Estos 31 salones blancos volverán a despertar tu pasión por el neutro más popular

La combinación de la pared con los sofás blancos, junto con la entrada de luz natural que inunda toda la estancia, hacen que todo se multiplique y parezca más grande.

Este salón se inspira en las casas cinematográficas de Los Hamptons, pero está en la Costa Brava. Tiene varias claves: su look total white, su chimenea de obra nueva hecha a imitación de las antiguas, unas espléndidas cortinas blancas y toda la frescura que le dan las plantas y la salida al jardín.

Es la casa de la interiorista Marta Tobella, donde ha aplicado la receta que siempre le funciona: el blanco de los sofás y las paredes y la calidez de la madera y las fibras naturales, que vemos en la mesa de centro, la butaca y la alfombra. ¡Perfecto!

Que el blanco es pura luz ya lo sabemos, pero no hay que olvidar que el gris es otro neutro que aporta luminosidad a cualquier estancia. Así que la presencia de ambos es una apuesta segura para conseguir un salón luminoso.

Fresco, luminoso y primaveral. Este es el resultado que puedes obtener si decoras el salón de blanco. La nota de color la aporta el sofá de color mint. Al ser un salón pequeño la gran estantería de pared a pared y el mueble bajito del televisor son blancos para que la estancia no se vea pequeña.

Los clásicos nunca mueren. Y menos si se renuevan y adaptan a las nuevas tendencias. Como este salón donde el blanco es protagonista, dinamizado con alguna nota de color.

En este salón el blanco es sin duda alguna el protagonista absoluto. Los muebles se vuelven casi invisibles. La mesa de centro de fibras vegetales y la mesa auxiliar de madera aportan calidez en un ambiente ya de por sí sereno y apacible.

¿Cuántos salones blancos has visto que sean fríos y asépticos? Sin duda, hay una gran cantidad de trucos para decorar en blanco y llenarla de luz, jovialidad y frescura, como en este caso, donde la presencia de plantas y la apuesta por un sofá chester tapizado de color verde atrae todas las miradas. ¿Quién dijo blanco?

Cuando decoras en blanco consigues un efecto óptico que te ayuda a conseguir tu propósito para "ampliar" el salón. ¿Cómo? Si los revestimientos son blancos las paredes, techos y sueles se alejan y hacen que todo parezca más amplio.

Decora en blanco para agrandar visualmente el espacio. Y para conseguir calidez combina con tonos tostados para los muebles y accesorios decorativos.

El gran ventanal de suelo a techo abre este salón al mar, que es el gran protagonista de la decoración. La elección del blanco, en mobiliario y paredes, ayuda a que nada compita con las vistas. 

Este salón, proyectado en un luminoso y a la vez acogedor blanco roto, resulta fresco en verano y, con unos detalles cálidos, abrigado en invierno.

Fresco y ligero este salón blanco invita al verano a quedarse todo el año. Las diferentes texturas de los muebles tapizados y accesorios deco como la alfombra aportan volumen al salón.

La decoración en blanco en paredes, techos, muebles y tapicerías aporta luminosidad al salón. No renuncies a ello por miedo a que resulte frío y aséptico. Compénsalo con materiales con textura que aporten calidez.

Las mesas de centro de Artisan y la mesa auxiliar, de madera, son la nota cálida y de color de este salón abierto al jardín. 

Nada resta protagonismo a estas de por sí espectaculares vistas. En este salón el blanco en paredes, suelo, mobiliario y textiles, se integra con el estilo minimalista.

Salpica el salón con notas de color o con piezas mobiliarias únicas y originales. De ese modo, el salón dejará de ser frío y aséptico.

Con dos sofás y un gran puf que cierra la tertulia sin ser un obstáculo para las vistas, este salón es muy capaz y ligero a la vez.

En este salón, la elección del blanco en paredes, techo y piezas tapizadas convierte a la original mesa de centro en imán de las miradas.

El blanco es un color "comodín", queda bien con cualquier color sin robar protagonismo a otras piezas decorativos más relevantes, como por ejemplo, la mesa de centro.

¿Rústico? Quién lo diría al ver este salón... La elección del blanco, para las vigas y la decoración, da un look actual y ligero. 

En este salón, parece posible. El blanco de paredes y mobiliario regala frescor y los ventanales con vistas al porche dejan que las buganvillas en flor "entren" en casa. 

Ya sean los cojines o el cuadro. Y es que el blanco dominante en paredes y sofás es la base perfecta para darles protagonismo.

Ya sea en salones de corte actual o más clásico, como este decorado por Ana Ros, el blanco es siempre un acierto: queda bien con todo. 

El blanco es perfecto para añadir notas de color con los complementos y los textiles, creando un ambiente relajante pero nada soso. 

El blanco, en su matiz más frío, crea ambientes refrescantes y ligeros, siendo la opción perfecta en viviendas de costa.

Para pocos metros apostar por el blanco total en el salón es siempre un acierto: multiplicas la claridad y la sensación de amplitud.

Este salón es una invitación a disfrutar del verano y del buen tiempo con el máximo de frescor dentro de casa gracias al blanco dominante y a los detalles en azul.

Este antiguo molino reconvertido en vivienda preserva una arquitectura singular que, el blanco de paredes y mobiliario, parece arropar. 

Este salón se mantiene ajeno a las modas. Y la elección generalizada del blanco tiene mucho que decir. 

Es siempre un acierto: no solo nunca pasa de moda, sino que siempre puedes darle color y más punch con los complementos. O en este caso, el suelo, de mármol blanco y con detalles en negro.