Antes y después: de piso envejecido y sin gracia a piso coqueto con ideas low cost de Amaia, consultora de Marie Kondo

"No hace falta tener ni muchos metros cuadrados, ni la mejor orientación, ni un presupuesto elevado para diseñar una casa de revista", introduce nuestra protagonista. Ella es Amaia Elias, la diseñadora de interiores al frente de Amai Studio y consultora oficial de Marie Kondo, que con tan solo 71 m² ha conseguido hacer magia.

Como Zarautz es una de las localidades con el metro cuadrado más caro de España, Amaia se guardó un as en la manga al comprar su piso. ¿Su truco? Optimizar el espacio para poder crear dos pisos en uno. Por un lado, su casa, con 52 m² y una decoración con madera y fibras como protagonistas. Por el otro, su estudio: una colorida zona de trabajo con 19 m² donde encuentra la inspiración.

Pero no fue así de fácil. En el momento de planificar la reforma, se encontró con algunos obstáculos. ¿El primero? La falta de luz. El piso estaba orientado al norte y daba a un patio interior. Por lo que en la decoración no podían faltar materiales naturales y tonos neutros que sumaran calidez.

La joya de la corona de este antes y después es el cerramiento de cristal que separa el salón del estudio y ayuda a que la luz corra a sus anchas por el espacio. Está hecha con materiales restaurados, como la mayoría de muebles de la casa. Amaia cuenta que era un ventanal que rescató de una obra. Como la mesa de centro o la del comedor, que en realidad son antiguas escaleras. 

¿Más claves? Cuando lo necesita, oculta la cristalera tras unos estores de ratán. "Los días que no tengo clientes suelo abrir el estudio a la zona de día aportando amplitud y luminosidad. Además, el día que sea madre esto me ayudará a la conciliación familiar", sigue la interiorista.

Antes de diseñar una reforma, la consultora de orden analiza el estilo de vida, las necesidades y las pertenencias de sus habitantes. En su caso, no había lugar a dudas. Tras preguntarse "¿cómo quiero vivir?", el espacio del despacho se convirtió en una de sus prioridades.

“Al empezar, pensé que una oficina a pie de calle era necesaria, pero los tiempos cambian” admite. Ahora ha ganado un estudio lleno de color que la define a la perfección. Flores preservadas, muebles reciclados y una silla, muy original, que atrae todas las miradas. ¿Te has fijado? 

¿Y las vistas desde la mesa? De lo más inspiradoras también. Trabajar desde casa tiene sus desventajas, como no encontrar el sitio perfecto para colocar el escritorio. Pero la verdad, parece que hacerlo ante esa cristalera ¡es un gusto! Y seguro que aumenta la productividad. 

Otro punto a destacar en la reforma es la súper transformación de la cocina, que pasó de interdependiente y anticuada a moderna y unida con el salón-comedor.

Aunque la parte de la vivienda tiene apentas 52 m², Amaia ha conseguido crear un espacio de día abierto visualmente amplio y acogedor. Apostó por darle un aire industrial con la arquitectura vista. ¿Un detalle? Las vigas y las paredes al descubierto, que dan personalidad tanto al salón, como al dormitorio. 

“A veces no hace falta tener la casa más espectacular para que te sientas en tu hogar”, confiesa nuestra protagonista mientras posa sobre la barra. ¿Otro detalle que nos gusta? La grifería y los tiradores dorados que alegran la cocina.

Ha mantenido los dos dormitorios del piso, eso sí, con un lavado de cara ¡total! Adiós suelos de madera oscura y colores de pared que hacen que el espacio se vea más pequeño...

“Muchas veces, por miedo a la falta de almacenamiento tendemos a poner armarios en exceso y gastar parte de nuestro presupuesto en muebles que no necesitamos”, explica. Si algo ha aprendido de Marie Kondo es que no debemos tender a acumular cosas. Y nuestras favoritas, mejor si están a la vista. ¿En el dormitorio? Una cómoda, un par de espejos y un cabecero de madera rústico que no pasa de moda.

Para poder tomar decisiones con consciencia, Amaia siempre recomienda hacer una maratón del orden antes de realizar los planos de la casa. Por ejemplo, en el baño original, había demasiado espacio. Así que tuvo una gran idea. ¿Quieres saber qué hizo?

¡Lo dividió en dos! Ahora ha ganado un aseo con el verde como protagonista, para los clientes que vienen a su estudio y otro baño con todo lo necesario para ella. 

La piedra natural invade este espacio, con una gran pared revestida de mármol. Le da un aire muy elegante y la balda que ha creado en el centro, para colocar el gel y los champús, es realmente práctica. ¿Otro detalle? La mampara con cuarterones. Y es que con bien poco, se puede conseguir ¡hasta un baño de revista!  

La interiorista Amaia Elias, al frente de Amai Studio, cuenta con la certificación oficial de Marie Kondo de experta en orden.