Los 10 apartamentos tipo estudio con más ideas de la revista El Mueble: con cocinas abiertas, salones aprovechados ¡y mucho más!

60 metros cuadrados son los que en este caso se llenan de ideas. Ricard Mena, de RM Studio, firma este mini piso del que nos quedamos con su estilo decorativo clásico actualizado, repleto de estilo. Este es el espacio que comparten salón y comedor, con una pieza que delimita ambientes y en la que apoya el sofá. Además, sirve de apoyo para dejar las llaves al entrar en casa. El revestimiento alistonado que se ve a la derecha es ya la puerta de entrada.

Esta cocina mini lo tiene todo. En su rediseño se decidió sacar partido al hueco de la escalera y oculta armarios, cajones y hasta un módulo desayunador. También la nevera está integrada en este lado. No lo parece, porque las puertas son completamente lisas. Además, se abren 180º (algunas incluso se doblan hacia dentro) para no molestar. Aprovechar huecos que carecen de función es siempre una buena idea en un apartamento o mini piso.

El dormitorio se decora en blanco, un tono adecuado para crear sensación de amplitud. Los textiles rompen con notas en ocre, así el resultado es fresco y relajante. El cabecero incorpora una repisa a modo de ménsula, con un mini cajón. En el propio cabecero se instala un foco de lectura. Todo en blanco. El tamaño mínimo de estas piezas aporta ligereza y permite que se abran las puertas del armario sin obstáculos. La cama es un diseño con canapé de almacenaje.

La interiorista Pia Capdevila nos muestra su nuevo proyecto: un piso de 60 m² en Barcelona que, con sus reformas, ha ganado en luminosidad, estilo y espacio. ¡Te encantará!

Solo hay que aprovechar zonas de paso para crearlos. En este proyecto el pequeño vestidor se organiza en dos frentes paralelos, sin puertas. Se ubica justo detrás de la cama y concede intimidad a la zona de descanso. Se puede optar por un fondo reducido de 50 cm para el almacenaje, en lugar de 60 cm, para un vestidor abierto y con un buen resultado.

Alberto Torres Interiorismo reformó este pequeño apartamento vacacional de 50 metros cuadrados, situado en Manilva, Málaga. El objetivo era mejorar la estética y la funcionalidad. "Se aprovechó la altura de los techos en la estancia principal para enmarcar la cocina abierta al salón y, al mismo tiempo, se ha instalado de forma discreta un sistema de aire acondicionado eficiente", indican desde el estudio. Además, usar la sensación de apertura de este espacio interior hacia la terraza, también hace más habitable el espacio exterior y concede metros. 

Se ha escogido un pavimento continuo en mármol pulido, que ayuda a reflejar la luz y generar mayor sensación de amplitud visual. En cuanto a la paleta de colores, se ha optado por tonos claros en general, como el ‘cáscara de huevo’ para las paredes, la madera clara para el mobiliario y los grises y neutros para los textiles. El interiorista Alberto Torres derribó la pared que dividía los espacios de comedor y salón para crear un espacio diáfano con la cocina abierta (que solo tiene 12 metros cuadrados, con muebles dispuestos en forma de U). “Esto permite una mejor circulación y flujo de luz, mejorando la sensación de amplitud y conectando visualmente las áreas”, explica Torres.

Los espacios exteriores en los mini pisos aportan mucho. Son un espacio más en el que hacer vida al aire libre. Se ha amueblado como un estar con dos sofás. "Una de las características más destacadas de este proyecto ha sido el proyecto de instalación de plantas sintéticas de exterior colgantes en la terraza. Se han utilizado plantas sintéticas artificiales hechas de poliéster, ya que es un material muy resistente a la intemperie y requiere poco mantenimiento", explican desde el estudio. La barandilla de cristal facilita la sensación de continuidad desde el interior hacia el horizonte.

Este apartamento dispone solo de un cuarto de baño completo. "Se distribuyó de forma cómoda y funcional a través de un buen uso del espacio, con elementos y materiales que le ayudan a crecer", recuerda Alberto Torres. El mueble del lavabo es un diseño que separa del suelo con para alta pero con suficiente espacio para guardar. Predomina el color blanco aunque con la calidez de la madera del suelo. La mampara transparente no resta ni espacio ni luz natural. 

Este mini dúplex de 40 metros cuadrados cuenta con ingeniosas soluciones como unificar la primera planta con cocina, recibidor, salón y comedor. ¡Y no se siente pequeño! ¿La clave? Las soluciones a medida que resuelven la cocina, delimitada por una estantería; y el mobiliario ligero. Esa librería, por ejemplo, "crea" un falso pasillo como zona de paso. También es el apoyo para la barra-comedor. Toda la reforma es de la interiorista Gemma Ospital. 

La escalera de acceso a la primera planta, donde se encuentran el dormitorio y el baño, se ha aprovechado para dar almacenaje a la cocina. En su estructura integra la nevera, armarios para la vajilla, despensa, un botellero y algún estante abierto. Para dar más espacio al salón, Gemma integró el comedor en la cocina alargando la encimera a modo de barra. Caben, cómodamente, cuatro personas.

Con 70 metros cuadrados, interiorismo de Raquel Gónzalez, arquitectura y rehabilitación de Subinas Dueñas y estilismo de Cristina Rodríguez Goitia, este mini ático abuhardillado se ubica en el centro de Bilbao. Los propietarios buscaban una reestructuración completa de los espacios originales de la vivienda para lograr un concepto de salón-comedor-cocina de planta abierta, una habitación adicional para ser utilizada como despacho y habitación de invitados, un amplio baño completo y un dormitorio principal cómodo.

El techo de madera a dos aguas es la seña de identidad. El mobiliario es ligero, poco voluminoso, para no restar espacio. Como el sofá y la butaca de la zona de estar, seguido del comedor que se soluciona con una mesa redonda, que favorece la circulación.

¡Sí! Un piso pequeño también puede tener una cocina completa con isla. Este es un ejemplo. Se ha diseñado a medida, junto a la zona del comedor del salón. "Con el fin de resaltar la belleza de la cubierta en madera natural, se ha optado por un mobiliario de cocina en tonos neutros y cálidos", señalan los responsables del proyecto. La isla acoge la zona de cocción y se convierte en barra de desayunos. Destaca el diseño minimalista de la campaña de techo SkyRing de Pando, con un sistema de aspiración potente y silencioso, que también incorpora luz ambiente en su sistema a través de un anillo luminoso LED.

En el dormitorio de este piso abuhardillado, la cama queda debajo del techo y cerca de este en su parte baja. Allí se abre una ventana de tejado que suma luminosidad y logra sensación de apertura desde la cama. El cabecero es un diseño de la interiorista Raquel González que se extiende de pared a pared. El acolchado proporciona comodidad y ayuda a mejorar la acústica del dormitorio. La mini mesilla es un diseño a medida suspendido en el hueco que queda entre la cama y la pared.

Este ático, reformado por Mengíbar Blanco Estudio, tiene solo 60 metros cuadrados. Cuenta con mucha luminosidad, encanto -fíjate en su techo abovedado, que apareció en las obras y hubo que recuperarlo sí o sí-, y la terraza de 8 metros cuadrados. El color blanco predomina, la continuidad hacia el exterior se siente como una extensión de las dimensiones, y el mueble a medida que da paso a la terraza y se convierte en escalón es todo un acierto.

Este mini comedor puede crecer. Se ubica junto a la zona de estar y cuenta con un banco en L adosado a la pared. En él es posible guardar (tiene capacidad de almacenaje al levantar el asiento) y acoger a muchas personas. Al escoger un banco en lugar de sillas en el lado de la pared, la mesa se puede pegar más. Así, cuando no se usa el comedor, se regalan centímetros al estar. La mesa es extensible para que quepa todo el mundo.

La cocina de este pequeño apartamento también es mini pero completa. Está muy bien aprovechada, y por ello parece más grande. La clave ha sido el cerramiento acristalado en forma de L, que abre este espacio a la zona de día y al pasillo, pero sin renunciar a la privacidad. Junto al comedor se diseña una ventana tipo guillotina que reduce los paseos al servir de pasaplatos y barra. 

Este es un ejemplo de apartamento pequeño decorado con color. ¡No todo es blanco cuando los metros no sobran! Se encuentra en Bibao y ha sido decorado por Begoña Susaeta (Sube Interiorismo). El color azul reviste las paredes con un papel pintado que suma calidez. El resultado no es agobiante gracias a la cantidad de luz natural que recibe el salón-comedor y a la altura de los techos de más de 5 metros.

El mobiliario de la cocina se ha escogido en blanco sobre el fondo azul, característico de la zona de día de este apartamento. El suelo en madera suave también aclara el resultado como los techos en blanco. Este ambiente se abre al salón, con una distribución en L y una práctica mini península con un lateral con baldas y cajones para el menaje. Este elemento separa visualmente y sirve de barra para comidas rápidas.

Anabel Soria es la encargada de dar una nueva oportunidad a un piso pequeño que cuenta con un salón y comedor contiguos y una cocina abierta a estos ambientes. La luz natural se tamiza con un visillo ligero en blanco, para que no reste luminosidad.

Esta es la zona de acceso a la vivienda, directa al comedor y a la cocina. Esta se soluciona con mobiliario en línea adosado a la pared más larga, con muebles altos y bajos. El comedor se soluciona con una mesa redonda y sillas de respaldo curvo, para no entorpecer y ganar fluidez en el paso.

En el dormitorio, el estudio de arquitectura e interiorismo de Anabel Soria optó por una solución práctica que crea una zona de trabajo debajo de la ventana. La mesa de fondo reducido es suficiente para trabajar cuando se necesita. Con mobiliario en blanco, son los textiles los que dan profundidad y calidez al espacio.

El baño es un espacio al que siempre le suelen faltar metros en las casas pequeñas. Por eso es importante estudiar la distribución más adecuada. Y, sobre todo, que el mueble del lavabo sea de las dimensiones adecuadas y que el tipo de mampara de la ducha asegure un cómodo uso. En este caso se trata de una mampara de perfilería en negro con diseño en zigzag, de manera que no hay que contar con espacio para abrir (está el inodoro junto a la ducha).

Este proyecto de la interiorista Pia Capdevila crea varios apartamentos en el centro de Barcelona para alquiler de media y larga estancia. El objetivo era diseñar mini pisos en los que sentirse como en casa. Y para ello también apuesta por el concepto abierto de cocina hacia el salón y el comedor. Este queda adosado al mobiliario en península que delimita la cocina. Y se atreve con el color azul profundo para darle calidez, personalidad y elegancia.

Las paredes de la zona de la cocina en forma de U se revisten con el mismo material que la encimera para proteger la zona de las manchas. Todo en blanco pero con un delicado veteado, que imita mármol, y que sube el nivel. También las puertas de los armarios de la cocina con hendiduras le aportan valor, como los tiradores en acabado dorado.

El dormitorio mantiene la unidad con la zona de día al usar el mismo color azul en las paredes, con el juego de las molduras a modo de cabecero. Las mesitas de noche son dos mesas auxiliares ligeras, de sobre redondo y pie de metal. La iluminación se lleva a la pared para no restar superficie de apoyo en las mesitas.

Como segunda residencia o para vivir. Este proyecto de Kinze Studio reformó y sacó partido al espacio con soluciones a medida. En la zona de día el salón, comedor y cocina disfrutan de la luz natural y de las vistas con su orientación. Los arquitectos del estudio decidieron abrir la cocina, derribar tabiques y comunicarla con el estar. El pilar central se integra en la distribución al ubicar una isla a su alrededor.

Esta acoge la zona de cocción y se convierte en barra por el lado que queda junto al ventanal. ¡No faltan muebles ni superficie de trabajo! Y es gracias a la creación de un frente de mobiliario adosado a la pared, que integra los electrodomésticos. El resultado visual es de equilibrio. Además, el comedor se adosa a la isla para no perder centímetros (que gana el salón).

Un mueble bajo aprovecha el espacio que queda debajo de la ventana. Sirve para almacenar y ubicar los audiovisuales. El sofá se orienta a la ventana y como mesa de centro se opta por una composición de varias mesas de forma orgánica que se combinan en alturas y acabados.

En el dormitorio principal, Kinze Studio diseña al pie de la cama un mueble a medida de fondo reducido que no entorpece el paso. Así no se desperdician centímetros. Es útil para guardar complementos y prendas pequeñas. En este tipo de mueble a medida no merece la pena diseñar cajones, ya que encarecería el diseño y se perdería espacio. Las puertas con estantes dentro son más prácticas.