30 ideas 'low cost' de decoración para transformar tu casa de la playa o del pueblo

A un apartamento de verano siempre llegan invitados. Por lo que, un sofá cama es una inversión que merece la pena. Los más cómodos son los desplegables con el sistema italiano: la cama es fácil de extraer y ofrece un colchón doble sin hendidura.

Es una manera de actualizar el sofá, sumar estilo y dar un look muy relajado, perfecto en verano. Las "fundas fantasma" están de moda y no buscan adaptarse mucho a la pieza, sino cubrirla, por lo que resultan informales y fáciles de poner. Otra opción más económica son las fundas adaptables (desde 20€ en Amazon).

A partir de unos 15 € encuentras fundas de cojines resultonas. Elige tejidos livianos y luminosos, como linos, algodones y lonetas en colores frescos. Si buscas un cambio más llamativo, apuesta por estampados florales, que suelen ser de colores alegres; y atrévete con toques de fucsia o amarillo flúor, muy de moda.

Elígelas de lino o algodón –son más frescas– y de trama abierta: dan intimidad y evitan que el sol entre en casa, pero también dejan que se filtre la brisa y haya movimiento. Hay cortinas que se venden confeccionadas desde 30 €.

Multiplica la sensación de espacio abierto con una pared de espejos que refleje tu terraza. Para un efecto más decorativo elígelo con cuarterones o con el cristal envejecido, que resulta más cálido. Una pared de espejo de 2,5 x 3,5 m como la de este salón vale unos 750 €.

Si en tu apartamento pusiste esos muebles que no usabas y están desfasados , ¡píntalos con chalk paint! Estrenarás mueble por muy poco dinero. Y no solo blancos, que siempre funciona. Atrévete con colores en pequeñas piezas, como este aparador en azul grisáceo.

Para aprovechar bien el espacio, una librería de Pladur, de pared a pared, es una inversión que dura muchos años.Te costará unos 1.000 € y puedes darle un acabado a la cal para conseguir un aspecto natural.

Si cuentas con una ventana-mirador, como la de este salón, aprovéchala con un banco de obra (de 150 cm y de Pladur, unos 500 €). Sumarás plazas de asiento en el salón sin hipotecar las vistas y ganarás un rincón chill-out polivalente. Equípalo con una colchoneta mullida y cojines para que sea más cómodo y aprovecha la parte inferior con cestas para guardar.

Las de algodón son resistentes al calor, lavables y absorben la humedad. Las de fibras naturales dan un look fresquito en verano. Las de bambú y yute son muy suaves.

El microcemento es ideal para reformas porque es hiperflexible y se puede aplicar sobre cualquier superficie –excepto madera–, sin necesidad ni de limar las puertas, porque tiene solo 2 mm de grosor. Es un material continuo que va bien en pisos pequeños, porque otorga sensación de amplitud. La aplicación requiere al menos 3 días. Cuesta unos 70 €/m².

¿La madera de las puertas se ha estropeado por el sol? Píntalas y tu apartamento de verano parecerá otro, como ha hecho en este piso la decoradora Natalia Zubizarreta. Es básico aplicarle una imprimación, porque la pintura se adherirá mejor y evitarás que salte al primer golpe. Lo ideal es dar tres capas de pintura de esmalte al agua. Las bisagras también se pueden pintar igual que las puertas. Si prefieres contratar a un profesional, calcula desde 60 €/por puerta.

Si no quieres meterte en obras, lo mejor es una corredera vista. Pero deberás tener una pared libre de al menos el doble de lo que mide la puerta para que la hoja pueda desplazarse. Grandes superficies como Leroy Merlin ofrecen kits DIY que puedes instalar sin ser un manitas por menos de 100 €.

“Para un look más natural e informal, puedes forrar las paredes del salón con madera de pino: es muy económica (unos 50 €/m) y da muy buenos resultados. Puedes dejarla en su color natural solo barnizando o pintarla en algún color que deje ver sus vetas y nudos", recomienda la decoradora Natalia Zubizarreta. Otra opción que nunca falla es lacar el arrimadero en blanco, que además multiplica la luz. 

¿Tienes una colección de láminas con motivos marineros? Enmárcalas y haz una composición jugando con diferentes tamaños o marcos. Si no quieres colgarlas, apóyalas en un mueble, ¡quedan genial!

Recorre los mercadillos artesanos y busca en ellos artesanía a juego con tu decoración, aunque el truco es limitar sus colores a un máximo de dos. Puedes colocar jarrones o damajuanas en grupos de tres.

Si tu apartamento de verano es mini, inspírate en la idea de la decoradora Lory Hansen, de A Touch of Class: una mesa plegable que queda oculta bajo la librería cuando no se usa.

Es la mejor manera de ganar sensación de amplitud. Es básico contar con el asesoramiento de un profesional para asegurarte de que puedes derribar la pared. Si es un muro de carga, la alternativa más económica es abrir un pasaplatos (de 1 x 1 m, desde 600 €). Si puedes derribar el tabique, ten en cuenta que deberás modificar la instalación eléctrica, y el suelo y el techo se verán afectados.

¡Y despídete del look setentero por muy poco dinero! No necesitas imprimación y puedes pintar todo tipo de azulejos. Lo mejor es un esmalte especial para cocinas y baños. Tienen una excelente adherencia y un resultado final más resistente. ¿Te atreves? Con este paso a paso para pintar azulejos será muy fácil. 

Una manera rápida y económica de actualizar la cocina es pintando sus frentes. Pero, si están en mal estado, lo mejor sin necesidad de cambiar la cocina, es cambiar solo los frentes de puertas y armarios. En una casa de cocinas te lo calculan a medida y eliges el color que más te guste. Para una cocina de un frente, de unos 3 metros de largo, este trabajo rondará unos 600 €.

El sol, la humedad, el salitre... dañan la tarima de exterior. Puedes decaparla mediante una máquina especial de agua a presión y una pulidora y, una vez decapada, se puede pintar con pinturas para tarima. Un profesional cobra desde 20 €/ m².

Unos colgadores para sombreros o capazos, que además decoran mucho, y un banco para descalzarse al llegar a casa te bastarán para crear un coqueto rincón en el recibidor para los gadgets de la playa.

¡Nunca sobran! Son muy baratos –los hay por menos de10 €– y hacen más acogedor el recibidor. Además, son perfectos para guardar desde los juguetes de la playa hasta las chanclas o tu capazo: y la arena no entra en casa. También puedes usarlos a modo de original "macetero", como aquí. 

La opción más low cost es darle una mano de pintura. Un truco: píntalas del color de la pared y se integrarán mejor en la decoración, como ha hecho en este dormitorio la decoradora Natalia Zubizarreta. Si decides cambiar las puertas, las más baratas son las laminadas y lisas, desde 120 €/u colocada.

Es una solución ideal en apartamentos pequeños, porque en una estructura de solo 15 cm de fondo puedes integrar las mesillas voladas –sitúalas a unos 20 cm de la cama para que sean accesibles– y usar el sobre del cabecero a modo de repisa extra. Un cabecero de Pladur de 250 x 140 cm vale unos 800 €.

La pared del cabecero es la que más decorativa queda. Puedes buscar algún estampado marinero, o apostar por rayas azules o flores muy finitas. Un profesional te cobrará entre 16 € y 20 € / m², más el papel, entre 20 y 80 €. En total, calcula unos 300€ para empapelar esa pared.

El lino es el material estrella: es muy fresco y su look es informal. Las sábanas de lino lavado a la piedra tienen ya un ciclo de lavado, son mucho más suaves y no necesitan plancha. Elige una base blanca, que da el máximo de luz al dormitorio, y deja el color para cojines y plaids.

Los sombreros que ya no usas (y que tanto abultan) quedan genial colgados en la pared. Haz una composición con dos o tres . Puedes colgar tus pañuelos, capazos y flores a su lado, como en la foto.

A los apartamentos suelen llegar invitados de los hijos, por lo que una litera viene muy bien. Si la haces a medida, como en este dormitorio, puedes reducir el colchón de 90 a 80 cm. Píntala de blanco para que abulte menos visualmente.

Revestir las paredes del dormitorio de los niños con listones de madera a modo de cabañita es perfecto: protege las paredes de roces y golpes y, a la vez, da un look ‘country’ y desenfadado muy decorativo. Aunque puedes lacar las lamas, la opción más económica es pintarlas. Queda muy bien que se entrevea la veta y los nudos de la madera. Si optas por la madera natural, en vez de MDF, el pino y el fresno son las más habituales (unos 50 €/m²).

¡Y tú y los tuyos dormiréis fresquitos ! Los nuevos diseños son muy silenciosos y crean una sensación de brisa muy agradable. Y su consumo es mucho menor que el del aire acondicionado, además de más saludable.