Llena de cosas bonitas

Esta casa tiene enchufe

Teresa es la dueña de una tienda de decoración. ¡Qué suerte! Hasta su coqueta (y provenzal) casa en Sitges se trae las cosas que más le gustan. ¡Queremos verlas!

Carolina González Miranda

Periodista especializada en decoración. Directora adjunta de El Mueble

Actualizado a 16 de julio de 2018, 13:58

Cuando somos niños, envidiamos a los heladeros: “¡La de helados que se comerán!”, nos decimos, fascinados. Ahora que somos mayores, una parte de nosotros codicia (tal vez en secreto) la suerte de gente como Teresa: una vida rodeada de objetos bonitos. Su cotidianidad la pasa entre muebles recuperados, telas que enamoran, detalles rescatados. Teresa es la dueña de Tessa&Co, una tienda barcelonesa en el mercado vintage y de antigüedades Mercantic. Es decir, tiene todo lo que soñamos al alcance de sus dedos. “Cuando encuentro piezas recuperadas o telas antiguas que me fascinan, me las quedo algunas veces y otras informo a clientas”, nos sopla. Eso es tener un ‘enchufe’ de los que nos gustan (“voy renovando mi casa con piezas que voy adquiriendo”, confiesa).

Teresa ha veraneado toda su vida en Sitges, y el año pasado ella y su familia se animaron a buscar casa ahí. “Nuestro objetivo era una casa con jardín, para poder disfrutar del aire libre”, cuenta. Encontraron esta propiedad, “pequeñita”, de unos 120 metros, pero con un maravilloso tesoro: el patio, de otros 100 metros, al que han sacado el máximo partido, con un porche que la propia Teresa cubrió con pajita, “para dar sombra y a la vez luminosidad”. El suelo lo pusieron ellos, es de madera de pino, y junto con la grava (que también pusieron ellos) consigue un contraste muy playero. A su lado, unas sencillas cortinas blancas recuerdan la inspiración de Teresa para toda la casa: “Fue el verano. Deseaba una casa muy veraniega, fresquita, que inspirara ganas de vacaciones, descanso”.

Pasando al interior, la casa está pintada de blanco y está llena de materiales naturales, maderas recuperadas y piezas únicas que Teresa trae de la tienda o el mercado. Como la ventana-cuadro de la habitación de su hija. De la casa a la tienda, su vida entre cosas bonitas continúa. ¡Qué suerte de ‘enchufe’!

Las claves de un porche que nos enamora

  1. Techo de caña. Teresa cubrió techo y paredes con cañizo, “para dar sombra sin perder luz”. Y eligió unas lámparas de yute, para dar el aire rústico definitivo al porche.
  2. Suelo de madera. El comedor, sobre una tarima de pino y la zona de estar, con grava. ¿Su fuente de inspiración? La Provenza.
  3. Una gran mesa. Tenía que ser grande, para poder compartirla con los amigos y la familia. Teresa la recuperó ella misma y colgó unas cortinas blancas para resguardarla en las horas de más sol y darle un toque fresquito.

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