Antes y después: de la oscuridad a la luz en este piso con cerramiento de madera en la cocina, un cambio de la arquitecta e influencer Eli G. Cruz

El único punto de luz que tenía el antiguo salón era la puerta vallada y la pared de chimenea de mármol. El resto de elementos de la estancia eran muebles de madera oscura que no ayudaban nada a dar luminosidad. "El piso disponía de muchos elementos y mobiliario a medida en madera muy oscura. Los materiales, aun siendo nobles, eran muy fríos y de aspecto 'pesado'. Otro de los condicionantes del proyecto eran los pilares estructurales del propio edificio, que en un ejercicio por 'taparlos' estaban revestidos también en madera oscura y creaban pequeños recovecos", cuenta la arquitecta Eli G. Cruz.

"La idea primordial fue la de multiplicar la luz y hacerla llegar hasta los espacios interiores. Se procuró eliminar las divisiones para que la luz invadiera cada estancia y para que visualmente se conectaran los diferentes ambientes", cuenta Eli. Un ejemplo de ello es el salón. Al quitar los muebles oscuros del salón y pintar las paredes de blanco se logró la ansiada luz. Sí se mantuvo la estructura del lado derecho, en la que se aprovechó para poner estanterías y un espacio de almacenaje.

Como ya ha dicho la arquitecta en el punto anterior, uno de los condicionantes del proyecto fueron los pilares estructurales del propio edificio, que estaban revestidos también en madera oscura y creaban pequeños recovecos. Este es un ejemplo de ello. Supieron cómo ponerle solución.

"A nivel decorativo, los clientes aprovecharon bastantes piezas de su anterior vivienda y aunque en un futuro acabarán cambiando algunos muebles, hicimos todo lo posible para que las antiguas piezas se integraran en el proyecto", cuenta Eli sobre el proyecto. Este espacio queda entre la puerta del salón al exterior y la pared del televisor. Se ha aprovechado para almacenaje y ocultar el router, por ejemplo.

La distribución anterior juntaba salón y comedor, pero dejaba fuera del espacio la cocina, a la que se accedía con una puerta. "La reforma fue bastante conservadora en cuanto a distribución general, de esta manera se minoraban los costes. El espacio de cocina era prácticamente el mismo que el espacio inicial", explica la arquitecta.

Los propietarios del piso tenían claro que querían espacios abiertos, así que se tiró la pared que separaba cocina de salón comedor y se apostó por una separación mucho más moderna y que no oscurecía la estancia. Eli lo detalla: "A modo de cerramiento de la cocina se crearon unas puertas vidriadas de suelo a techo enmarcadas con arcos de madera, un diseño que los clientes nos mostraron en fotografías de inspiración y que adaptamos al proyecto y al espacio existente".

El cerramiento con puertas de madera en forma de arco es una tendencia que se lleva mucho y que permite dar elegancia y estilo a la estancia. Esta, en concreto, como veréis en las siguientes imágenes, se va abriendo poco a poco.

Las hojas de las puertas del cerramiento se van amontonando las unas sobre las otras, lo que va dejando un espacio despejado y limpio visualmente.

Estas puertas se siguen amontonando las unas sobre las otras, de manera que llegan prácticamente a desaparecer, y dan un aspecto de cocina abierta.

La cocina era cerrada y con muebles de madera más clara que en el salón, pero igualmente carecía de luz natural. La combinación de suelo, muebles y paredes no era muy acertada.

Como ya se ha comentado, el espacio que ocupa la cocina actual no dista mucho del de la original, eso sí, el cambio de distribución ha sido esencial. "Al dejarla semiabierta y con isla central, cambia radicalmente el espacio", afirma Eli G. Cruz. Eso sí, se ha podido mantener la zona de los fuegos y del fregadero.

La anterior cocina estaba muy vieja y necesitaba un restyling total. Muebles de diferentes colores, sin mucha gracia, la nevera mal encajada en su espacio dejando huecos...

El haber quitado la pared que separaba la cocina del salón ha dado más espacio para ubicar la isla, en la que se han puesto dos taburetes para convertirla también en barra de desayunos. Además, los electrodomésticos están bien integrados en el mobiliario, un gris clarito que le da un aspecto moderno y actual.

El dormitorio que se encontró la joven pareja era uno de los espacios más luminosos de la casa gracias a las grandes puertas y las paredes blancas, aun así, era de aspecto anticuado y necesitaba claramente un cambio.

"El estilo decorativo es fresco y actual, pero sin perder calidez que era una de nuestras premisas. Por ello, el roble natural es uno de los materiales protagonistas del proyecto. Paredes y techo se pintaron en un blanco cálido muy acogedor. Le dimos algunos toques de verde menta a algunas estancias como el dormitorio principal y el estudio", describe la arquitecta. Aquí podéis ver los toques de verde menta y el roble en la mesita.

Una de las soluciones decorativas que más destacan en este dormitorio pequeño es el gran cuadro que ocupa la pared del cabecero, en el que se dibuja un bosque, que transmite calma y tranquilidad, lo necesario en un dormitorio. Las mesitas de noche son iguales, como las lámparas, que cuelgan del techo. A la derecha queda un pequeño armario.

Uno de los retos que asumió Eli con este proyecto fue el de intentar sacar el máximo de almacenaje. Es un piso no excesivamente grande, y aprovechó espacios que antes estaban desaprovechados.

"El almacenaje era otra de las premisas para los clientes, por ello aprovechamos al máximo cada espacio con armarios de suelo a techo", explica Eli. Un ejemplo es en el dormitorio principal, en el que vemos armarios empotrados en una de las paredes, solo interrumpidos por la puerta de entrada.

El anterior baño, además de verse oscuro, no tenía ningún tipo de gracia. La decoración brillaba por su ausencia y no había espacio suficiente. En la anterior reforma se limitaron a cambiar la bañera por el plato de ducha.

"Los baños, situados en el mismo lugar en el que estaban, sí que se distribuyeron interiormente de nuevo y se renovaron por completo", asegura la arquitecta e influencer. El del matrimonio, con dos lavamanos exentos sobre el mueble de madera y dos espejos con marco negro, que, junto con las originales luces, aportan ese toque moderno.

Así como el anterior se veía que lo habían tocado un poco no hace mucho, este baño es el típico baño antiguo, con cortina y baldosas con cenefa pasada de moda.

"El baño pequeño absorbió la galería/lavadero y fue dónde realizamos el nuevo plato de ducha de buenas dimensiones, haciendo de ese baño un espacio cómodo y muy iluminado", detalla Eli G. Cruz.