7 efectos ópticos infalibles que harán que tu casa oscura sea vea el doble de luminosa

Una de las primeras tácticas que puedes poner en marcha para tratar de potenciar la luz natural de tu casa, es elegir el color blanco para pintar las paredes y los techos del salón o de cualquier otra habitación. Es de sobra conocido que este es el color que mejor refleja la luz, en especial si la pintura es mate. También conviene elegir tonos claros para tapicerías, muebles, el suelo, etc.

Si tu casa es oscura y quieres corregir este inconveniente en una reforma, puede que haya llegado el momento de tirar algún tabique. Los espacios abiertos permiten que la luz natural circule libremente y consiguen un efecto óptico de mayor luminosidad. Apuesta, en lo posible, por espacios bien distribuidos, lo más abiertos posible. Si quieres poner un cerramiento, que sea acristalado.

Gracias a los espejos conseguimos el mejor efecto óptico para hacer que un ambiente parezca más luminoso. No solamente amplían el espacio (porque se refleja y se duplica), sino que aumentan la luz, que rebota en la superficie del espejo y se multiplica. Puedes poner un modelo de tamaño XXL o un conjunto de varios espejos pequeños, que logran el mismo efecto. ¿Una idea? Coloca el espejo justo en frente de una ventana: la luz rebotará y se expandirá por el salón.

Esta casa es un caso de éxito perfecto. Con la reforma ganó en espacio y luz. ¿Quieres saber cómo?

Otra táctica para aumentar la luminosidad natural en casa consiste en dejar libre el paso de la luz que entra por las ventanas. Es fundamental no colocar muebles como el sofá, por ejemplo, delante del ventanal. Tampoco debes colgar cortinas de tela opaca. Si no quieres dejarlas desnudas puedes poner ligeros visillos de tela translúcida, o estores livianos. Un efecto óptico para hacer que las ventanas parezcan más grandes es colgar las cortinas desde el techo hasta el suelo, y hacer que sobresalgan un poco del lateral de la ventana.

Los marcos de las ventanas, en el interior de casa, es mejor que sean blancos. Resultan más ligeros y ayudan a que el ambiente se perciba más luminoso. Puede parecer un detalle sin mucha relevancia, pero la diferencia se nota considerablemente. Las carpinterías blancas consiguen que la luz se refleje mejor.

Los pavimentos oscuros ya no son tendencia. Aquellos suelos de parqué intenso y brillante ya no son los más habituales, ahora que las claves del estilo nórdico propugnan los pavimentos de madera blanqueada o de tonos grises. Si tu suelo no es muy luminoso y no pretendes cambiarlo, puedes poner una alfombra de tonos neutros y claros, que le dará un toque de luz.

Un recurso muy eficaz para lograr que tu casa parezca más luminosa es, sin duda, la iluminación artificial. Planificar la elección de las lámparas, su tipo y ubicación, es importante para lograr que, una vez haya caído el sol, nuestra casa siga contando con la luz adecuada. Piensa dónde deben ir los puntos lumínicos, y combina diferentes lámparas e intensidades.