¿Qué suelo escojo? 50 suelos de El Mueble aptos para todos los gustos

Hay suelos que se convierten en auténticos protagonistas de la decoración. Y este es el caso, una tarima recuperada de madera colocada en espiga, un sistema de colocación clásico que ahora vuelve a estar de moda. 

En este salón, el microcemento se ha escogido a juego con las paredes, lo que refuerza el look natural y envolvente del espacio. Las aguas propias de este material dan personalidad a un espacio donde la unidad cromática es la tónica dominante.  

De lama super ancha y acabado aceitado, este suelo con sus nudos y veteados marcados, llena de calidez un dormitorio tan atemporal como relajante. 

Los propietarios de esta casa de nueva construcción querían darle ese aire de masía centenaria y lo lograron no solo con la arquitectura, sino también con los materiales, como el suelo recuperado de barro. Se colocó a la vieja usanza, siguiendo las directrices del arquitecto Pedro Jiménez, que esbozó un dibujo específico para cada habitación de la casa.

El mármol, por sus propiedades, ha sido un clásico en los baños que buscaban un look atemporal y a la vez elegante. Y el travertino, por sus tonos tostados que regalan calidez sin renunciar a la claridad, sigue siendo a día de hoy uno de los más apreciados.

Este suelo laminado que imita el castaño destaca por su tonalidad intensa, en sintonía con las vigas de madera, y sus nudos, que le dan un aspecto rústico que encaja a la perfección en este office con cierto sabor a masía. 

Las maderas tropicales, como el ipé que se ha empleado para revestir el suelo de esta terraza, son una muy buena opción para el exterior, por su alta resistencia a la humedad y a las inclemencias del tiempo. 

Aunque su estética es muy similar con la del microcemento, no son lo mismo. De hecho el cemento pulido podría considerarse como un precursor del microcemento, ya que se popularizó mucho durante los 90 buscando emular el característico look de los lofts. Es un material resistente que ofrece un suelo continuo, pero necesita mayor grosor que el microcemento, unos 5 cm frente a los 3 mm del microcemento.  

Los suelos de madera de lamas extralargas, como las de este salón, crean sensación de continuidad visual, ayudan a ampliar el espacio y ensalzan la belleza natural de la madera. Hoy en día existen diseños que pueden superar los 4 metros de longitud. 

Este suelo, que combina mármol blanco y gris en damero, no deja indiferente a nadie. Enmarcando solo en el recibidor, crea una entrada elegante y majestuosa. 

El acabado hace mucho a un pavimento de mármol. Y este, de acabado bruto en vez del tradicional pulido, da un sabor más natural y con un matiz rústico a este pavimento tan luminoso como fresco. Es una opción perfecta para casas de veraneo, como esta. 

¿Te has cansado de tu suelo de madera? Píntalo y renueva por completo el look de tu casa. Esto es lo que se ha hecho en esta casa, cuyo pavimento de lamas de pino se ha pintado en blanco logrando un acabado de lo más personal y actual. 

El microcemento, en función de sus aguas, acabado o color, puede evocar espacios más sofisticados y lujosos o más naturales o incluso rústicos. Así ocurre en esta casa, donde el suelo parece recuperado durante la reforma. 

La reforma de esta casa de pueblo fue integral, pero respetando los elementos originales, como el precioso suelo de barro cocido, que refuerza el aire campestre de este dormitorio.

La ventaja de los laminados frente a la madera es su resistencia, tanto a golpes como a manchas. De ahí que sean una opción idónea para quién, gustándole el aspecto de la madera, busca unificar el suelo de toda la casa sin temer por las manchas en la cocina o la humedad en el baño. 

Su aspecto desgastado, con los colores como si hubieran perdido pigmentación por el paso del tiempo, hacen que este suelo porcelánico, aún siendo nuevo, parezca recuperado. 

Madera parece, cerámica es. Y es que la decoradora Pía Capdevila, propietaria de esta casa, buscaba un suelo que tuviera un look rústico, acorde con la casa, pero que fuera resistente al trote que conlleva una casa con niños. ¿La solución? Este pavimento cerámico que imita la madera. 

Cálido, artesanal, natural... Estas son algunas cualidades del barro cocido, un pavimento con un marcado sabor rústico. Aquí se ha empleado para el salón de exterior, con el plus de que es recuperado de un derribo.  

Las alfombras cerámicas son una opción de moda que, además, resulta super práctica, ya que protege las zonas más sensibles a las manchas, en este caso, la mesa del comedor. 

Lo impresionante de este suelo de lamas de madera de roble oscuro es su colocación, al estilo Versalles, es decir, en cruz, lo que le da un plus de elegancia y majestuosidad a un espacio de esencia clásica. 

Es una de sus principales ventajas del microcemento, su posibilidad de crear suelos continuos y sin juntas. Esto permite unificar visualmente los diferentes espacios de la casa, como aquí el salón y el comedor. Y, además, regala más sensación de amplitud. 

La luz natural de la que disfruta de este dormitorio y la apuesta por el blanco en el mobiliario ha permitido optar por un pavimento de madera de tonalidad oscura, que suma un plus de calidez al dormitorio.   

La moqueta vuelve a llevarse, siendo una opción muy agradable en climas fríos, ya que su pisada mullida y cálida resulta muy confortable para andar descalzo por casa. Una práctica, además, muy saludable.

En este salón la mirada se va, sin duda, al suelo, debido a su pavimento de mármol bicolor colocado en damero. Se trata del suelo original de la casa, que con la reforma, se recuperó para darle una nueva vida. 

Los suelos de mosaico hidráulico llevan tiempo de moda. Y es que su estética tradicional, sus motivos y colores llenan de personalidad cualquier estancia. Además, los de nueva generación, que imitan los antiguos, aúnan estética con resistencia y un fácil mantenimiento, que eran los puntos débiles de las baldosas hidráulicas originales. 

En este comedor de verano el pavimento de listones de madera le va a las mil maravillas, reforzando su look campestre. Además, ayuda a delimitar la zona del comedor del resto de jardín, donde domina el césped. 

Este piso aúna a la perfección modernidad y tradición, ya que en su reforma se conservaron los elementos originales centenarios, como las molduras y el bello suelo hidráulico de la cocina. Este se recuperó de otra estancia de la casa y se colocó en la zona de la isla. 

De un suave color arena, este suelo de microcemento resulta luminoso, fresco y a la vez acogedor. Además, permite unificar visualmente el comedor con la cocina, que comparten el mismo suelo. 

En esta casa se apostó por la calidez pero sin renunciar para nada a la claridad, de ahí que se optara por un suelo de madera de pino pero se lacó en blanco, lo que refleja muchísima la luz. 

Cuando te encuentras con un suelo hidráulico original, con casi 130 años de historia, ¡qué menos que conservarlo! Esto es lo que hizo la arquitecta y bloguera Eli G. en su piso. Convirtiendo los bellos suelos hidráulicos en protagonistas de la decoración de la casa. 

La piedra de Marés es una caliza típica de las islas Baleares, siendo una opción muy habitual para revestir paredes como suelos de exterior. 

Lejos de desentonar, este dúo de pavimentos resulta muy decorativo, aunando practicidad y personalidad. Para el comedor se ha optado por un suelo de madera de roble con nudos, lo que le confiere el punto rústico que querían los propietarios. Mientras que en la cocina se ha preferido una opción más sufrida, de ahí que se haya elegido un porcelánico que imita las baldosas hidráulicas. 

En esta casita de verano, paredes y suelo se han revestido de madera, dando un original look de cabañita. Y para darle ese aire fresco y ligero, se han pintado de blanco. 

Su tonalidad miel, suave pero cálida, y sus nudos y vetas marcados, refuerzan la atmósfera acogedora y envolvente de este piso de esencia atemporal. 

Modernidad y tradición se dan la mano en este baño, con un pavimento de azulejos cerámicos que imita los diseños más tradicionales del mosaico hidráulico. Algo similar ocurre con las baldosas tipo metro o subway de las paredes, que vuelven a estar de moda, o la bañera, un diseño que reproduce las clásicas exentas de patas. 

Como piedra natural que es, el mármol es una opción natural, atemporal y de gran belleza para vestir los suelos de casa. Su pisada fresca lo hace perfecto para una segunda residencia o para zonas de climas templados. Aquí, se recuperó el original que había en la vivienda.  

Resistente a las manchas, sufrido y sin apenas mantenimiento. Por sus prestaciones los porcelánicos siguen siendo una grandísima opción para la cocina. Además, gracias a su versatilidad puede imitar cualquier material. Aquí, por ejemplo, se ha optado por un porcelánico que imita el microcemento. 

Su tonalidad intensa y su marcada presencia de nudos dan a este suelo de roble un matiz rústico muy natural que contrasta con un piso de aire clásico y sobrio. 

Sin duda, una propuesta muy original que da mucha personalidad a este office y le confiere, además, un aire clásico por la colocación en damero de las baldosas. 

Moqueta y cabaña de montaña son un tándem perfecto. Y es que, ¡qué placer descalzarse al llegar a casa tras una jornada de esquí y pisar una mullida y brigada moqueta de lana! Además, la nueva generación de moquetas son muy fáciles de mantener. 

El microcemento resulta muy práctico también en el exterior porque al no tener juntas, su mantenimiento es super fácil. Además, es un material antideslizante y que resiste bien los cambios de temperatura. El único "pero" es que es que es "delicado" como la madera, por lo que cualquier piedrecita en el zapato puede marcarlo.  

Todo vuelve y los suelos de madera colocados en espiga de antaño ahora son tendencia. Este, de madera de roble, se ha colocado de manera artesanal en espiga francesa, lo que da al piso un aire clásico y majestuoso. 

La belleza de este mármol hizo que valiera la pena restaurarlo para darle una nueva vida. Sus tonos arenosos encajan a la perfección en este porche de aire rústico chic, y su veteado marcado le dan carácter. 

Da un look muy natural a este dormitorio y a la vez resulta muy agradable para ir descalzo. Está confeccionada con algas marinas y se trata de un material muy sufrido, que lo aguanta todo, ¡incluso las pisadas de barro!

Aunque parece recuperado, este pavimento de toba catalana es nuevo, pero se ha escogido siguiendo la tradición. Su forma rectangular era típica de los dormitorios y las zonas "nobles" de la casa, porque resultaba más refinada que la cuadrada, que resistía más la pisada y se destinaba para las plantas bajas de las casas de campo, que muchas veces albergaban también los animales. 

En este porche, el suelo de mármol macael de acabado envejecido, transmite sensación de frescor y a la vez una elegancia clásica atemporal. 

En esta cocina se han combinado con acierto dos pavimentos: madera de roble, que es el suelo que reviste toda la casa, y baldosas cerámicas que imitan el mosaico hidráulico en la zona de los fuegos, a modo de alfombra protectora. 

Si apuestas por la madera en el exterior, elige una variedad tropical, como se ha hecho aquí. Su alto contenido en aceites las hace más resistentes a la intemperie. 

¿Madera en la cocina? ¿Y por qué no? Los propietarios de esta casa de los años 50 quisieron conservar el máximo de elementos originales antes de la reforma, y el suelo de madera de la cocina, igual que el del resto de la casa, fue uno de ellos. 

Además de ser un material de gran personalidad por sus tonalidades desde grisáceas y marrones hasta negras, es resistente, poco poroso e impermeable, siendo una buena opción para baños.