Enamórate de tu casa

Esta es la historia de un flechazo

Dicen que cuando te cruzas con el amor de tu vida lo sabes. Y que esa oportunidad puede que sólo se te presente un par de veces en la vida. ¿También con las casas?

Carolina González Miranda

Periodista especializada en decoración. Directora adjunta de El Mueble

Actualizado a 24 de enero de 2018, 17:41

¿Por qué uno se enamora de una casa en cuanto la ve? ¿Qué hace que la pise y diga ‘aquí quiero vivir’? ¡En la historia de hoy hubo amor a primera vista! Lola se dio cuenta de esa oportunidad, ese flechazo único, con esta casa, ¡y la cazó al vuelo! Fue entrar a este piso y saber que este era el lugar. ¡Es aquí!, dijeron y sintieron. ¿Sus razones para este 'sí, queremos' tan decidido? “La casa es toda exterior y eso hace que sea muy bonita y luminosa. Y además sus espacios son amplios, lo que la vuelve muy cómoda para vivir en familia”, nos comenta.

Una cocina muy especial

Fue todo un enamoramiento, pero de los adultos. De esos en los que amas al otro, pero conoces sus defectillos. Así que se embarcaron en una reforma integral, para que el amor fuera completo. “Uno de los puntos clave fue agrandar la cocina. Antes teníamos cocina americana y a mí me apetecía tener ahora una gran cocina con su office, ¡un espacio donde compartir!”. 'Eso es amor', pensamos nosotros.

“Movimos muros y metimos una isla y ha quedado muy cuadrada, nos cabe una mesa amplia y eso es fantástico. ¿El color? En realidad salió porque lo que elegí primero fue el papel pintado de las teteras, que me encantaba. De los tonos que combinaban, el verde más cálido fue éste. Es alegre, es como una zona de estar los niños y sus amigos, pueden hacer deberes aquí, cenamos aquí... Es un espacio donde estar juntos. Y en la isla tengo cajones dobles, con mucha capacidad de almacenamiento, ¡es genial!". Además de ideal para tantos buenos momentos en familia.

La distribución ideal

¿Y qué hay de salón y comedor? “Hacen una L que crea áreas diferentes para estar. Los niños pueden jugar en los sofás ‘de diario’ y yo puedo trabajar cerca en el escritorio. En la de diario hemos aprovechado todos los muebles de la antigua casa y hemos puesto ahí unos sofás con estanterías blancas muy prácticas".

Oye, ¡y qué suerte poder trabajar en casa! "En el medio de la L de los salones, puse mi zona de escritorio. En lugar de cortinas, elegí estores porque, al ser todo exterior, quería quitar un poco de luz, pero no dejar de ver las vistas. No quería tapar con cortinas. Detrás del lino, puse estores opacos para hacer un efecto persiana y que no quedara muy transparente", nos sopla Lola. ¡Buen dato!

¿Y en el dormitorio? "Mi cuarto está pintado y no tiene papel, porque ya habíamos puesto en otras estancias y no queríamos cansarnos, pese a que a mí ¡me encanta el papel! Aunque el color es el mismo del resto de la casa, algo piedra, con un cabecero de tonos lino, muy suave, con la idea de relajarnos después de un largo día de trabajo y niños”. Que bien sientan el descanso ¡y el amor! al final del día.

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