Un ático moderno y luminoso, lleno de ideas de distribución y estilo en Barcelona: la última reforma de la interiorista Pia Capdevila

El recibidor, a pesar de ser pequeño, no resulta agobiante gracias al color blanco que cubre desde paredes a techo, y la luz natural que lo inunda todo. Este color actúa como lienzo perfecto para acoger un cuadro de Bruno Ollé con colores RAL, que aporta ese punto artístico y vanguardista.

En el salón predominan los colores neutros (gris claro y blanco) para potenciar la luz que entra por el gran ventanal que conecta con la terraza. Sobre esta paleta de colores tan versátil destacan pinceladas de color procedentes de los cojines y los arreglos florales. Además, varias piezas en madera aportan calidez y naturalidad.

El comedor, que conecta directamente con la cocina a través de sendas puertas correderas, utiliza el negro como base decorativa: lo encontramos en el tapizado de las sillas, el faldón de la cortina, la lámpara y la vitrina. Tiene también salida a la increíble terraza, por lo que la luz artificial apenas hace falta: eso sí, la decoradora no ha querido privarse de incluir una preciosa lámpara de techo, de estilo moderno, que atrae todas las miradas y corona la mesa cuadrada.

La cocina actúa como punto medio entre el salón y el comedor, y crea un diálogo entre los tres espacios. Es de planta cuadrada, por lo que todo el mobiliario es de líneas rectas, muy limpias, para favorecer la sensación de orden y armonía. Tiene dos frentes, en perpendicular: por un lado, la encimera en tonos neutros con armarios incorporados, y por otro, una isla que da paso a una mesa office en madera. De ahí, accedemos directamente al comedor exterior de la terraza. "Queríamos crear un circuito cómodo para que desde la cocina fuera igual de cómodo ir al comedor interior que salir al de exterior", apunta Pia Capdevila.

La zona de día cuenta, además, con un aseo auxiliar, que, a pesar de ser pequeño, tiene todo lo necesario: una encimera con mueble volado, para generar ligereza visual, y cestas en fibras naturales para dejar el espacio recogido. ¿Lo que más nos gusta? El sorprendente papel pintado con motivo marino, que cubre la pared principal y convierte la estancia en un espacio único.

Adentrándonos ya en la zona de noche, nos encontramos con el dormitorio principal. Al igual que en el resto de la vivienda, la luz natural inunda cada rincón de esta estancia, y todo invita al descanso y exuda serenidad. "Los tonos neutros de base y la luz natural contribuyen a ello", explica la decoradora. El mobiliario se escogió de estilo atemporal, para poder perdurar en el tiempo, y la pared principal la cubre un papel de textura rústica, a juego con el cabecero tapizado en lino.

El dormitorio principal cuenta con un práctico vestidor de armarios abiertos, para que todo quede a la vista: se ha optimizado el espacio al máximo, por lo que llegan hasta el techo y cubren los tres frentes. 

El baño principal sigue la misma pauta cromática que el resto de la casa: tonos tierra, grises y marrones. Eso sí: destacan el mueble del lavabo, en diseño volado, y el sanitario, de un blanco blanquísimo. El primero, cuenta con grandes cajones para almacenaje y una encimera con doble seno, sobre la que se colocó un espejo en horizontal que amplía visualmente el espacio.

El dormitorio infantil es sencillo y práctico, pero no le falta encanto y estilo: una litera, diseño de la interiorista, asegura que no se pierda ni un centímetro de espacio, y proporciona almacenaje para juguetes y libros de los niños. "Contar con espacio de almacenamiento es un imprescindible en las habitaciones infantiles", asegura Pia, ¡y cuánta razón tiene!

Pasamos a la joya de la corona, el tesoro de este precioso ático: la terraza. Está distribuida en varias zonas claramente separadas. Para el salón, se han acomodado dos sofás y una butaca, con textiles adaptados al exterior, pero que no desentonan con la decoración del interior. ¿Lo mejor? El fresquísimo jardín vertical que atrae todas las miradas y proporciona un respiro al trajín de la ciudad, que observamos desde lo alto.

En el comedor exterior no se ha dejado ningún detalle al azar: está diseñado teniendo en cuenta la importancia de proteger la intimidad de la familia, así como la incidencia del sol y la sombra para garantizar una máxima funcionalidad y comodidad en el día a día.

La piscina es el rincón estrella de la casa, donde la familia disfruta de momentos únicos con vistas a Barcelona. Se trata de una mini piscina prefabricada que, al estar 80 cm elevados del suelo, incluye una escalera de acceso que actúa como banco y solárium a la vez. La madera asegura la calidez del espacio, y las tumbonas y el sillón colgante procuran un lugar en el que relajarse al final de un largo día.