Casas rústicas

Decoración tradicional con toques actuales

Carolina González Miranda

Periodista especializada en decoración. Directora adjunta de El Mueble

Actualizado a 18 de enero de 2022, 10:28

Fue amor a primera vista. Los Smith (nombre ficticio) buscaban una casa en el campo de Mallorca para pasar las vacaciones de verano con sus hijos de ocho y dos años, e incluso para hacer escapadas desde Londres a lo largo del año, cuando se toparon con esta espléndida construcción de más de cinco siglos.

Verla, entrar, conocerla y amarla fueron una misma cosa. Y se comprende, porque cuando esto sucedió la casa estaba ya restaurada y se levantaba imponente en medio del precioso campo de Mallorca, entre pinos, palmeras, almendros y olivos. Mirad la foto y lo entenderéis: la hiedra empezaba a trepar por los sólidos muros de mampostería y nuestra amiga la señora Smith se quedó literalmente arrobada ante la consistencia de la piedra y la delicadeza de las contraventanas de un verde lavado y sutil. No hace falta mucha imaginación para hacerse idea de su conmoción cuando contempló el interior, ese espacio magnífico que cuenta con una amplia zona de doble altura, todo encalado y luminoso, con las vigas primitivas reluciendo como el primer día.

Los Smith no tuvieron duda alguna y después de comprobar entusiasmados que la casa era justo la que estaban buscando, la compraron, así de sencillo. No habían pasado ni veinticuatro horas.

Así pues, como he dicho y repito, la compraron y se plantearon la tarea de decorarla. Para hacerlo recurrieron a la arquitecta responsable de su restauración, una interiorista alemana afincada en la isla, y entre todos crearon una atmósfera perfectamente europea. Me aclaro y os aclaro: la decoración más típicamente mallorquina también es europea, faltaría más, pero cuando hablamos de decoración europea creo que todas entendemos lo mismo o al menos algo parecido: muebles con solera, cuidados exquisitos, vitrinas, candelabros y en definitiva unos ambientes firmemente urbanos y consistentes, por los que parecen haber pasado muchas generaciones. Pues bueno, abrid las fotos y me daréis la razón. Las dos vitrinas gemelas de caoba y puertas en aspa, la mesa de centro de inspiración colonial inglesa, el puf de capitoné, las dos butacas de origen alemán, en fin, todo el mobiliario del salón podría haber sido trasladado desde una casa londinense hasta el campo de Mallorca. El comedor, con esa hermosísima lámpara alemana y las sillas lacadas en blanco y tapizadas con tafetán de un rosa sutilísimo, es la encarnación de ese buen gusto urbano, consolidado a través de siglos en nuestra vieja Europa.
Atmósfera europea clásica y bien enraizada, sí, evidentemente. Pero me gustaría señalaros también que, al mismo tiempo, se respira en toda la casa un espíritu muy moderno, actualísimo, y que ambas realidades, tradición y modernidad, conviven a la perfección y con el resultado tan estupendo que podéis comprobar con vuestros propios ojos. ¿Y dónde está ese espíritu moderno? Pues en los suelos, para empezar por lo más sólido y evidente. Unos suelos de microcemento pulido recorren toda la casa, salvo la zona de los dormitorios, y de paso introducen un detalle muy delicado que a mí particularmente me ha encantado. Incrustada en el microcemento, una cenefa formada por cantos de río enmarca los dos ambientes del gran salón, el de estar y el comedor. Fijaos bien en las fotos porque es una buena idea, ingeniosa, para apuntarla en nuestro cuaderno de notas y tenerla en cuenta si tenemos ocasión. Más modernidad en las líneas rectas y sobrias de la cocina (combinada en este caso con un aire innegablemente rústico). Y más aún en ese generoso baño de la suite principal, con la bañera exenta y el mueble bajolavabo con un biombo separador de espacios tan acertado. Resumiendo para mí misma y para vosotras: estamos ante un ejemplo perfecto de la convivencia entre una construcción rústica y antigua, una decoración clásica y un impulso moderno. Los Smith (de nombre ficticio pero personas reales) ya pueden estar satisfechos.

¿Te gustaría irte a vivir a esta casa? Danos tu opinión en los Comentarios de este artículo.

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