Antes y después: de casa en la playa sosa y mal decorada a OASIS playero con terraza perfecta para disfrutar el verano // CON PLANOS

Los exteriores de la casa estaban muy desaprovechados. Había espacio suficiente para poner un porche con sofás, una mesa de comedor y una zona chill out cerca de la piscina. Pero como en este trozo de porche cubierto, para lo único que servía esta parte de la casa era para hacer de trastero. ¡Había que darle una función!

Al final, los exteriores de la casa se dividieron en tres zonas diferenciadas: un ambiente de estar, uno de comedor exterior y una zona para bañarse y descansar alrededor de la piscina. En el comedor exterior pusieron una bonita mesa de madera con bancos a juego, con toques decorativos de fibras naturales. 

El jardín era el corazón de la casa. Pero no invitaba al relax ni a pasar tiempo en él, pues el mobiliario era feúcho e incómodo. ¡No era nada del otro mundo!

Antes no apetecía pasar tiempo fuera, y ahora los propietarios no van a querer entrar en casa. Los ambientes entre el comedor y la zona de la piscina se separaron visualmente con nuevo mobiliario y con unas jardineras que, además, protegen al porche del agua de la piscina y la lluvia.

Seguramente esta piscina es la que enamoró a sus dueños, pero desde hacía antes que había perdido su esplendor. Hacía falta darle un toque actual para volver a disfrutar de ella. 

Como la piscina estaba en el centro del jardín, Pia Capdevila decidió que esta tomara más protagonismo en la zona exterior y decidió hacer una puesta a punto de la piscina colocando una nueva tarima de madera que cubriera los tres espacios proyectados para dar sensación de continuidad. 

"Cuando llegamos, nos encontramos con una casa estéticamente pasada de moda que, además, tenía un problema grave de falta de aprovechamiento de espacios y capacidad de almacenaje", explica Pia Capdevila, interiorista al frente de la reforma. En la planta baja querían respetar la zona abierta de salón a comedor, pero cambiando su esencia con la decoración. 

Al ser una planta muy rectangular con salida al porche y al jardín, lo primero que hizo la interiorista fue redistribuir la zona de salón y la de comedor para que la luz natural del exterior bañara toda esta parte de la casa, evitando la sensación de punto de fuga alargada.

Antes la decoración no llamaba la atención y algunos muebles estaban desfasados. La interiorista decidió apostar por una pintura y decoración mucho más neutra en la vivienda. Solo destacan algunos estampados y colores a través del papel pintado y los textiles en los dormitorios. 

Para conseguir una zona abierta de salón y comedor, y poder ganar espacio de almacenaje, se priorizaron las vistas hacia el jardín desde el comedor, mientras que en el salón el cómodo sofá rinconero con chaiselongue se colocó de espaldas al exterior para así poder usar toda la pared lineal de la planta para ubicar mobiliario de almacenaje tanto del salón como del comedor. ¡Ideal!

Siempre lleno de papeles y objetos, el comedor estaba muy desaprovechado. Había muchos metros cuadrados a los que no se les sacaba partido y no era para nada práctico. Necesitaba un lavado de cara que le sumara también funcionalidad y calidez. 

La mesa de comedor es un diseño a medida de la interiorista para ocho comensales, dos de los laterales para cuatro comensales con sillas y el resto con un banco a medida en forma de L para cuatro comensales más y con almacenaje interior. "Para decorar el comedor, pensamos  en crear una pieza que, además de aportar espacio de almacenaje, nos quedara bien recogido en modo de cuadrado con la pared de la cocina", explica Pia.

La cocina también tenía una forma alargada que le restaba practicidad. Además, los muebles oscuros y envejecidos solo hacían que sumar puntos a esa sensación de "tubo". La interiorista planteó un diseño muy funcional en el que se pudiera trabajar cómodamente, que reflejara un espacio acogedor donde pasar ratos en familia y donde todo tuviera su sitio. 

¡Mira qué bonita está ahora! El mobiliario se escogió en tonos arena, muy en línea con los proyectos del estudio de Pia Capdevila, con encimeras blancas con el antepecho de madera. La madera también está presente tanto en el suelo como en algunos accesorios decorativos. A través de una ventana practicable que comunica visualmente la cocina con el salón-comedor se ha conseguido llevar la luz natural de esa zona hasta la cocina. 

En esta misma planta había una habitación que no se sabía muy bien cuál era su función. Inicialmente, hacía de despacho, pero los dueños la utilizaban más bien para guardar cosas. En general, nadie solía utilizarla desde hace años y los muebles oscurecían la estancia, además de estar bastante desfasados. 

Después de la reforma se decidió destinar este espacio a hacer una habitación de invitados, que hace a su vez las funciones de pequeña oficina o "home office". Para poder convertirla en una u otra, según las necesidades de cada momento, se instaló una cama abatible doble que ocupa toda una pared que, una vez oculta, no molesta. De esta manera se consiguió una habitación extra en la planta con doble función, acogedora y cómoda.

En la distribución original, la primera planta seguía encajando bien con las necesidades de los propietarios así que la interiorista no la modificó estructuralmente, pero sí que hizo un replanteamiento de los espacios de toda la zona. Sin duda, la habitación del hijo necesitaba un poco de "chapa y pintura".

La habitación infantil se decoró con un look infantil en paredes, textiles y complementos, pero con un diseño de mobiliario pensado para que pudiera crecer con él a lo largo de los años, siendo un diseño adaptable tanto para la infancia, la adolescencia e incluso como habitación para un adulto. Ahora hay una cama muy funcional con tres niveles que alberga una cama principal, varios cajones de almacenaje y una cama nido para posibles invitados. Para el cabecero de la cama se diseñó un mueble a medida con gran capacidad de almacenaje. ¡Mucho mejor!

El pasillo antes comunicaba el baño con el dormitorio principal y no tenía ninguna otra función. Pia Capdevila decidió redistribuir la suite con tres zonas diferenciadas: baño, vestidor y zona de dormir, rediseñando así el espacio original para aportar una lógica de almacenaje. 

¡Es ideal! Para ganar metros cuadrados, la interiorista decidió que la mejor solución para crear un vestidor de ensueño era robar varios metros al baño original de la suite. Así se ha priorizado la máxima capacidad teniendo en cuenta que el pasillo era un espacio pequeño. 

La zona de dormir era mejorable. A pesar de tener una ventana por la que entraba mucha luz y una cama grande, tanto el estilo como la decoración necesitaban un empujón. Reorganizaron los muebles y los cambiaron por unos más bonitos. 

El dormitorio en suite lo dividieron en dos zonas a través de una pared que las separa, que, por un lado, hace las funciones de cabecero de la cama y por el otro es un armario en forma de U que crea un pequeño vestidor. “De esta manera, no solo hemos aumentado la cantidad de espacio de almacenaje, sino que le hemos dado un sentido a la distribución de espacios de la suite”, explica Pia Capdevila. 

La interiorista también explica que “al girar la cama y colocarla en la pared de la trasera del armario nos quedamos con poco espacio para dos mesitas de noche, así que diseñamos un cabecero original del mismo material que el suelo para dar continuidad visual, con una mesita de noche a uno de los lados y una pequeña repisa a lo largo de todo el cabecero para tener una superficie de apoyo”. Al cabecero se le añadió también un lineal de luz indirecta y dos apliques de lectura a cada uno de los lados. Otra de las claves de almacenaje de esta estancia, es el canapé tapizado con almacenaje en el interior.

El baño tenía unas baldosas oscuras que lo hacían más visualmente más pequeño. Los inodoros tenían fallos y necesitaban ser renovados. Sin duda, no parecía un baño a la altura de una suite romántica. 

Al espacio original se le han quitado varios metros para dárselos al vestidor, así que se ha priorizado la máxima capacidad teniendo en cuenta que es un baño pequeño. Se ha escogido un mueble y una ducha muy funcionales con las medidas justas y se ha creado una repisa que ha permitido crear unos huecos decorativos en el interior de la ducha, al mismo tiempo que da una zona extra de apoyo en la zona del lavabo. 

En la buhardilla reinaba el caos: estaba toda llena de papeles y no era un espacio agradable en el cual concentrarse. “Enseguida vimos que la buhardilla de la tercera planta de la vivienda era el espacio ideal para diseñar el despacho que la propiedad necesitaba, ya que uno de ellos trabaja desde casa", explica Pia Capdevila.

Ahora, la buhardilla es una habitación mucho más funcional, acogedora y con luz natural. Durante la reforma se cambió el suelo por uno de madera igual que el resto de la vivienda, se pintó el techo que originalmente era de madera oscura en blanco lacado para duplicar la luz natural, se añadieron muebles de oficina a medida también lacados en blanco, pero con aplicaciones en madera, y se ubicaron los espacios de trabajo frente a las vistas para que pudieran disfrutar de luz natural directa. ¡Parece una casa totalmente distinta!

El corazón de la casa es la planta baja y también es la que más utilizan los propietarios. Pia Capdevila ha conseguido sacarle mucho más partido a la vivienda, pero sin hacer grandes cambios ni reformas. Una organización útil, unos muebles funcionales y bonitos y una redistribución de alguna estancia ha sido suficiente para que esta casa parezca totalmente nueva. ¡Nos encanta!

La distribución ahora es mucho más lógica y funcional, con mucho espacio de almacenaje. Esto permitirá a los miembros de la casa disfrutar de sus dormitorios al completo. 

En la segunda planta era complicado cambiar la distribución porque todo estaba en la misma estancia. Sin embargo, con la ayuda de los muebles, no ha sido necesario tirar tabiques ni hacer una gran reforma para lograr el cambio necesario.