Estanterías: cuál es mejor para cada espacio y cómo decorarlas

De suelo a techo. Funcionan a la perfección en todo tipo de salones. Este tipo de estanterías suelen hacerse a medida, lo que garantiza que quede como un guante. En este salón, decorado por Asun Antó, da unidad entre la zona del salón. Aunque no es recomendable recargar las baldas en exceso, ya que si no la sensación será la opuesta. Es preferible alternar libros con objetos decorativos. Así la estantería respirará. 

Las estanterías de salón no necesitan mucho fondo, con unos 25 cm será suficiente para que haya espacio de sobra para que los libros. La luz es otro elemento básico al planificar una estantería en el salón. Haz como Paula Duarte en este salón y coloca unos focos apuntando hacia ella. Dótala de una iluminación indirecta: creará una cálida y acogedora atmósfera y aumentará la presencia de la pieza.  

A veces los unen y otras los separan. Aquí funciona como nexo entre la cocina abierta y el salón. Si te fijas, el acabado de la península es el mismo que en la estantería, que además se extiende por encima del sofá, potenciando la sensación de unidad. En la era de los espacios abiertos, los acabados juegan un papel fundamental.    

En el salón, el dormitorio, el cuarto de los niños o en el recibidor, como aquí. Las estanterías modulares te permitirán crear tu propio diseño, con resultado único. 

Los salones pequeños piden pocas piezas, ligeras y con carácter. Al elegir la estantería, busca una discreta y mejor sin traseras, como esta metálica. Y mejor si no la recargas. Utiliza elementos decorativos grandes, algunos libros (en horizontal y vertical) e, incluso, un cuadro.  

Almacenaje y un espacio para trabajar. Otra opción de estanterías para salones mini. Los laterales metálicos le restan peso visual, mientras que su forma de escalera ayuda a transformarla en zona de trabajo.

Una estantería en el estudio o en junto al escritorio es básica para poder guardar libros de consulta, papeles importantes y documentación. Y esta estantería es la mezcla perfecta de estilo, funcionalidad y almacenaje. Y, como llega hasta el techo, delimita la zona.  

Si tu escritorio es de herencia o, simplemente, no quieres restarle protagonismo, evitar colocar grandes estanterías que eclipsen su belleza. Opta mejor por estanterías a lo largo de la pared. Y si vas a colocar peso, que sea de madera maciza y de un buen grosor para que no se combe. Y asegura también un buen anclaje. 

El dormitorio pide relax, ambientes relajados y sin exceso de objetos. Por eso, aunque es preferible que no coloques demasiadas estanterías, si necesitas almacenaje que sean bajas, como en esta habitación. 

Un recibidor pequeño no tiene por qué prescindir de algo de almacenaje siempre y cuando te decantes por un mueble de aspecto liviano. En lugar de una consola, hazte con una estantería baja y de diseño moderno. En blanco, al igual que la pared, resultará más discreta. 

Ante la falta de almacenaje o si tienes muchos libros, el pasillo –si no es demasiado estrecho– puede ser el mejor espacio en el que colocar una estantería. Un consejo: mejor si es a medida, con poco fondo y sin trasera.

La escalera es otra zona de paso en la que se puede colocar una estantería. Tendrá que ser a medida y adaptada a su diseño y acabados. Aquí, va encastrada en la pared, con el mismo acabado que esta; mientras, las baldas tienen el mismo acabado en roble que los escalones.    

Se llevan las cocinas blancas, modernas, minimalistas y de aspecto lineal. Y ante una imagen tan prístina, hay que hacer uso de otros recursos para darle calidez y personalidad. Coloca en las estanterías abiertas elementos que lo doten de color. Para mantener el orden y que no se vea abarrotado, haz uso de cajas y cestas.  

No satures las estanterías de la cocina con miles de libros de recetas –que no usas– y con la despensa completamente a la vista. Coloca tan solo los recetarios que más te gusten y aprovecha las baldas para dar color y textura a la cocina. Unos botes en los que guardar legumbres y pasta te ayudarán.     

Si tienes una despensa separada de la cocina, coloca estanterías abiertas que permitan ver todo de un plumazo. Accederás a todo ello con mucha más comodidad. 

En la habitación infantil, es mejor colocar estanterías que estén a su alcance. Si colocas piezas muy altas, lo que esté en las baldas superiores caerá en el olvido. Mejor una estantería baja en la que libros, juguetes y pinturas estén a mano para su altura.   

Al elegir la estantería para el baño, piensa en las dimensiones del espacio. Si es grande, como este, no dudes en colocar una estantería a modo de separador entre la zona del inodoro y la de aseo. Al ser accesible por ambos lados es también muy funcional.

Puede ser un poco arriesgado colocar una estantería en el baño si no eres muy ordenada. Cierto es que te vendrá muy bien para colocar los útiles de aseo que más utilices e, incluso, unas toallas, pero para que el caos no conquiste tu baño, utiliza cajas y cestas para tenerlo todo organizado. 

Son los sitios en los que menos cuidamos la estética y más la funcionalidad. Y con toda la razón. Estos espacios destinados al almacenaje piden piezas resistentes, cómodas, ligeras y con mucha capacidad de almacenaje.