Las estilistas se ponen de acuerdo: 7 combinaciones de colores que NO deberías tener en casa y 7 que SÍ son un acierto

"Una de las combinaciones que menos me gustan es la de juntar el azul marino con el negro", afirma categórica la estilista Gabriela Conde. "Es una unión cromática errónea que da un aspecto lúgubre a las estancias", añade.

Si quieres poner un sofá oscuro, juega al contraste, en un salón con paredes neutras y cojines claros que le den al asiento su protagonismo.

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Una segunda combinación errónea para Gabriela es el amarillo y el lila. "Por separado me encantan, pero juntos no me llenan", afirma la estilista. Si quieres juntarlos con éxito, hazlo en sus versiones más apagadas, es decir, el mostaza y el morado. Tal y como se ha hecho aquí al combinar estos dos colores tan de otoño.

Y la tercera combinación errónea que Gabriela Conde nos sugiere es la del granate con el rojo. "Su unión satura demasiado el ambiente". Mejor, utilizarlos por separado. Ambos, con el gris casan muy bien.

¿Quieres utilizar el granate en un tapizado de sofá, en la pared del cabecero o en un arrimadero? Combínalo con beige o gris suave. Gabriela ha elegido para este dormitorio en granate, ropa de cama en beige y verde apagado.

"Sobrecargar un espacio con demasiados colores para mí es un exceso", asegura la estilista Carmen Figueras. En este salón hay una saturación cromática: marrones, granates, morados, verdes, grises...

"Prefiero, a la hora de decorar, colores relajantes que te hagan sentir cómoda y feliz en el espacio", afirma Carmen. "Me gusta combinar diferentes tonos de un solo color para crear armonía o bien combinar colores análogos, es decir, los que se encuentran cerca del círculo cromático", añade. En este salón beige, la estilista eligió un sofá neutro con cojines en diferentes tonos marrones: del arena a los tostados.

"Es importante que los colores estén bien combinados entre ellos", continúa aleccionándonos Carmen. "No hay teorías claras, sino intuición y sensación. Personalmente, nunca utilizaría colores estridentes ni los combinaría entre ellos, salvo que buscara esa sensación. Combinar colores altamente saturados y brillantes en grandes cantidades, me abruma", declara la estilista. 

"Siempre busco colores relajantes y más en dormitorios", cuenta Carmen. "De esto sabe mucho el Feng Shui, el cual nos da las claves para activar o disminuir la energía del espacio, en función de los colores que incluyamos en él", continúa. En este de la imagen, la estilista eligió la ropa de cama en colores verde y tostado que combinan con el beige de los taburetes, la madera y de los cuadros de la propia estilista.

"Nunca mezclaría morados con rojizos", apunta la estilista Dafne Vijande", porque chocan mucho a la hora de dar homogeneidad y tranquilidad al hogar. 

"Me gusta crear espacios que respiren paz y, para eso, es importante que haya armonía en los colores y combinarlos con suavidad para evitar estridencias que generen inquietud", sugiere Dafne. Prueba de ello es este salón neutro, decorado por ella, donde el rojo solo aparece en pequeñas pinceladas: en el plaid y el cuadro. 

"El azul y el rojo son dos colores con mucha fuerza y chocan entre sí por lo que es una combinación errónea. Con azul y amarillo ocurre lo mismo, los dos son estridentes. Mejor no juntarlos", afirma Dafne.

¿Cómo combinar entonces correctamente el color azul? Con otros tonos de azul, con verde y neutros. Aquí tienes un ejemplo. Dafne ha vestido esta mesa otoñal con un mantel en un azul grisáceo, a juego con la vajilla. A su vez, lo combina con el beige de los caminos de mesa y los bajoplatos, el gris de las sillas y los pequeños toques de verde y granate del arreglo floral. ¡Perfecto!