5 plantas con flor bonitas y resistentes que decorarán en otoño tu balcón o jardín

Los crisantemos se caracterizan por ser fáciles de cuidar. Sus incontables flores, que abarcan desde tonos amarillos hasta rosados y violetas, convierten a esta flor otoñal en un auténtico espectáculo de color desde agosto hasta diciembre.

Esta planta prospera tanto en macetas de balcón como en lechos florales. El crisantemo se debe colocar en áreas soleadas o parcialmente sombreadas. En cuanto a su invernación, existen dos métodos. Una opción consiste en ubicar la maceta cortada en una habitación fresca con luz. La segunda alternativa es dejar que la planta hiberne al aire libre. En este caso, también debes cortarla bien y cubrirla con un vellón de jardín para protegerla.

Dentro del espectro de flores de otoño, las anémonas de otoño (Hupehensis) destacan como una de las opciones más deslumbrantes. Si las cuidas bien, estas flores despliegan su belleza durante varios años con flores que van desde el blanco hasta un suave rosa.

Las anémonas de otoño prefieren suelos húmedos y prosperan en lugares parcialmente sombreados. Su período de floración abarca desde agosto hasta noviembre, dependiendo de la variedad. Al ubicarlas cerca de paredes, se les brinda un refugio ideal contra el viento y la exposición solar directa. Esta planta perenne también es apta para sobrevivir al invierno en el jardín. 

En la temporada otoñal, estas flores se visten de blanco, morado o rojo, presentando una gama de formas que ocasionalmente se asemejan a las dalias, crisantemos o margaritas. Ciertas variedades también prosperan en macetas, convirtiéndolas en elecciones magníficas como protagonistas florales en terrazas y balcones durante el otoño.

En su mayoría, los ásteres prefieren lugares soleados y suelos bien drenados. La siembra en lechos puede realizarse hasta comienzos del otoño, brindando a las flores el tiempo necesario para establecer sus raíces antes de la llegada de las primeras heladas.

Las begonias nos regalan su esplendor desde el verano hasta el otoño, y se mantienen como plantas de interior incluso durante el invierno. Su versatilidad les permite brillar tanto en balcones como en lechos de flores.

Es crucial evitar la exposición directa al sol al plantar begonias. Los rincones norte, oeste u este de balcones o terrazas, donde la sombra es parcial, se convierten en ubicaciones ideales para ellas. El riego de estas flores otoñales debe realizarse dos o tres veces por semana, variando según la temperatura ambiente. No obstante, es vital evitar el exceso de humedad.

Previamente a la caída de la primera hoja, es recomendable recortar las hojas de las begonias. Antes de que el frío se instale con la primera helada, las macetas deben ser trasladadas al interior.

Conocido también como Calluna, el brezo común despliega sus flores desde agosto hasta los meses invernales. Esta flor otoñal no exige mucho espacio en el jardín, ya que incluso en macetas basta para llenar de color tu balcón o terraza. El brezo común es muy fácil de cuidar y necesita poca agua.

Tanto si se planta en suelo como en macetas, sus cogollos de colores florecen incluso en medio del frío. Los daños que pueda sufrir son principalmente debido a la sequedad. Manteniendo una poda regular en primavera, podrás deleitarte con su esplendor durante varios años.