La frase "rodéate de todo aquello que te haga feliz", responde al primer principio del Feng Shui que afirma que “todo está vivo”. Según esta filosofía, tres veces milenaria, todo está vivo porque todo emite una vibración. Ya nadie se sorprende cuando afirmamos que todo es energía. Todo lo que nos rodea y tenemos en nuestro hogar, nos influye, seamos conscientes o no de ello.
Pero, ¿qué hay de cierto en esta frase? ¿Por qué se aconseja? Analizamos cómo puedes conseguir que tu casa te haga más feliz.
Todo está vivo
Los colores de las paredes, la forma de los muebles, los materiales, las texturas, los objetos, el orden y el desorden... Todo lo que tenemos influye directamente en nuestro estado de ánimo y en nuestra energía, de la misma forma que nos influyen nuestros pensamientos y creencias. De hecho, nuestro espacio es un reflejo de lo que pensamos y sentimos, nuestro hogar es “literalmente” nuestro espejo.
Por eso, lo que aconseja el Feng Shui es que nos rodeemos de todo aquello que nos haga feliz y eliminemos de nuestro entorno aquellos objetos que nos anclan a un pasado doloroso. También todo lo que nos vincula con personas que han salido de nuestra vida, como por ejemplo, el cuadro de una expareja con la que tuvimos una relación tóxica.
La energía dolorosa de este tipo de objetos inunda muchísimos hogares. En el momento en que tomamos consciencia del efecto que genera, nos cuesta menos desprendernos de ellos y nos invade una necesidad de sustituirlos por otros objetos o imágenes que nos alegren el alma y nos conecten con nuestra esencia genuina.
¿No es una regla muy hedonista?
El hedonismo es una corriente filosófica que tiene su origen en la antigua Grecia. La palabra “hedonismo” viene del griego hēdonḗ y significa "placer" en el sentido más amplio y entendido también como bienestar. A lo largo de la historia, esta doctrina o corriente filosófica se ha malinterpretado muchísimo, de manera que el hedonismo ha llegado a nuestros días reducido y estigmatizado,alejándose totalmente de lo que significó en sus orígenes.
Por otro lado, el Feng Shui, tiene su origen en China y se basa en la profunda observación de la naturaleza y sus estaciones. Con más de 3000 años de historia, lo que nos dice esta ciencia es que nos rodeemos de belleza, entendiendo por belleza todo aquello que nos haga sentir bien y nos genere bienestar, como la propia naturaleza, si lo que deseamos es cuidar nuestra energía.
Es importante rodearse de cosas que nos hacen sentir bien.
Ejemplos de cosas que nos hacen felices
Cada persona es única, por eso en muchas ocasiones el Feng Shui de manual o los tips no siempre funcionan a todos por igual. Es importante que cada persona conecte con aquello que le hace sentir bien y lo plasme en su hogar de la forma que más le guste. Por ejemplo, puedes cambiar ese color de pared que hace tiempo que te aburre o colgar esa foto de las vacaciones que te conecta con ese estado de felicidad. También puedes regalarte un ramo de flores frescas para colocarlas en el salón o incorporar aquella frase inspiradora que tanto te gusta en la entrada.
¡Creatividad al poder!
El Feng Shui huye de modas y clichés y propone un tipo de decoración más consciente, creativa y personal. Respetando siempre los gustos y necesidades de cada persona.
Tenemos que confiar más en nosotros mismos y en nuestras sensaciones y animarnos a hacer esos cambios que van más en línea con nuestros valores actuales y nuestros anhelos, sin duda nos sentiremos más vivos, alegres y ligeros en nuestro espacio más sagrado, nuestro hogar.
Si te quieres aplicar la filosofía del Feng Shui en tu casa, sigue estos consejos. ¡Dale al play!
*Artículo escrito por Astrid Izquierdo, autora de "El pequeño libro del Feng Shui".