Con un cuadro, tu recibidor puede ganar mucho estilo.
El Mueble
Ahora puedes dar un nuevo plus de estilo a tu recibidor, así como llamar la atención sobre ese mueble especial que has colocado a la entrada de casa si le acompañas de los cuadros perfectos para dirigir todas las miradas de las visitas.
Echa un vistazo a estos que nos han encantado. Nos querríamos llevar todos, pero no tenemos un recibidor tan grande en casa...
Si entras en una casa con este recibidor, qué duda cabe que todas las miradas se las lleva este sencillo, pero acogedor y minimalista cuadro de gran tamaño. Un lienzo a rayas en blanco y que logra, mágicamente, diferentes tonalidades en función de su exposición a la luz.
Para los amantes del color en el recibidor, pero algo más tenue y delicado, nada como este bonito y sutil cuadro que nos ha enamorado al verlo en Kenay Home. No en vano, su título es Serenity y nos viene perfecto para esa sensación de calma que se respira cuando uno llega a casa tras un día agotador.
También en Kenay Home nos ha gustado este otro cuadro, pero en este caso se trata de una realista fotografía urbana en blanco y negro. Un toque de diseño y sofisticación para vestir un recibidor de aires nórdicos o con muebles que nos evocan a naturaleza. El modelo perfecto para los amantes de la belleza serena.
No solo de un único cuadro vive la entrada de nuestra casa. Sobre el aparador de ese recibidor también quedan muy bien como solución decorativa y de estilo apostar por composiciones de varios cuadros. Es el ejemplo de estos tres que hemos fichado en IKEA y cuya particularidad es que destaca especialmente sobre la pared, ya que sigue sobre los laterales de la tela.
Otro ejemplo de cuadro que nos invita a la calma y a la serenidad nada más cerrar la puerta de casa. Y nada mejor para dejarse llevar al entrar en la vivienda que este bucólico paisaje de un atardecer que nos ha conquistado al verlo en El Corte Inglés.
No hay nada como un soplo de aire fresco y de color para dar la bienvenida a la casa. Es el caso de este bello cuadro donde los colores se divierten en distintas formas y tonos; y además, lo hacen de una forma moderna y vanguardista. El cuadro perfecto para esos recibidores más modernos o el punto transgresor, no demasiado, para los que son algo más convencionales y hasta con aires rústicos.