Pisa fuerte

10 desastres decorativos que debes evitar al cambiar el suelo

¿En chándal con tacón de aguja? ¿Camperas con falda lápiz? Impensable, ¿no? Pues una mala elección de suelo puede hacerle lo mismo al estilismo de tu casa. Y encima, complicar su comodidad y facilidad de limpieza

Txell Huguet

Redactora de El Mueble especializada en decoración y orden

Actualizado a 16 de julio de 2021, 13:23

Cambiar el suelo es una reforma costosa, molesta y que influye no solo en la estética de tu casa sino también en su comodidad y en la facilidad (o dificultad) de su limpieza o mantenimiento. ¿Aún crees que sirve cualquiera?

Piensa en global

Parqué en el salón, cerámica en el baño, laminado en el cuarto de los niños, vinilo en la cocina... ¿Te suena? Es un escenario habitual en casas que se han ido renovando por habitaciones y que, al final, acaban teniendo poco menos que un puzzle en el suelo.

Puede que cambiar el suelo de toda la casa sea un incordio y obligue a moverlo todo pero el resultado será una superficie continua y unificada que no solo resultará más atractiva, sino que hará que los ambientes se vean incluso más amplios, al estar integrados unos con otros. Y te ayudará a ahorrar en mano de obra.

Bien integrados

Y, puestos a pensar en conjunto, no dejes que las modas del momento te lleven a elegir un pavimento que no encaje con la decoración de tu casa o con tus gustos personales.

El suelo forma parte de un conjunto que debe verse integrado y, a ser posible, que contribuya a crear la atmósfera que buscas. No lo dejes a la imaginación: hay simuladores de ambientes que te permiten 'probar' distintos tipos de suelos sobre imágenes de tu propia casa, e incluso algunas apps de fabricantes basadas en realidad virtual que te permiten verlos 'in situ' y al momento desde tu tableta o smartphone.

¿Madera en la cocina?

Hay pocos suelos tan cálidos y confortables como los de madera y las últimas innovaciones en cuanto a acabados y mantenimiento permiten colocarlos en casi cualquier sitio, incluido el baño –con versiones de madera duras y compactas, con una buena cantidad de aceites naturales que resistan la humedad–.

Casi en cualquier sitio, pero no en todos. Por bonitas que resulten esas cocinas de aire country, lo cierto es que la distancia entre un suelo de madera 'vivido' y uno 'sufrido' puede ser muy corta, sobre todo si está sometido a frecuentes manchas y salpicaduras que pueden acabar penetrando en el interior del material. Si quieres disfrutar de la estética de la madera sin quebraderos de cabeza, lo mejor es optar por una cerámica que la reproduzca: el efecto es cada vez más realista y se potencia con formatos de lamas que permiten colocar las baldosas incluso formando patrones como espigas.

¿Elegante o agobiante?

Las maderas tintadas en tonalidades oscuras son perfectas para crear ambientes elegantes y sofisticados pero requieren estancias amplias y con abundante luz natural para lucir en todo su esplendor. Si no es tu caso, decántate por acabados más claros, que potenciarán la sensación de amplitud y luminosidad de las habitaciones incluso más pequeñas. Además, piensa que un suelo en tonalidades claras crea un entorno más neutro y, por tanto, más fácil de combinar con los muebles, las cortinas e incluso el color de las paredes.

¿Hidráulicos? Sí, pero con medida

¿Se te van los ojos detrás de esos mosaicos tipo patchwork de baldosas hidráulicas? ¡Y a quién no! Con esos colores y diseños, crean combinaciones realmente impactantes y llamativas. Quizás, hasta demasiado...

Y es que, no es lo mismo tomarse un café en un local pavimentado con un suelo de este tipo –en el que centra nuestra atención durante unos minutos– que 'convivir' día y noche con la exuberancia propia de estos pavimentos –a veces en espacios reducidos–. La clave es dosificarlos. Resérvalos para espacios concretos, como la cocina o el baño –donde centren todo el protagonismo combinados con mobiliario y paredes neutras– o regálate una espectacular 'alfombra' hecha con estas baldosas en el conjunto de un pavimento más sobrio. Combinan de fábula con la madera, aportando una mayor resistencia a determinadas zonas.

Más que un suelo bonito

No conviene dejarse llevar solo por el factor estético al elegir el suelo de casa: se trata de una reforma costosa y que no se hace todos los días, así que hay que asegurarse de que el material aguantará bien el uso que se haga de él.

No es lo mismo un piso de soltero que el de una familia con niños pequeños, mascotas y mucho tránsito. Los suelos cerámicos son los que ofrecen las mejores prestaciones en cuanto a resistencia, ya que se mantienen inalterables durante años y no requieren ningún tiempo de mantenimiento. Si prefieres uno de madera, asegúrate de adquirirlo de una variedad dura, que no se arañe o raye con facilidad.

Cuestión de tacto

Otro factor que a menudo pasamos por alto es el tacto que ofrecerá el material que elijamos. No esperes al primer patinazo en el baño para pensar que quizás hubiera sido interesante elegir el mármol o el porcelánico con un tratamiento antideslizante; o a no querer salir por la mañana de la cama con tal de no pisar esa superficie dura y fría con los pies descalzos. Piénsalo antes y, o bien elige superficies más cálidas –como el vinilo en el baño y la madera o incluso la moqueta en la habitación– o aprovecha la renovación del pavimento para instalar calefacción radiante debajo.

No todos los laminados son iguales

¿Te gusta el efecto de la madera pero no quieres tener que preocuparte por cómo usas o limpias el suelo? Ese es el principal argumento de los suelos laminados, que imitan todo tipo de parqués pero están hechos a partir de un diseño impreso en papel y protegido con resinas sintéticas.

No obstante, debes tener claro que no todos los laminados son iguales, sino que se clasifican en función de su resistencia al uso (moderado, intenso y muy intenso). Se trata de una información que se incluye en los paquetes de lamas y que conviene contrastar con un profesional que nos asesore, ya que las versiones más económicas pueden acabar desgastándose o levantándose por los bordes en poco tiempo, si están sometidas a mucho trote.

Esos locos bajitos...

Los niños pasan buena parte del tiempo de juego tirados por el suelo, por lo que el material con el que se revista el de su cuarto es vital tanto para su disfrute como para nuestra tranquilidad.

La cerámica es fría; la madera, delicada; los laminados, sintéticos... ¿Qué nos queda? Prueba con una de las nuevas alfombras vinílicas, que pueden incluso confeccionarse a medida o incluso con un suelo de corcho o linóleo, compuestos por materiales naturales con una gran capacidad aislante, flexibles y ecológicos.

Una buena base

Envalentonados por la facilidad de instalación de los laminados ,colocasteis el suelo sin ayuda profesional y ahora... ¿cruje?, ¿se mueve?, ¿se levanta? Es cierto que este tipo de pavimentos no requiere muchos conocimientos técnicos, ya que las lamas se encajan entre sí mediante un mecanismo de clic que hace innecesario incluso el adhesivo, pero también lo es que si la base sobre la que se instala no está bien nivelada y aislada de la humedad, el resultado será cuando menos chapucero.

La buena noticia es que existen complementos como las láminas y pastas niveladoras para preparar el sustrato, así como bases especiales para reducir el ruido a hueco de las pisadas, que ayudan a corregir estos problemas. Por no hablar de los instaladores profesionales...

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