Los mejores salones de noviembre de la revista El Mueble: 20 FOTOS e ideas de los más acogedores, luminosos y elegantes

Noviembre y diciembre suelen ser de los meses más fríos; por eso, conviene integrar una chimenea en el salón, de leña clásica como esta, o de pellets, etanol o eléctrica, más modernas. Este salón rústico, cálido y artesanal, se integra a la perfección con el entorno de montaña gracias a la madera. Las interioristas Gabriela Conde y Sylvia Preslar han revestido la pared de la chimenea de roble con espacio para librería y leñero. Las mesas redondas dan movimiento a la estancia y el espejo de pie, apoyado en el suelo, amplitud y desenfado.  ¡Qué salón tan agradable!

La embocadura de esta chimenea nos ha enamorado, como los sofás ribeteados con tachuelas, la ventana de cuarterones tan british o la fantástica librería que se extiende por el escritorio, ubicado en un nivel superior. Los cojines en beige y verde se han elegido en perfecta sintonía con los colores del cuadro. El proyecto lo firman Marta Noguera y Malena Maldonado. Sin duda es otro de nuestros salones favoritos.

¿Quieres decorar un salón rústico para que sea perfecto para pasar la estación más fría? Como seguro que tendrá vigas en el techo como este, acláralas y barnízalas para evitar que la madera amarillee. Luego, puedes equiparlo con sofás diferentes en color y tejido, piezas de pelo y cojines de cuadros que lo abriguen. Así lo ha hecho aquí la interiorista Carme Caubet para darle esa sensación tan cálida de refugio.

Nuestra estilista Olga Gil-Vernet, nos demuestra cómo un mismo salón puede verse totalmente distinto, cambiando los colores. ¿Claro u oscuro?, ¿con cuál te quedas?

La interiorista Eva Baena firma la decoración de este salón elegante, luminoso y sereno. Y todo gracias a las molduras, las amplias ventanas y la elección de tonos tierra en los textiles con textura.

Manta, sofá y chimenea. ¿Qué más se puede pedir para una tarde de frío? Este salón de invierno demuestra que, con una acertada elección de los textiles, puedes montarte tu estar para esta estación sin problemas. Mantas de lana o franela, texturas abrigadas, motivos y colores cosy...   

A veces las casas antiguas están repletas de elementos originales llenos de encanto, como vidrieras de colores, molduras, bóvedas... Es lo que le ocurrió a este salón. La interiorista Gemma Gallego no solo los respetó sino que los ensalzó al máximo. Dispuso el estar aprovechando las ventanas del mirador. Amplió la boca de la chimenea cuyo tiro era pequeño y amuebló el salón en blanco, beige y madera. El resultado es un espacio luminoso y señorial.

Actualizar un salón clásico y hacerlo atemporal es el objetivo de muchos de los salones de El Mueble. Este de la imagen partía con buena base: un mueble tipo boiserie cuya madera oscura lo desmerecía. El Estudio Martínez Elorza le sacó todo su jugo pintándolo de un atrevido y sosegado color verde para darle personalidad. Al sofá blanco lo acompañaron de butacas modernas y un par de mesas bajas y discretas.

Suelo de espiga en madera clara, mobiliario en blanco y pinceladas de verde fueron las claves de este salón proyectado por Ignacio Dávalos. ¿Su mejor truco para que pareciera más amplio y luminoso? Diseñar el mueble del salón con puertas acristaladas. ¡Todo un éxito!

Este salón amueblado por Emma Arenzana nos encanta por sus techos altos, sus vistas a la piscina con jardín, la presencia de plantas en el interior y por su porte recogido en torno a la chimenea. Las maderas brutas de las mesas y la butaca y la fibra en la amplia alfombra le dan ese toque de calidez atemporal tan de El Mueble.

Natalia Zubizarreta es la autora de este salón moderno. Lo ha equipado con sofás con patas y tapizado en gris y dos butacas que combinan tela beige con metal dorado. En el centro, dos mesas idénticas de madera y sobre de cristal hacen de puntos de luz. La presencia de una columna es la excusa perfecta para separar el salón del comedor de forma natural.

Y entre los mejores salones de noviembre se ha colado este a medida, diseñado por Anna Vendrell. Se trata de una zona de estar pequeña, pero con todas las comodidades de una grande: mesa de centro en madera para dar calidez, sofá que se ajusta al espacio como un guante, librería detrás para libros y objetos y dos pufs para estirar las piernas. ¡Estar sentada en el sofá dándote el solecito por la ventana debe ser una gozada!

La gran protagonista de este luminoso salón es la vegetación del patio que lo rodea. Para ello, Loopa Studio eligió tonos blancos, crudos y cremas en paredes, suelos y mobiliario. Los toques dorados le dan sofisticación y los textiles azules y verdes se mimetizan con el exterior.

Si te gustaría que tu salón fuera práctico, acogedor y con estilo, aquí tienes inspiración a raudales. Bárbara Serra optó por equiparlo con un sofá rinconero para ganar plazas y un par de butacas de respaldo alto, súper cómodas. Lo completó con un mueble bajo tipo mirador con almacenamiento inferior, baldas ligeras y un espejo de cuadrícula que amplía sus dimensiones. Un kilim étnico le aporta la dosis justa de energía. ¿No te parece perfecto?

Si no quieres abrir por completo tu salón al comedor, fíjate en esta idea que nos sugiere el Estudio Martínez Elorza: instalar una puerta corredera que lo separa y lo comunica a la vez. ¿No es ideal? Lácalo en blanco para darle mayor luminosidad, como hicieron aquí. Por eso es uno de nuestros salones favoritos de noviembre. 

¿Quieres un salón fresco y sereno? Este, decorado por Asun Antó, te va a servir de inspiración. En él dominan los tonos piedra y arena junto con un delicado verde agua. Abierto al comedor, la madera de roble clarita, los linos y el ratán sirven de hilo conductor en ambas estancias. Si te fijas, este es otro ejemplo de salón sencillo que huye de lo recargado. ¡Nos encanta!

El límite entre exterior e interior se rompe en este salón gracias al revestimiento elegido: una pared de piedra vista trabajada y montada pieza a pieza. Este proyecto de ST Interiorismo hace que el porche y el salón se fundan en uno solo, tan solo separados por una corredera acristalada. Para amueblarlo eligieron tres sofás y cuatro mesitas idénticas en madera y metal. Y para los textiles, tonos alegres que van del beige al terracota. ¡Nos gusta este salón urbano con espíritu de masía!

Hace tiempo que el minimalismo planea por nuestros salones. Se trata de amueblar con las piezas precisas para darle más protagonismo al entorno. En este salón se palpa un espíritu práctico, sencillo y ligero en los muebles de obra, en el blanco luminoso que todo lo impregna y en las piezas de madera y fibra que le dan calidez. El toque alegre y divertido lo ponen la lámpara y los textiles naranjas, que nos recuerdan a la colección Valencia, de Maisons du Monde. ¿Quieres conocer las claves de un salón minimalista?

Junto con el verde, otros colores que encabezan el ranking de los salones top son los azules y grises. Este de la imagen, luminoso y tranquilo, parece que está anclado en modo vacaciones. Y todo por esa sensación de frescura que lo arropa, gracias a los textiles y al cuadro, convertido en foco de atención. Es un proyecto de Estela López y nos parece perfecto para un salón de noviembre.

¡Nos encantan los salones abiertos de par en par! Con ventanales súper grandes que lo iluminen a tope y den esa sensación de amplitud y de vida al exterior. Máxime, si como este, tiene magníficas vistas a la montaña. Amoca Arquitectos lo abrió por completo al comedor y Dafne Vijande lo equipó con asientos neutros y redondeados, madera y un mueble que reúne la chimenea y baldas decorativas.