Esta masía del siglo XIX con porche, paredes de piedra y súper vigas de madera es toda una lección de elegancia rústica
Las fotos de esta casa nos gustan tanto como su historia: los propietarios vivieron un año antes de lanzarse a reformarla para saber exactamente lo que querían cambiar
La interiorista Chari Manzano, una de las grandes figuras de la decoración en nuestro país, se ha encargado de darle sabor a esta masía bicentenaria. ¿Quieres ver el resultado?
"Son una familia enamorada del campo y del Ampurdán”, nos confirma la interiorista Chari Manzano de CHM Studio, artífice –junto al arquitecto Damián Ribas– de esta respetuosa reforma de una masía del siglo XIX. La propietaria y su familia decidieron habitarla primero durante un año y luego restaurarla, así no fallaban en sus decisiones. "Gracias a haber vivido en ella, sabíamos exactamente qué lugares queríamos potenciar, por dónde entraba la luz o cómo usábamos de los espacios", nos cuenta la dueña. ¡Un método infalible! Te contamos más a continuación.
Mesa y sillas en Aquitania yl ámpara de Mestizo Store. Cerramiento en hierro y cristal de Serralleria Mase.
El Mueble
Un comedor exterior con pérgola de ensueño
La propietaria y su familia decidieron habitarla primero durante un año y luego restaurarla, así no fallaban en sus decisiones. "Gracias a haber vivido en ella, sabíamos exactamente qué lugares queríamos potenciar, por dónde entraba la luz o cómo usábamos de los espacios", nos cuenta la dueña.
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Sofá y butacas de Oka. Mesa de centro de Gunni & Trentino. Lámparas y mesitas auxiliares La Bòbila. Alfombra de Ikea. Faroles de Luzio. Todos los cojines y el plaid son de La Maison excepto los estampados, que son el modelo Snakehead de William Morris, distribuido por Gancedo.
El Mueble
La vida fuera: un remanso de paz
El porche y el comedor exterior de estilo rústico son una de las estancias más bonitas de la reformada masía; con sus pérgolas, sus paredes de piedra, sus plantas trepadoras y su mobiliario de fibras naturales que enamora y da mucha paz. "En verano, siempre hacemos vida fuera de casa, en el jardín, disfrutando de estas zonas comunes en familia", señala la dueña.
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Consola de La Europea, vasijas de Aquitania. Alfombra a medida de Rica Basagoiti.
El Mueble
Techos altos con vigas para soñar
Al salón se accede por un impresionante recibidor en forma de túnel de tradicional bóveda catalana en piedra. Lo iluminaron con un mostrador de mercería antigua restaurado en verde y decidieron replicar el mismo color en las ventanas, de madera, originales y restauradas, o en la alfombra y las vasijas.
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Sofás y butacas diseño de CHM Studio con tela de Yutes. Pufs de Coton et Bois y mesa de centro de Azul Tierra.
El Mueble
Guiño a la tradición y a lo rústico
En la reforma se apostó sin reservas por los materiales tradicionales y típicos de la zona: madera, piedras y hierro, que está presente como hilo conductor en varias estancias. Lo vemos en las lámparas, en las barras de cortinas, o en los tiradores de la cocina.
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Sofás y butacas diseño de CHM Studio con tela de Yutes. Pufs de Coton et Bois y mesa de centro de Azul Tierra. Escritorio de La Europea y librería en Antic&Chic.
El Mueble
Un salón con pátina espectacular
Tras vivir durante un año aquí, tenían claros los cambios que precisaba el salón. "Los antiguos propietarios tenían la casa llena de mármoles y maderas oscuras y el salón era como una sala de música, pero nosotros decidimos crear a la derecha una zona de chimenea y televisión y, a la izquierda, un área más de lectura y tertulia, donde pusimos también un boureau antiguo", cuenta la propietaria.
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Todos los muebles, incluida la isla y las lámparas, son de Deulonder. Nevera de Sub-Zero y zona de cocción de Lacanche. Frontales de Deulonder en roble y mimbre. Encimera de Silestone.
El Mueble
Cocinar con trucos y buenas vistas
La cocina fue diseñada y hecha a medida por Delounder. "La encimera, el fregadero y el antepecho son del mismo Silestone rugoso y rústico, mientras que los muebles y frontales son de roble macizo, pero adaptado a las cocinas", nos cuenta Lourdes Adell, de Deulonder. ¿La excepción? "Los cajones de mimbre a medida, pensados para extraer y llevar a la mesa a modo de bandeja, porque contienen los cubiertos, los manteles y las servilletas", explica Lourdes.
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Sillas en Aquitania y mantel de Catalina House.
El Mueble
Un office especial casi en el campo
El office es uno de los espacios con mayor personalidad de la casa, gracias en parte a las vistas, pero también a la llamativa lámpara hecha con saco de Decobruc y a la mesa que los propietarios heredaron y cuya restauración encargaron a
Antic&Chic.
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Cabecero de Serralleria Mase. Mesita de noche en Aquitania. Funda nórdica y cojines lisos de Filocolore. Cojines estampados y plaid de La Maison.
El Mueble
Un toque verde y mucha luz en el dormitorio
Luz a raudales entra también en el dormitorio con ventanas verdes en arco: "El cabecero es muy sencillo porque quería que fuera cálido, pero monacal", añade la propietaria. Son las dos palabras que resumen bien toda la casa.
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Puerta de Serralleria Mase y apliques de Deulonder. Bañera de Jacob Delafon. Toallas y alfombra de Libeco, en Home Design. Bandejas de Catalina House
El Mueble
Un baño campestre de ingenio
En el baño, encontramos la misma estética que en la cocina, algo industrial y rústica, y los mismos colores, negro y roble, con una bañera exenta en negro. "Este baño planteaba una pequeña dificultad porque mi marido quería una ducha enorme, pero la ventanita nos condicionaba. Al final hicimos un murete de cristal que separa la ducha del inodoro y el herrero y el carpintero hicieron esa puerta de granero corredera que, según se coloque, cierra sin perder luz", concluye.