Minimalista, blanco y con toques de lujo silencioso: en este piso tiraron tabiques y lo dejaron amplio y elegante

Nadie diría que este piso muy cerca de Barcelona estaba pasado de moda. Ahora es la casa diáfana y estilosa de una familia con niños, que encontró lo que buscaba en una finca tranquila y rodeada de verde. "La casa tiene buena orientación y mucha luz natural, pero su estética de los 90 no les acababa de gustar. Hicimos una reforma integral para adaptarla a su estilo y necesidades", nos explican los arquitectos Fran Mengíbar y Ana Blanco.

"El objetivo era potenciar la luz y crear espacios abiertos para compartir en familia, por eso eliminamos todos los pasillos que pudimos. Salón y comedor están abiertos y la cocina se comunica con ellos a través de un cerramiento de hierro y cristal", continúan Ana y Fran.

Para actualizar el look del piso y hacerlo acogedor, en toda la casa instalaron un suelo de tarima de roble y jugaron con varios tonos de blanco. En las paredes, las cortinas. las puertas... Hasta la librería a medida del salón, que diseñaron en DM frente a los sofás.

Aquí y allí, añadieron lámparas y cestas de fibras naturales, mezcladas con estilosos destellos dorados y lino, mucho lino. En el comedor, junto al cerramiento semiacristalado hecho a medida, se advierte lo bien que funciona esta mezcla tan equilibrada.

Una de las cosas que hacía más ilusión a la pareja era tener una cocina con isla con espacio para hacer vida con sus hijos. "La diseñamos con zona de office y una barra y taburetes, apostando de nuevo por el blanco", apuntan los arquitectos.

Fran Mengíbar y Ana Blanco diseñaron con Santos Cocinas una isla tan bonita como práctica: por un lado es una mesa de office de madera y, por otro, lacado en blanco, es una zona de trabajo con espacio de almacenaje.

"También ideamos una hornacina para los desayunos y al panelar los electrodomésticos pudimos esconder una vinoteca y un par de congeladores (¡nunca sobran cuando hay niños!)", afirma la arquitecta e interiorista.

Donde los arquitectos se animaron a añadir más color fue en el dormitorio infantil, que decoraron con un arrimadero de madera blanca y un papel pintado inspirado en la selva.

"Como el infantil, el dormitorio principal también ha ganado metros. Es un cuarto muy amplio con vestidor, baño en suite y un socorrido cabecero de Pladur”, señalan los arquitectos.

Separado del dormitorio principal por una puerta corredera hecha a medida y un vestidor muy práctico, el baño principal se integra en el estilo de la casa perfectamente: madera de roble, líneas sencillas, color blanco y mucha luz. ¡Ahora sí viven en su piso ideal!