Las 7 casas rústicas decoradas de Navidad más bonitas que verás hoy: parecen sacadas de un cuento, súper cálidas y bonitas

Esta casita refugió en mitad de la Cerdaña catalana, parece pensada por y para la Navidad. El mayor reto fue darle luz y contraponer a la dureza de la estructura, la calidez de la madera y los textiles. Lo consiguieron aclarando y lacando las vigas y los techos, así como muchos de los viejos muebles heredados. ¿La idea para decorar esta cabaña de Navidad? Elegir adornos de un rojo tradicional. Y es que sin rojo, ¡no hay Navidad!

La estilista de El Mueble, Olga Gil-Vernet usó el estampado Vichy en los cojines del office, en los trapos de cocina, en los caminos de mesa y hasta en las cintas de los regalos bajo el árbol. Así se logró un gran ambiente navideño, pero con el punto rústico de una casa de montaña. 

Más ideas de Navidad: poner detalles de madera, que aportan ese toque hogareño infalible. Y también el original calendario de Adviento del dormitorio juvenil, que aporta el toque rojo a la estancia. Además, por si fuera poco, las coronas de Navidad dan un look festivo a cada estancia. 

¡Hey! Hoy te llevamos a una cabaña navideña superacogedora. Imagina luces, guirnaldas, decoraciones cálidas y mantas... el ambiente perfecto para la temporada. ¡Vamos a echar un vistazo y sumergirnos en el espíritu navideño de esta casita rústica de montaña! De la mano de la estilista de El Mueble, Ola Gil-Vernet.

Esta casa forma parte de una urbanización en un antiguo pueblo de la Cerdaña y ha sido proyectada por el estudio Alto Interiorismo. Dejaron los robles envejecidos a la intemperie durante más de diez años, la piedra recuperada, los textiles orgánicos, y las vigas originales de castaño, pero a la vez introdujeron nuevos materiales, para dar una vuelta de tuerca al look tradicional.

Además de los materiales, la paleta cromática se ha cuidado muchísimo, jugando siempre con un tono sobre tono, evitando los cambios bruscos de colores, porque querían que las casas sean súper tranquilas y acogedoras. El contraste, básicamente, lo aportan las diferentes texturas de los materiales. 

En la mesa, en lugar de poner un gran mantel que la cubra, la intención era hacer que la madera luzca. Por eso, dos caminos colocados en vertical dejan que la madera sea también protagonista. La vajilla artesana y el centro de mesa hecho con ramas de pino y de eucalipto, salpicado con velas doradas y bolas transparentes, es de fiesta, pero también sereno, de escapada a la montaña.

Viéndola ahora, cuesta creer que esta casa en la montaña fuera un viejo pajar casi en ruinas. Los propietarios lo rehabilitaron, salvaron lo que pudieron y lo transformaron en esta casa con grandes ventanales que se abre a su entorno. No es de extrañar que, a la hora de decorarla de Navidad, optaran por un look muy natural, con guirnaldas de ramas de pino, piñas o adornos en forma de copo de nieve o bellota. 

Los detalles en blanco y los adornos con motivos naturales dan a este salón un toque nórdico que las guirnaldas de luz, las velas y las estrellas completan a la perfección. 

Una guirnalda de luces de papel en forma de estrella decorando el cabecero ha bastado para dar un toque navideño y festivo a este dormitorio. Si, además, lo acompañas de estrellas con luces de led o un centro de mesa con piñas naturales, en sintonía con la decoración del resto de la casa, ¡tendrás el look completo!

Esta casa antes eran dos pajares que durante mucho tiempo se usaron como establos y corrales para los animales. Hasta que sus actuales propietarios decidieron rehabilitarlos y convertirlos en esta confortable casa rural de grandes ventanales. Ahora, se escapan siempre que pueden, ¡Navidad incluida! ¿Para decorarla? Mucho verde y toques de dorado, que le dan ese punto elegante, tan navideño. 

Sí, ¡azul! ¿Quién dice que el azul no es un buen compañero de mesa para una decoración navideña? Aquí, se ha combinado un camino de mesa de un llamativo turquesa a modo guirnalda central, con un mantel en beige que sirve de base. Así, destacan más los candelabros dorados. 

El secreto de una decoración navideña inolvidable está en los pequeños detalles. Como este original calendario de Adviento confeccionado con unas preciosas tarjetas con motivos antiguos. ¿El toque final? La guirnalda de verdes que reviste la cuerda. No te pierdas el resto de ideas de Navidad de esta casa. 

Una casita de madera en plena montaña, un paisaje nevado fuera y el crepitar del fuego de la chimenea dentro. ¿Qué más se puede pedir? ¡Que sea Navidad! Deseo cumplido. En un entorno de postal navideña no podía faltar el rojo en la decoración. Desde los adornos del árbol hasta los regalos o las bandejitas en forma de estrella. 

Una corona de luces, una guirnalda de verdes, lámparas de Led con forma de piña, velas, una lámpara de papel en forma de estrella... El espíritu navideño ha contagiado a esta cocina, preparada para saborear un desayuno muy navideño. Cuida los pequeños detalles, incluso en estancias donde, tradicionalmente, la Navidad no suele entrar, como la cocina. 

En este dormitorio, abuhardillado y con voluntad de refugio, se ha optado por una decoración navideña minimal: un par de coronas de verde en la ventana, una de leds, que además crea una luz casi mágica, y un arreglo muy natural de verdes y bayas recogidas durante el día en el entorno natural de excepción de esta casa. 

Esta casa, en la Cantabria más rural, pedía una decoración en sintonía con su entorno natural de excepción. Por eso, a la hora de vestirla de Navidad sus propietarios apostaron por adornos confeccionados con ramas, frutos y bayas del entorno, así como detalles que evocan la naturaleza, como copos de nieve o piñas.  

El aroma de las galletas recién horneadas es un ingrediente más de la Navidad en esta casa, que por estas fechas se llena hasta los topes de niños. Mientras los peques se entretienen en la cocina horneando galletas, los adultos ultiman los preparativos para la cena. La mesa se ha vestido a juego con la decoración navideña de la casa: con una guirnalda de verdes, coronas decorativas hechas con ramas de ciprés y detalles muy naturales. 

En esta casona, durante las fiestas navideñas, la buhardilla pasa a ser el reino de niños. ¡Hasta el punto que cuentan con su propio árbol! Aunque a diferencia del árbol del salón, este está nevado. También la decoración se ha personalizado a su gusto: adornos de renos, bolsitas de chuches, estrellas de fieltro a prueba de niños...