Una casa de verano de ensueño donde mandan el beige, las fibras y la madera, con terrazas a varios niveles y una piscina con vistas

"Quiero una casa donde entrar y salir libremente, por donde quiera”, pidió el dueño de esta casa en la Costa Brava a las interioristas Begoña y Berta Garrido cuando les pidió renovarla para venir con toda la familia y amigos. Su objetivo: que fuera ultra cómoda, por eso las arquitectas de Estudio Sosters la llenaron de puertas correderas.

La casa tiene varias terrazas y niveles con vistas al mar. En esta terraza, junto al salor interior, crearon un completo salón exterior, con sofá, butacas, mesa de centro, alfombras, y puf. ¡Comodidad total!

Una combinación ganadora: mesa de madera de exterior y sillas de bambú. Un mantel blanco con rayas azules pone el punto marinero y veraniego.

“Nos llamaron para hacer una reforma pequeña, pero cuando entramos vimos que había muchas diferencias entre zonas y eso hacía que vivieras la casa un poco ‘mal”, explica Begoña Garrido, la arquitecta. “Mi premisa fue que pudieras ir por toda la casa con cierta armonía, y entrar y salir con toda comodidad”.

Usaron los mismos colores arena para toda la casa y para los suelos de microcemento. 

“Yo quería algo un poco desenfadado para la zona de estar, un sofá estilo bancada, y así darle un aire un poco chill out. El dueño me dijo ‘me encanta la idea, pero prefiero algo clásico, unos sofás y una butaca con respaldo", comenta la interiorista. En el comedor sí se permitieron un toque relajado con las butacas de fibra.

Es una cocina relajada y playera, con suelo de microcemento y vigas de madera en el techo. ¿Lo mejor? Cocinar con vistas al pueblo marinero donde se encuentra la casa.

"Los dueños viven fuera, tienen cuatro hijos y la casa siempre está llena con amigos, por lo que les apetecía que fuera abierta y muy muy cómoda", añade. Un buen ejemplo de lo que consiguieron es la súper cocina, con vistas al mar, que ahora es luminosa y muy, muy amplia.

Antes el dormitorio era poco práctico, el baño tenía una pared con cristal, con todo a la vista, y además no se veía el mar. “Tengo el dormitorio más grande ¡y soy el único que no ve el mar!”, decía el dueño. Ahora, el cabecero de madera va de pared a pared. Junto con las vigas, parecen meter la casa en el bosque.

El cabecero está hecho a medida, va de pared a pared, permite apoyar cuadros e integra también la mesilla de noche. ¡Súper cómodo!

Este dormitorio rústico es amplio y permite tener una zona de estar con un sofá de tres plazas a pie de cama, justo debajo de la ventana que le aporta unas increíbles vistas a los propietarios, que no hace falta que se levanten de la cama para disfrutar de ellas.

El dormitorio tiene un distribuidor que le lleva hasta el baño. En este amplio y luminoso espacio, nos encontramos con una alfombra de fibras y una barra y taburete de madera. Este espacio tiene salida directa con el exterior y el techo es abuhardillado.

El baño en suite se hizo durante la reforma. Tanto las paredes como el lavabo son de microcemento, a tono con el resto de la casa. Los estantes son de madera. Aquí tienes otras 100 ideas geniales para baños pequeños.

Y, después de ver toda la casa, ¿cómo te imaginabas que sería la fachada? Esta casita rústica al lado del mar tiene todo el exterior con piedra y la parte de la puerta de madera, un total look rústico que mezcla montaña y mediterráneo.