¡Viva el orden!

Juega al tetris y gana un plus de almacenaje

A veces para mantener el orden en casa hay que ser un poco cuadriculado. Y es que los muebles para guardar tienen en la cuadrícula a su mejor aliada: es la forma perfecta para crear piezas a medida que se adaptan al espacio para sumar almacenaje. ¡En ellas cabe todo!

Txell Huguet

Redactora de El Mueble especializada en decoración y orden

Actualizado a 07 de mayo de 2018, 10:52

¿Te acuerdas del tetris? El juego de consola más vendido de la historia en el que tenías que ir colocando piececitas para aprovechar al máximo los huecos. Hay muebles que hacen lo mismo pero sin la pegadiza musiquita de fondo. Se estrechan, recortan o alargan en función del espacio del que disponen con un objetivo muy claro, que no es pasar de pantalla, sino sumar orden y muucho almacenaje. ¿Te atreves a jugar?

Simétrica y en verde, ¿por qué no?

Cuando de orden se trata, las divisiones simétricas son las reinas, porque además de sumar almacenaje incrementan la sensación de equilibrio. Por eso una cuadrícula es una gran opción para una librería, como esta diseñada por la interiorista María Burgos-Bosch.

En el color de moda

Si las paredes son verdes, ¿por qué no puede serlo la librería? Además, ya sabes que es el color de moda. Y junto al ventanal, es una opción luminosa y con personalidad. La librería está justo donde es más útil: en la zona de lectura. Y tiene de todo: hasta los 60 cm una zona de armarios cerrados, a partir de ahí huecos para los libros y, en la parte más alta, un casillero doble que esconde el split del aire acondicionado.

Una librería con doble cara

¡Y pluriempleo! A esta librería el trabajo se le multiplica. Primero, es una estantería que sirve para guardar juguetes, cuentos... lo que haga falta en el dormitorio infantil. En segundo lugar, hace de separador entre la zona de descanso y el estudio. Y, en tercer y cuarto lugar, es la base para el cabecero, por un lado, y de la mesa de estudio, por el otro. Lo dicho, muuucho trabajo.

Y con visión de futuro

Lo bueno es que se trata de un mueble a medida que funcionará durante muchos años. Cuando la niña que duerme en esta habitación crezca la estantería de DM lacado le será igual de útil. Para su cuarto de adolescente bastará con cambiar el papel pintado y ampliar la mesa y listos. Ya lo dicen, mueble precavido ¡vale por dos!

¿Una biblioteca en el pasillo?

Yes, we can. En esta casa, decorada por Pia Capdevila, los tabiques se han sustituido por muebles a medida como esta gran librería. Está en una zona de paso y por 30 cm más de fondo que un tabique reúne todos los libros de la casa en un solo mueble.


Sus gruesas baldas

Le dan un aire actual y sus grandes huecos, de unos 80 x 80 cm, juegan con las divisiones interiores en función de si guardan libros u objetos decorativos grandes. Además, tiene zonas cerradas en la parte de abajo para guardar y mantener a salvo del polvo lo delicado, como las copas, y lo "feo", como los documentos.

Está realizada en roble lacado en blanco roto, para que sea más ligera, y su trasera se ha revestido con lamas de parquet para darle más calidez y conectarla con el resto de la decoración. ¡Bien pensado!

Cuando las ventanas son el límite

Las casas de El Mueble son especialistas en aprovechar el espacio bajo la ventana y esta estantería baja es buena prueba de ello. Hecha con DM por fuera y madera por dentro, se adapta como un guante no solo a la altura de las ventanas de la galería, sino también a la equina ya que tiene forma de "L". A eso se le llama no dar ni un cm por perdido.

Y, además, integra en su interior los enchufes, algo muy necesario cuando su repisa se usa para apoyar lámparas y otros objetos decorativos. Y aunque no tiene mucho fondo, apenas unos 30 cm, el roble con que se ha forrado su trasera le da más profundidad y un plus de calidez, que siempre viene bien.

Un vajillero soñado hecho realidad

Se nota que este mueble se ha planificado al milímetro con mucho cariño. Cada hueco ha sido pensado para que todo, absolutamente todo, tenga su lugar. Y, al final, encaje como un puzle de solo 35 cm de profundidad.

Oda al orden

También se nota que en esta cocina gusta tanto cocinar como tenerlo todo en orden. Porque además de pensar el tamaño de cada hueco del vajillero se ha tenido en cuenta que los utensilios y el menaje que más se usan estén a mano.

El vajillero, que es un diseño de Gaby Conde realizado por Antonio Sánchez Olmos, se divide en dos cuerpos iguales. La parte superior es un gran botellero. El menaje de uso diario queda en la zona central y más accesible, a una altura de entre 80 y 150 cm. Mientras la parte de arriba es para lo de uso esporádico y la de abajo, cerrada, para pequeños electrodomésticos. Eso sí que es una partida de tetris redonda.

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