10 trucos infalibles para una casa limpia y reluciente el día de Reyes: mantel sin manchas, cubiertos brillantes... ¡sirven para todo el año!

Si tienen manchas amarillas, sumérgelos en 1l de agua caliente con 3 cucharadas de bicarbonato. Si son de algodón, mezcla vinagre y limón, frota las manchas con un cepillito, deja secar al sol y lava. Y si son de lino, plánchalos semihúmedos, a temperatura máxima y con vapor. 

Puedes conseguirlo con vinagre, añadiendo unas gotas al agua fría del último aclarado. Con limón, dejándolas en remojo una noche con la cáscara. Y con alcohol, repasándolas con un trapo empapado en él antes de servirlas.

Forra con papel de aluminio un recipiente donde quepan los cubiertos. Vierte sal o bicarbonato en su base, añade agua caliente y sumerge la cubertería. Déjala 2 horas, aclara y seca. ¡El resultado te sorprenderá! Y si tienen óxido, corta una cebolla por la mitad, úntale azúcar y frota la parte oxidada. Deja actuar unos minutos y lava con agua y jabón. ¡Será por trucos! 

En las celebraciones ten siempre a mano spray o toallitas antimanchas. Si te pilla desprevenido, pon papel de cocina sobre la mancha y cuando se haya empapado, pon sal sobre el cerco. Deja actuar unas horas y aspira. Una vez secas son más difíciles de quitar. Prueba sumergiendo la prenda en leche caliente y luego lavando normal.

Vaporízalos con agua tibia mezclada con un chorro de vinagre y frótalos con papel de periódico o una bayeta de microfibra: alargarás su limpieza. Y para eliminar las huellas, usa papel de cocina mojado en agua y alcohol o frota con 1/2 patata y luego limpia.

La cocina puede jugarnos una mala pasada perfumando la casa de olores indeseados. Coloca un platillo de algodón empapado en vinagre y eliminarás rápidamente sus "aromas" de la cocina. Y para la nevera, que estos días estará llena de alimentos de todo tipo, coloca un limón abierto por la mitad con clavos de olor o bien un bol de café molido. Todo un clásico que funciona. 

Trabajarás mucho con ellas estos días y debes mantenerlas higiénicas. Para ello, en cuanto a las tablas, nunca las dejes en remojo. Y todas las superficies de madera, lávalas con agua fría; la caliente abre los poros facilitando la absorción de olores y humedad. Si tienen manchas, frótalas con sal gorda y un estropajo. Enjuaga rápido y seca.

O más bien para atenuar los olores de casa de forma suave y sana. Pon un ramillete de hojas de laurel en un jarrón mezclado con otros verdes, en la mesa y en cada estancia. También sirve un bol con hojas secas picadas. El laurel es útil también para evitar la aparición de bichitos en la despensa: esparce algunas hojas y los tendrás a raya.

Para conseguirlo hay tres pasos infalibles a seguir. Ponlas en remojo en agua fría, durante media hora y con un chorrito de vinagre y otro de limón. Luego, al lavarlas, pon poco jabón, sustituye el suavizante por un chorrito de vinagre y utiliza programa de agua fría. Y para secarlas, tiende a la sombra y al aire libre. Y si tienes secadora, no lo dudes, ¡adentro! 

Antes de lavar una prenda blanca como la de la ropa de cama o las cortinas de este dormitorio, déjala 30 min en agua con detergente, el zumo de un limón y una cucharada de sal. Enjuágala y a la lavadora. Si la dejas secar al sol directo potenciarás aún más la blancura. Y para casos difíciles, frota con agua oxigenada rebajada en agua o sumerge 5 minutos en agua hirviendo con limón.