TODO AL BLANCO

50 dormitorios blancos y llenos de luz, que parecen más grandes

¿Quién dijo que un dormitorio blanco es soso? Cuando veas los que hemos recopilado te rendirás a su luz, su frescura y su sensación de amplitud

Esther Giralt

Periodista

Natàlia Bosch

Periodista especializada en decoración

Actualizado a 14 de febrero de 2022, 10:20

En un dormitorio, apostarlo todo al blanco es jugar a caballo ganador. Consigues más luz y más espacio. Eso para empezar. Y para continuar... se convierte en un lienzo en el que cualquier otro color, material o estilo que elijas, quedará perfecto.  O sea, un dormitorio en blanco es un mundo de posibilidades decorativas infinito.

Ganarás personalidad

¿El blanco puede ser personal? Sin duda. Y es que sobre blanco, todo lo que pongas, se verá mucho más.

Así, una lámpara especial, un cuadro que te apasiona, esa pieza de herencia que ha sobrevivido generaciones y generaciones, destacarán llenando de personalidad tu habitación. No te prives. Nara será demasiado para el blanco. Solo ten en cuenta que lo que coloques en tu habitación, te produzca buenas vibraciones porque tu dormitorio debe ser, ante todo, un espacio para el relax.

El blanco es ideal para apasionados del cambio. Redecóralo como quieras porque todo le quedará bien

Un baile perfecto

Te puede parecer frío. Y es que puede serlo. Pero todo depende de la pareja de baile que le pongas en escena. En un espacio donde la madera –aunque sea también blanca– predomine, esa frialdad se convierte en claridad.

Las fibras naturales también resultan una buena pareja para el color blanco. Le dan calidez de forma suave. Además, la fibra quizá es la forma más fácil de dársela pues no tendrás que cambiar la estructura de la habitación sino solo decorarla con las piezas adecuadas.

Una alfombra de bambú, sisal, yute... un taburete a pie de cama o un baúl de mimbre; una butaca para dejar la ropa... Tienes muchas opciones y todas son estupendas.

Te cargarás de positividad

Si al color negro le rodea un halo de emociones negativas. Al blanco, que es su contrario, son las emociones positivas las que giran en torno a él. El blanco es el color de la pureza y la paz interior. Nos hace sentirnos en el origen de las cosas, en el punto donde todo puede volver a empezar con una actitud renovada. En un espacio decorado básicamente en blanco conseguiremos un confort máximo porque los sentidos se relajan y los pensamientos consiguen aclararse. Simbólicamente, es la iluminación plena.

Colour-friendly

El blanco no tiene manías de color. Lo combines con el tono que lo combines, siempre quedará bien. Es un color "empático" y se nutre de las emociones que los otros le transmiten.

Arenas

Del beige a los tostados. Los colores tierra dan serenidad al blanco. Un plaid, unos cojines, una alfombra bajo la cama... No te equivocarás y encajarán en estilos clásicos, rústicos e incluso más actuales.

Amarillos

Del limón al mostaza. No hay otros para darle calidez al blanco. Son el color del sol y como tal abrigan aun siendo de seda. Añade complementos en amarillo si el espacio resulta frío o si quieres dar un toque happy y desenfadado a tu dormitorio.

Grises

Los más claros, como el perla, seguirán sumando luz al blanco y los más oscuros, le harán destacar. A la vez, le aportan elegancia.

Azules

Le dan más frescor. Y este año, además, es uno de los colores de moda gracias al Classic Blue de Pantone. Si tu dormitorio recibe mucho sol, es una buena opción para no "abrigarlo" demasiado. Además, el azul resulta el color ideal para relajar e invitar al descanso.

Verdes

Se lleva lo verde. Le da un aire vital y alegre a la habitación. Aprovecha la tendencia y gana un espacio que te dará calma para dormir y ganas de empezar el día cuando abras los ojos.

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