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Piscina con butacas de grignoon de Kave Home.
El Mueble
Piscina en una casa con estilo mediterráneo
Las casas de estilo mediterráneo tienen unos exteriores característicos que influyen en los diseños de las piscinas. Presentan cubiertas inclinadas con azulejos de terracota, pórticos y ventanas que fácilmente transportan a la antigua Grecia. Los porticones en tonos azules ayudan a dar esa sensación de frescura a esta zona.
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Piscina con pavimento de piedra natural con vistas a la fachada de la casa.
El Mueble
Pavimento de piedra natural
Suave, cálida y antideslizante, así luce esta bonita piscina con pavimento de piedra natural y con vistas a la fachada de la casa con estilo rústico.
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Piscina en jardín con pavimento de piedra y gravilla.
El Mueble
Crea tu oasis de calma particular
Esta imagen sin duda nos da mucha paz y tranquilidad. El jardín con muro de piedra y pavimento de grava hacen que la zona exterior de esta casa tenga un aire sofisticado y elegante.
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Piscina revestida en piedra de Bali. Las butacas y el puf, de ratán, son de Zara Home. Lámpara portátil Follow Me Plus, de Inma Bermúdez para Marset.
El Mueble
Calma en el bosque mediterráneo
Esta casa envuelta por pinos, olivos y encinas, se convierte en el refugio perfecto en medio del bosque mediterráneo. Debido a la pronunciada pendiente del terreno se ha compactado la vivienda para ceder más espacio del jardín y con el mismo objetivo se ha diseñado la terraza y la piscina.
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Toalla, de Catalina House.
El Mueble
Una piscina que se funde con el mar
Vaya escena más paridisíaca. El azul turquesa del agua de la piscina, se funde con el azul más oscuro del mar y del cielo, creando una combinación de añiles superveraniega.
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Sofá y butaca Mistral, de Roda. Cojines y pufs de Calma House. Mesa de centro de bambú en La Maison y mesa de centro de piedra, de Roda, en Casamitjana. Alfombra de Calma House y sillas de bambú en Carolina Blue
El Mueble
A dos alturas
A este exterior ¡no le falta de nada! Cuenta con un estar agradabilísimo, así como un pequeño comedor con una mesa redonda y dos butacas y, cómo no, una piscina con vistas al mar. Pero a una altura distinta. ¿Cuándo vamos?
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Hamacas individuales de Maisons du Monde y dobles de Tine K Home.
El Mueble
La piscina de una masía ibicenca
Como las de toda la vida, así es esta piscina, principal protagonista del exterior de esta masía ibicenca ubicada en Mallorca. Nos encanta el detalle de las jardineras clásicas en cada una de las cuatro esquinas de la piscina.
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Tumbones, de Lenne Bjerre, en Stand del Mueble. Mesa auxiliar, de Mestre Paco.
El Mueble
Una piscina rodeada por los pinos
Cuando hace mucho calor, nada como que dé un poco de sombra en la piscina para que sea más agradable el baño. Esta está protegida bajo la sombra de unos enormes pinos. ¡Qué agradable!
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Tumbonas, de Freer Living.
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La protagonista del jardín
Nada como pasarse el día relajado en una de esas tumbonas, a la sombra de esas sombrillas y con esa increíble piscina para relajarse. Lo mejor es que a uno de los lados cuenta también con un espacio con césped en donde tomar el sol, mientras que en el otro, unas plantas con flor que alegran la zona.
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Cojines con palmetas y puffs, de Borondo Beanbegs.
El Mueble
Una piscina dentro de casa
¿Puede haber algo mejor que una piscina dentro de casa? Esta es para una familia numerosa en la que pueden entretenerse en verano y ¡en cualquier época del año!
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Piscina con tumbonas y césped alrededor, al lado de un gran porche con zona para comedor exterior.
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Una piscina familiar
Para las familias numerosas, no hay nada como una buena piscina en la que disfrutar del verano. Para los peques es la mayor diversión, pero también para los mayores. Si además, cuenta con una zona que no cubra será perfecta para relajarse.
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Sombrilla, de Maisons du Monde. Tumbonas, de Unopiù.
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Una piscina elevada
Si no puedes hacer un agujero en la tierra para instalar una piscina, ¡elévala! El composite es un buen material para los suelos de exterior y lo mejor es que ofrece el acabado de la madera, pero con un mantenimiento mínimo.
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Piscina con un sofá de exterior en tonos blancos, mesa auxiliar y alfombra de fibra vegetal.
El Mueble
Solo para ti (o para mí)
No a todo el mundo le gusta el agua o tomar el sol. Pero si a ti sí que te gusta, hazte con muebles cómodos en los que disfrutar de un rato relajado. Una chaise longue, como el de la imagen, con una mesa auxiliar en la que apoyar un té helado y tu lectura de verano, será suficiente.
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Butaca y puff de mimbre, de Sacum.
El Mueble
Un jardín con una superpiscina
¿Os sobra espacio en el jardín? Planifica una piscina de obra, prefabricada de resina o ¡incluso de superficie! Sea como sea tu jardín, no prescindas de ella. ¡Verás cómo cambian tus veranos!
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Butacas de mimbre, de Inthai.
El Mueble
A los pies del porche
Aunque la zona exterior de tu casa de campo o de vacaciones no sea muy grande, no dudes en instalar una piscina. Esta está a los pies del porche, dando lugar a los mejores momentos del verano: del sofá a la piscina, ¡y viceversa!
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Tumbonas, de rafia, de Let's Pause.
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Una piscina con alma marroquí
Esta piscina pertenece a la casa de campo de la interiorista Marta Tobella, donde quiso recrear un patio marroquí. Para ello, la piscina tipo alberca es perfecta para darse un chapuzón y después relajarse en las cómodas tumbonas de fibras que completan el conjunto. Mira cómo es el resto de la casa de la interiorista.
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Colchonetas Small Mattress, rulos y cojines de tartán y alfombra Gofre Terracota, de GanRugs. Faroles de ratán, en Sacum.
El Mueble
Una piscina urbana en una piscina
También las terrazas urbanas pueden contar con piscina –si el forjado permite el peso o se refuerza para poder instalarla–. Si no lo crees, mira como esta piscina complementa a la perfección una terraza a la que no le falta de nada. Mira cómo es esta terraza urbana al detalle.
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Piscina en el exterior de una casa con estilo rústico con pufs de fibras vegetales.
El Mueble
Una piscina alargada en la casa del pueblo
Por un lado, un montón de plantas de exterior. Por el otro, un suelo cómodo que no queme. En medio una piscina alargada en la que ver pasar los meses de verano. ¿Quién dijo que las vacaciones en el pueblo son aburridas?
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Tumbona blanca Marunda, tumbonas de caña Álex y alfombra de Taller de las Indias. Alfombra de colores en Alfombras étnicas y mesa auxiliar de Ikea.
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Una piscina en la casa del pueblo
Aunque tradicional, una casa en el pueblo no tiene por qué prescindir de las mejores comodidades. Así que, ¿por qué no convertir el patio en una piscina en la que relajarse cada verano? Nos encanta que el agua caiga por un caño, como en las albercas de toda la vida.
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Pérgola de forja, diseño de los propietarios con toldos mecanizados. Mesa de hierro forjado y mármol de Travertino, diseño de la propietaria. Sillas de hierro envejecido de Becara. Pavimento de piedra caliza de Colmenar. Vista de la piscina de Lagospool.
El Mueble
Una isla para comer
Pérgola de forja con toldos mecanizados. Mesa de hierro forjado y mármol travertino. Sillas de hierro envejecido, de Becara y pavimento de piedra caliza, de Colmenar. Piscina de Lagospool.
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Jardín con tumbonas de Dada Interiors en Cado. Banco de Coco-Mat. Plantas de Jardiland.
El Mueble
¡Ojo con los árboles!
Si está cerca de ellos, que no sean de hoja perenne. Tumbonas de Dada Interiors, en Cado y banco, de Coco-Mat. Plantas de Jardiland.
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Piscina con vistas al mar y con pavimento de madera.
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Desbordantes
Construir una piscina desbordante es más complicado y caro que una de obra normal, pero es más limpia gracias al flujo constante de agua hacia el canal de caída y crea unas vistas increíbles.
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Vista en picado de la piscina desbordante y el puerto de Andratx. Tumbonas de fibra natural. Pufs de ratán. Junto a la primera tumbona, lámparas de aceite de cerámica y acero inoxidable de Lighthouse de Menu en sa caseta.
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Infinity pool
Es el nombre por el que se conoce a este tipo de piscinas, cuyo borde se fusiona con el paisaje, normalmente el mar, creando una sensación de infinito que une los dos azules.
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Piscina desbordante con butacas y cesta de fibra vegetal.
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Integrada en el paisaje
Las piscinas cada vez se integran más y mejor en su entorno. Esta piscina campestre se acompaña de mobiliario y complementos de fibras naturales para continuar con su look.
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Piscina desbordante con vistas al mar.
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Dónde ubicarla
Siempre hay que buscar la parte más soleada de la casa y protegida del viento, aunque, a la vez, cercana a la vivienda, para que quede integrada y accesible.
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Fachada de la casa de piedra con gran piscina y tumbonas en el exterior.
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Estilos para todos los gustos
La diversidad de piscinas disponibles hoy día es tal que hace que haya una para cada proyecto, tanto en lo que se refiere a materiales y acabados como a formas, dimensiones y accesorios. Hay piscinas de obra, de liner con estructuras de hierro galvanizado, de poliéster, desmontables… Y dentro de cada uno de los tipos podemos encontrar muchas variantes.
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Vista cenital de la piscina con pavimento de madera.
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Los mejores materiales
Básicamente existen tres tipos de piscinas: de hormigón, de poliéster y de acero, aunque también hay soluciones, como la de Steelglass que fusiona lo mejor de cada uno de ellos.
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Piscina con butacas de Ethnicraft y con pavimento de pizarra.
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¿Cuánto cuesta?
Las piscinas de poliéster y liner tienen un precio a partir de unos 8.000 euros mientras que, en lo que se refiere a las de obra, a partir de 15.000 euros ya es un precio que nos puede asegurar una buena ejecución por parte del profesional que la realice.
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Jardín diseñado por el paisajista Eduardo Borés. Piscina tipo alberca. Tumbonas blancas de fibra de vidrio.
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Albercas como las de antes
Son piscinas con un encanto natural difícil de igualar. Jardín diseñado por el paisajista Eduardo Borés. Piscina tipo alberca y tumbonas blancas, de fibra de vidrio. De María Lladó.
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Paisajismo proyectado por Isabel Pallarés. Vista de la piscina y parte del jardín. Tumbona de madera de teca en Habitare. Faroles en Meridiana.
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Toma medidas
La idea es tener un jardín con piscina, no una piscina con jardín. La medida estándar por excelencia, si la superficie del jardín lo permite, es de 8 x 4 m, aunque el número de personas que la vayan a disfrutar es lo que realmente ha de definir sus dimensiones: para una familia de cuatro personas, es suficiente con un modelo de 6 x 3 m.
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Piscina con tumbonas de Pilma. Puf de Calma House.
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Estudia el sol
Que nada pueda hacerle sombra y si está a merced del viento, un murete bien situado puede asegurarte un baño confortable. Los propietarios de esta casa querían que el agua de la piscina fuera turquesa, como la de las playas de Formentera, y por eso pintaron su fondo de color arena, el mismo que el suelo. Tumbonas de Pilma y puf, de Calma House.
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Piscina elevada y de estilo marroquí con tumbonas de India & Pacific.
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Pide permiso
En la mayoría de las poblaciones, la instalación de una piscina va sujeta a un proyecto y a una licencia municipal, lo que también es la mejor arma para contar con una supervisión técnica y que sea realizada por una empresa profesional.
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Jardín con mesa de Antic Centre. Sillas recuperadas de El Rastro de Madrid. Tumbona de Platero.
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El entorno habla
Si el terreno donde se va a instalar la piscina es campestre, haz que su estilo sea adecuado. No es lo mismo pensar en una piscina para un entorno rural, que playero. Mesa de Antic Centre, sillas recuperadas de El Rastro y rumbona de Platero.
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Antigua alberca transformada en piscina.
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Estilo Ibicenco
Aquí convirtieron la alberca en piscina y lo pintaron todo a la cal. Para recuperar una alberca hay que sanear e impermeabilizar sus paredes e instalar un sistema de depuración del agua.
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Piscina con tumbonas y sillas de madera.
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De agua salada
Son las que más se instalan. El agua es mejor para el cuerpo y tampoco afecta a los ojos, en comparación con la clorada.
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Piscina rodeada de césped junto a la casita con dormitorio, cocina y porche.
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El tamaño importa
Pero según lo que pretendas hacer en tu piscina. ¿Nadar? ¿Jugar? ¿Simplemente refrescarte? Sigue leyendo el artículo y verás cuántos metros se aconsejan para cada caso.
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Piscina con pavimento de madera y tumbonas en blanco al lado del comedor de verano.
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Entre piedra y madera
El revestimiento de tarima se ha subido hasta la pared creando un arrimadero a un lado. Este y la pared de madera de enfrente, recogen la piscina y le dan intimidad.
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Piscina con pavimento de piedra de Ménerbes alrededor.
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Piscinas inteligentes
Dentro de un garaje o de una caseta puedes instalar la nueva domótica creada para facilitar el mantenimiento de piscinas. Pavimento de piedra de Ménerbes.
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Piscina en medio del césped con vistas a la fachada de la casa de piedra.
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A ras de césped
Haz que el acceso sea lo más cómodo posible instalando la piscina a ras de suelo. Además, lograrás una imagen limpia y armónica. Mantenerla es la mejor opción para evitar costes de vaciados de piscina o de recuperación con altas cargas de químicos. No hay que olvidar además que tener una piscina en buen estado durante todo el año prolongará la duración de la maquinaria y los revestimientos
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Vista del porche con salón de verano y piscina. Junto a la piscina encontramos almohadones de rayas de Roche Bobois y chaise longue de Greendesign. Pavimento de tarima de Ipe en la zona de la piscina.
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El mejor mantenimiento
Para mantenerla limpia todo el año, lo mejor es dejarla “aletargada” en invierno para “despertarla” al llegar la temporada de baño. No es necesario el clorador salino durante el invierno, ya que bastará con hacer funcionar la piscina apenas una hora diaria para conseguir que el agua esté en perfectas condiciones. Mobiliario de Greendesign, almohadones de rayas de Roche Bobois y tarima de Ipe.
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En el comedor de verano, mesa de Meridiani. Butacas de mimbre de Becara. En el salón de verano, sofá y pufs Box de Point. Pavimento de piedra de Marés.
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Entra con buen pie
Si le pones escaleras, ya sean de piedra o metálicas, tendrás un acceso cómodo y seguro. En el comedor de verano, mesa de Meridiani, butacas de mimbre de Becara y sofá y pufs Box de Point. Pavimento de piedra de Marés.
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Paisajismo proyectado por Vicente Pérez. Vista del porche con salón y comedor de verano desde la piscina. Banco en Vilmupa. Tumbonas de madera de pino y Loneta, en Verdecora.
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Que vienen curvas
No siempre se tiene que apostar por las formas regulares. El paisajismo de este proyecto pertenece a Vicente Pérez. El banco es de Vilmupa y tumbonas de madera de pino y loneta en Verdecora.
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Puf redondo en Cachemir. Lámparas de aplique en Chiqui Barbero. Lámpara de sobremesa y alfombra en Manapany. En la terraza, mesa y sillas de fibras de ratán de Ikea. Puertas, ventanas y contraventanas pintadas de color azul. Pavimento de barro cocido de Artisans y de madera alrededor de la pisina.
El Mueble
La protagonista
Aquí la piscina es el personaje principal del patio. Mesa y sillas de fibra de ratán de Ikea. Pavimento de barro cocina de Artisans y tarima de madera rodeando la piscina, antideslizante para más seguridad.
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Tumbona de William Yeoward en Rialto Living. Pavimento de piedra de Binissalem.
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Puesta a punto
Dependerá del sistema de desinfección con la que esté dotada y, aparte del sistema de desinfección por cloro tradicional existe el de cloración salina, mediante el cual solo deberemos comprobar la cantidad de sal que hay en el agua y reponer la necesaria hasta alcanzar los 4,5-5 gramos por litro para, a continuación, corregir el ph del agua hasta los 7,4-7,6 ideales. Tumbona de William Yeoward, en Rialto Living. Pavimento de piedra de Binissalem.
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Fachada de la casa con piscina con pavimento de marés de Mármoles Sirerol. Piscina de gresite. Tumbonas de teca en La Oca.
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El mantenimiento ideal
Se deben controlar los parámetros de ph y cloro dos veces por semana; la limpieza de filtro, cestas de skimmers y bombas una vez por semana; y la limpieza de la piscina con la barredera una vez por semana. Aquí, pavimento de Marés, de Mármoles Sirerol, piscina de gresite y tumbonas de teca de La Oca.
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Jardín con mesa de metal y sillas de mimbre de Il Magazino. En el porche, sofás de mimbre de Vinçon. Mesa de centro de la Bòbila. Faroles en Azul Tierra.
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Limpieza a fondo
Existen limpiafondos automáticos que se integran en el fondo de las piscinas, robots o incluso filtros que se limpian a sí mismos una vez por semana. Así pues, ahora es posible tener piscinas automáticas que no requieren más que 5 minutos de dedicación a la semana. Mesa de metal y sillas de mimbre en Il Magazino. Faroles en Azul-Tierra.
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Piscina con sofá y tumbona de fibras vegetales.
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La alternativa al cloro
Si bien la desinfección por cloro ha sido la tradicionalmente más empleada –combinada con otros componentes que mejoran la calidad del agua, como antialgas, floculantes, o clarificadores–, los sistemas de electrólisis salina, que evitan la irritación de los ojos y sequedad de la piel, ganan terreno.
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Piscina rodeada de césped con tumbonas de madera y farolillos.
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Natural como la vida misma
En el caso del clorador salino únicamente hay que ajustar electrónicamente la producción de cloro deseada y adaptar el ph, que se puede realizar de forma manual o también de forma automática por medio de una bomba dosificadora, que ‘lee’ el ph del agua y lo corrige, si es necesario, inyectando el producto necesario en dosis muy pequeñas que no causan molestia alguna para los bañistas.
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Piscina con tumbona de El Corte Inglés. Plantas y macetas de Fronda.
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¿Cuánto cuesta mantenerla?
El coste de un mantenimiento correcto durante todo el año de una piscina familiar de unas medidas de 8 x 4 m apenas alcanza los 500 €, contando el producto químico y el gasto energético que provoca. Es posible abaratarlo hasta aproximadamente unos 150 € colocando un clorador salino. Este requiere una inversión de unos 1.300 € pero hace descender el coste de mantenimiento de forma considerable. Tumbona de El Corte Inglés y plantas y macetas de Fronda.
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Porche con mesa con el tablero de piedra, sillas Roma, banco de madera y macetero de madera, todo de Azul-Tierra.
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Pequeñita pero matona
Si tu terraza es pequeña, tu piscina también. Guarda las proporciones y así tu exterior estará equilibrado. Porche con mesa con el tablero de piedra, sillas Roma, banco de madera y macetero, todo de Azul-Tierra.
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Piscina con tumbonas de teca en Casa y Campo. Pavimento de Lamas de madera.
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Seguridad ante todo
En general, tanto el perímetro de la piscina, como las escaleras y complementos, tienen que ser de materiales antideslizantes y sin bordes cortantes. Es importante que las escaleras para el acceso o evacuación de la piscina estén bien ancladas y que dispongan de peldaños de seguridad con superficie antideslizante para evitar resbalones y caídas.
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Piscina con tumbona de Kettal. Sillón metálico ovalado, diseño de Pedro Peña.
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Alarma frente a hundimiento
Las alarmas para piscinas indican la intrusión de un objeto, animal o inmersión por movimiento de agua. Al tratarse de un detector, no es preventivo pero sí ayuda a poder actuar con rapidez.
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Jardín con piscina con pavimento de madera. Tumbonas de diseño de Cristina Franch.
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¿Qué es una piscina prefabricada?
Una piscina prefabricada es una piscina compacta de una sola pieza y fabricada mediante moldes a partir de resinas de poliéster y fibra de vidrio. Como el poliéster es un material creado especialmente para el agua, el resultado es un vaso totalmente estanco, sin problemas de fugas –no hay juntas– y que, gracias a su flexibilidad, minimiza la posibilidad de rotura. Tumbonas diseño de Cristina Franch.
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Piscina con pavimento de lamas de madera. Faroles de Meridiana.
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Rápidas y fáciles de instalar
Las piscinas prefabricadas deben estar realizadas con resinas antiácidas y antiósmosis y no tener aristas. Conviene comprobar siempre la fecha de fabricación. La garantía de 20 años que ofrecen los principales fabricantes de piscinas son un buen indicador del grado de resistencia de estas piscinas. Faroles de Meridiana.
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Piscina con tumbonas de teca, de Room 603, en 8 ULLS. Pavimento de piedra.
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Calor, color
El característico vaso liso y homogéneo de las piscinas prefabricadas sí permite la posibilidad de personalización en cuanto a colores, totalmente testados frente al envejecimiento y los rayos UV. El acabado en azul y blanco está de moda, aunque una piscina prefabricada se puede hacer en cualquier color.
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Vista del jardín y la piscina con barandilla de cristal y pérgola con toldo.
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Con pérgolas, carpas o cenadores
Si colocas una carpa, cenador o pérgola cerca de la piscina, te asegurarás de tener una bonita y confortable zona de sombra.
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Piscina con tumbonas en Luz & Ambiente. Pavimento de Terracota de Álvaro Guadaño.
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La tumbona, su compañera inseparable
La piscina ha de estar bien acompañada por una cómodas tumbonas. De madera, fibras naturales, aluminio o resina, los mejores diseños apuestan por la resistencia y la ergonomía. Aquí, tumbonas de Luz & Ambiente. Pavimento de terracota, de Álvaro Guadaño.
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Piscina junto al cenador exterior.
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¡Hasta unas camas!
En esta piscinas sus dueños han ido más allá y han colocado un par de camas de forja en una estructura de madera, para dormir siestas veraniegas a la sombra.
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Mesa de centro de La casa de la abuela, lámpara de techo de El trastero de Macarena y alfombra de Fernando Moreno.
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¿Qué es una piscina de acero?
Una en la que las paredes son de acero, el suelo de hormigón y donde todo el conjunto está revestido con un material que le da la estanqueidad. Generalmente, ese material suele ser PVC o lámina armada con una malla intermedia que le aporta grosor y rigidez.
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Piscina con tumbonas de madera y colchonetas blancas. Cojines de lino y pareo de Aquitania.
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Sus ventajas
No solo son resistentes, sino que pueden ser colocadas en cualquier terreno, incluidos los inestables donde cualquier movimiento de la tierra podría llegar a agrietar una piscina de hormigón.
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Piscina con pavimento de piedra y tumbonas de madera.
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Todoterreno
Las piscinas de acero son, de hecho, perfectas para ponerse en lugares con pendientes o donde hay cambios bruscos de temperatura. Si la piscina se mueve o se rompe la estructura, esta no pierde la estanqueidad porque el revestimiento de PVC es elástico.
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Piscina con tumbonas de Leroy Merlin.
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Piscinas ecológicas
Emulando al funcionamiento de ríos y lagos naturales, una piscina ecológica o bioclimática usa los principios de la fitodepuración para obtener un agua apta para el baño. Se trata de incorporar al jardín o zona exterior de la casa un ecosistema autosuficiente, que se puede disfrutar todo el año para el baño o como rincón ornamental. Se emplean plantas acuáticas y gravas para depurar el agua, incluso peces, renunciando al uso de productos químicos.
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Piscina con vistas al mar y con tumbonas de Greendesign.
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Cuestión de espacio
Una piscina natural necesita más espacio que una convencional debido a la zona de depuración. Con nuestro clima, diseñar una zona de depuración muy grande es innecesario. Con una buena circulación de agua, se puede construir una piscina natural, dedicando un espacio pequeño a plantas.
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Piscina con tumbonas de Ploss con cojines en color verde.
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Un poco más caras
Una piscina de estilo natural –sin albañilería–, puede hacerse a partir de 13.500 euros; una seminatural –similar a las convencionales pero con playas periféricas– puede tener un coste a partir de los 16.000 euros. En esta piscina, tumbonas de Ploss.
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Piscina con pavimento de baldosas de piedra con tumbonas de mimbre de Pantay.
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Vida salvaje
El color del agua de una piscina natural, aunque esté perfectamente limpia, se ve en el mejor caso azul turquesa por el biosistema. Además, al ser un entorno vivo, atrae a la vida… Un biotipo natural conlleva todo lo que se desarrolla en el mismo: anfibios, pájaros que vendrán a beber, insectos, peces y toda la diversidad de animales autóctonos.
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Piscina en medio del césped junto al porche con comedor exterior. Mobiliario de Aquitania y plantas de Bosc.
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Valor añadido
Un refrescante baño tras un caluroso día, unos largos para iniciar la mañana con energía, una refrescante fiesta con amigos… Una piscina privada aporta un sinfín de atractivos a una vivienda, por no hablar de un mayor valor añadido en caso de venta. Mobiliario de Aquitania y plantas de Bosc.
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Piscina en medio del porche con comedor de verano con butacas de fibras vegetales.
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Escoge la tuya
Hay tantos tipos de piscinas como personas dispuestas a disfrutar al máximo de su jardín, por lo que cada vez son más personalizadas y conviene escoger un sistema constructivo y un revestimiento que cuente con una amplia gama de diseños y colores.
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Piscina con tumbonas de madera y lona blanca
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Pide presupuesto
Son totalmente gratuitos y sin compromiso. Pide mínimo tres presupuestos a tres diferentes profesionales, que visiten la casa y te asesoren. También es conveniente visitar los trabajos previos realizados por estas empresas.
Tu piscina debe estar hecha para ti. Debe adecuarse al terreno que tienes y a tus necesidades y, para disfrutar de verdad, tienes que poder olvidarte de ellas: "El futuro está en la piscina conectada, que te permita olvidarte de mantenerla y que siempre esté lista para que te sumerjas", afirma David Tapias, director de R&D+I de Fluidra. O sea, el binomio piscina-trabajo se ha agotado. Hoy, piscina es placer.
Ojos que no pican
La electrolisis de sal es el sistema de desinfección de agua (unos 800 la maquinaria) que triunfa "porque no seca la piel ni escuece los ojos, como el cloro", cuenta Tapias. La sal no pica, porque su dosis es mínima.
¿Dónde pongo la piscina?
Aquí sí: En un terreno estable, con un mínimo de 10 años de compactación para que evitar que pueda ceder con el peso del agua y provocar fugas. Y cerca de la casa, sobre todo si tienes niños pequeños, para controlar mejor.
Aquí no: Justo bajo los árboles, sobre todo si son de hoja caduca si no quieres tener que limpiar el agua frecuentemente. Y tampoco en una zona en sombra si no quieres bañarte y que esté helada.
¿De qué tamaño elijo la piscina?
El tamaño de la piscina está bien elegirlo según para qué vayas a usar más. Por ejemplo:
- Una piscina para que los niños jueguen. Para 4 personas, de 6 x 3 m.
- Una piscina para nadar. Para 4 personas, de 12 x 2 o 2,5 m.
- Una piscina para un poco de todo. Para 4 personas, de 8 x 4 m. Es, de hecho, la medida estándar.
Intimidad verde
Olivos, almendros, algarrobos enmarcan la piscina que abre este artículo, donde dan ganas de que sea verano todo el año. Puedes conseguirlo añadiendo una bomba de calor (desde 700 €). "Si instalas, además, una cubierta flotante o automática –aconseja David Tapias– podrás cerrarla de noche y mantener el calor".
¿Qué tipo de piscina elijo?
Un buen consejo de Tapias: "El instalador es la persona que mejor podrá ayudarte a acertar". Pero, claro está, el presupuesto también marca:
- Prefabricada. De resina y fibra de vidrio. Hay límite de formas y tamaños porque vienen hechas de fábrica. Con bomba y filtro, desde 9.000€. Instalada en 5 días.
- De acero. El vaso es de paneles ensamblados y recubiertos por una funda liner que da estanqueidad. En 8 días, instalada. Cuesta unos 10.000 €.
- De obra. Con mil formas y acabados. Son las más sólidas. Su construcción puede llevar un mes y cuestan unos 15.000 €.
- De arena. Es como una pequeña playa, hecha con arena de cuarzo. 20.000 € aprox.
¿Quieres una piscina ultra-natural?
Apuesta por la fitodepuración, en la que "plantas y gravas situadas en un'estanque' comunicado con la piscina limpian el agua", explica Ignasi Pujol- Xicoy, de ARAGrup.
Que se mantenga soLA
- Con dosificadores. Ya no necesitas revisar el cloro y el pH del agua a diario. Los dosificadores analizan el agua y añaden producto cuando es necesario. ¿Precio? Unos 200 €.
- Con el Astralpool Mac. Del tamaño de una lavadora, ponlo donde quieras –garaje, porche...–. Puedes controlar la piscina desde su pantalla táctil o por control remoto. Unos 9.000 €.
- A través de internet. Fluidra ha creado la app Fluidra Connect con la que podréis, tanto tú como tu técnico, controlar qué le sucede a tu piscina por lejos que estéis.
- Con cubierta. Evita que caigan hojas y que el agua se ensucie. Abrisud cuenta con cobertores automáticos que se extienden gracias a un raíl que recorre la piscina de lado a lado.
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