Una casa moderna y llena de ideas geniales que invita a la vida 'slow'. Un proyecto de Pia Capdevila que nos encanta

La casa está compuesta de recibidor, una habitación doble de invitados con un pequeño aseo, salón-comedor-cocina, dos habitaciones individuales para las hijas con un baño compartido, una zona de estudio y una habitación doble principal con baño y vestidor. Y el jardín con piscina, ¡claro está!

El recibidor moderno cumple su función y cuenta con una consola donde dejar las cosas de mano al llegar a casa. También destaca la funcional pieza a modo de cubo diseñada por Pia Capdevila, compuesta por un banco y una zona de armarios, en la que poder sentarse y también guardar los abrigos y chaquetas. 

La zona de día se ha distribuido con un mismo espacio visual que recoge el recibidor, el salón, el comedor y la cocina. Se han diseñado de esta manera porque estas estancias se comunican entre sí a través de paneles, biombos y puertas correderas acristaladas. Así, cada uno de los espacios puede estar abierto o cerrado según la necesidad de cada momento y siempre habrá amplitud visual.

El espacio central de la casa se ha destinado a la zona más social, es decir, la que incluye salón, comedor y cocina en un ambiente diáfano, aunque con las atmósferas perfectamente diferenciadas gracias a los muebles, la mayoría hechos a medida. 

Lo primero que llama la atención al acceder a esta zona es el techo a doble altura con vigas de madera. También hay un ventanal en la parte más alta que crea un efecto claraboya ideal. El salón está presidido por un gran sofá en L y una mesa de centro en forma de puff, todo hecho a medida. Las paredes acristaladas al frente son el acceso directo al exterior, con dos salidas al jardín y dos grandes ventanales. Entre ellos se sitúa la chimenea de leña que marca la línea central del espacio.

La cocina moderna con isla se pensó para facilitar el movimiento y a la vez proporcionar una zona para desayunos y comidas informales equipada con varios taburetes altos, de espaldas al salón. Dos líneas de estantes volados complementan a la perfección con los colores piedra de los muebles y marcan el recorrido hasta la zona de noche. 

Por su parte, el comedor tipo office -con salida directa al porche- ha aprovechado la base de uno de los ventanales para situar un banco corrido que hace de asiento, combinándose con las sillas en el otro lado de la mesa.

A mano izquierda del recibidor se sitúa el dormitorio de invitados y un pequeño aseo con las piezas básicas de lavabo e inodoro, decorado con un bonito papel pintado con estampado de cuadro vichy que realza el efecto caja del espacio.

La zona de paso hacia los dormitorios se ha habilitado como zona de estudio para las niñas mediante un sobre de madera diseñado a medida de punta a punta que hace de escritorio compartido. Dos ventanas garantizan luz natural, tanto sobre las mesas durante las horas de estudio como para el pasillo. Además, todos los rincones de esta zona de paso se han aprovechado con armarios a medida.

Cada hija cuenta con su propia habitación infantil con decoración juvenil para que se mantenga estilosa y se adapte con facilidad a sus próximas etapas vitales, sin caducarse. Las camas están hechas a medida en blanco y tienen cajones abajo para más almacenaje. 

Desde un principio, las arquitectas Núria Selva y Sandra Dachs tuvieron claro que querían ubicar un baño entre ambos dormitorios infantiles para que las dos hermanas lo compartieran accediendo por sus respectivas puertas correderas. El lavabo es doble y la bañera se ha colocado junto a la ventana, para tener vistas a la piscina.

Las habitaciones son iguales salvo por la decoración de la cama, en la que una tiene toques azules y la otra únicamente en rosa empolvado. Se han añadido un puff y una alfombra de fibras naturales en cada una para no perder la esencia natural y relajada de la casa. 

En palabras de la interiorista Pia Capdevila, "queríamos diseñar un dormitorio principal que llamara la atención", de ahí que se decidió colocar vigas decorativas en el techo y establecer una distribución abierta y funcional del espacio con el dormitorio, un vestidor y un baño. Lo primero que llama la atención es que no existen puertas entre cada uno de los diferentes ambientes y lo segundo, la cristalera que separa la zona de ducha del dormitorio. 

Desde el dormitorio existe un acceso a pie al jardín, además de un gran ventanal en cuya base se ha diseñado un banco de madera con los mismos acabados que el cabecero que lleva las mesitas de noche integradas a modo de hornacinas.

Por otro lado, el pasillo que comunica el baño con el dormitorio se ha aprovechado para diseñar toda una línea de armarios a medida a modo de vestidor, con el detalle de una hornacina horizontal para lucir elementos decorativos.

En el baño de la suite se sitúa un mueble laminado con lavabo doble. El inodoro y la ducha tienen vistas al dormitorio a través de un cristal que permite tanto la entrada de luz como las vistas al jardín. La iluminación del baño se ha resuelto mediante unos focos y tiras led en los estantes.

El gran porche con un diseño semicubierto bajo una estructura de madera da la nota de estilo rústico a la vivienda. Pia Capdevila ha dispuesto un comedor exterior con una mesa, un banco con sobre de madera, butacas de fibra natural y una barbacoa con fregadero para que los propietarios disfruten de futuras reuniones y comidas al aire libre. 

El pavimento del porche se extiende hacia la parte del jardín donde aguarda la piscina. El resto, cubierto de césped, transmite naturalidad y frescor. a la vivienda. ¡Nos encanta!

Inspírate en otro proyecto de Pia Capdevila, ¡pero en su propia casa de campo! Era una antigua rectoría que necesitaba que alguien la recuperara y quién mejor que la propia interiorista para hacerlo. ¡Ideal!