Qué prefieres: ¿una casa de montaña moderna o la rústica 'de toda la vida'?

¿Una razón para amarlas? Su madera natural, que se enseña sin complejos. En la 'cabaña de toda la vida' predomina la madera sin pulir, de roble o castaño, los tonos oscuros, las vigas toscas y las paredes de troncos o de tablones sin pintar.

Es un infalible, ya que crea una ambiente muy acogedor. Si apuestas por tablones de efecto desgastado conseguirás un look más actual. Y si en todas las paredes te resulta pesado, puedes añadir algún detalle de un color más actual, como este leñero gris piedra. 

Son neutros y naturales, en tejidos con mucha textura. La madera maciza y las piezas funcionales de siempre (taburetes de pastor, armarios robustos, barreños de zinc...) recrean la vida de supervivencia típica de la montaña.

Para no dejar escapar el calor, las ventanas (siempre de madera) son pequeñas y se protegen con cuarterones y porticones batientes. 

Son baños con bañeras exentas de zinc, barreños metálicos, grifería retro y mucha madera.

Suelen ser de maderas claras. Las cabañas modernas tienen aspecto más ligero, con tablones tintados de tonos claros y muy regulares.

Los diseños de los muebles reproducen los modelos de siempre, pero con un punto actual.

La piedra se sustituye por el hierro. Los espacios deben quedar despejados, con piezas de diseño contemporáneo, nórdico y vintage revisado, los aliados para un look más ligero.

La nueva tecnología en cerramientos permite ventanales de perfiles finos y ventanas en el techo sin perder ni un grado de calor. Y recuerda: tanto en los revestimientos de madera como en las vigas y los muebles, el blanco es el rey.