¡que nunca está de más!

¿La librería? También está hecha a medida. "Era un elemento que teníamos clarísimo. El matrimonio no quería poner allí televisión y les encanta la lectura. Así que la integramos en la pared y la lacamos en blanco", apunta la interiorista. El blanco, por cierto, es el color que predomina: pintaron paredes y techo de un tono roto para multiplicar la luz y lo combinaron con muebles de madera y un suelo porcelánico efecto roble para mayor calidez… ¡Y resistencia! Precisamente, dejando atrás el comedor, unas robustas puertas de roble dan paso a la blanca cocina...

La cocina es ahora mucho más diáfana y capaz que antes de la reforma. "Cuando llegamos había una especie de tendedero y un lavabo de cortesía al lado. Al quitarlos, ganamos espacio y pudimos instalar una buena isla y una zona de office justo en la U que dibujan las ventanas", cuenta Alejandra. Con unas sillas y un banco en esquina, ¡caben todos perfectamente! La isla es muy práctica: alberga la placa de inducción, tiene zona de barra, enchufes y hasta un espacio específico para la Thermomix.

"En general buscamos un estilo clásico, pero sin olvidar que es un matrimonio joven". Es por eso que en la cocina seguimos viendo el mismo dúo blanco-madera y la presencia de unos frentes con cuarterones. El papel pintado en beige dulcifica el ambiente y los tiradores y la grifería dorada dan el toque de estilo.

De camino hacia la planta de arriba, Alejandra se detiene en la escalera. "Quitamos la barandilla de obra gruesa que había en la casa y por seguridad pusimos un cristal fijo de arriba abajo. Eso nos ayudó a que fluyera mejor la luz. Y ahora no se ve, pero por la noche los peldaños están iluminados. ¡Es muy agradable!".

Para dar ese toque clásico en el dormitorio, se recurrió a unas molduras en las paredes y un cabecero con capitoné, además de una paleta decorativa en tonos neutros para que la pareja de propietarios tuviera toda la paz del mundo.

"En la planta de arriba conseguimos que la pareja tuviera vestidor y baño en su dormitorio. El baño, totalmente blanco y con toques de negro, es súper fresco". ¡Menudo cambio!