11 tips para que tu hijo estudie mejor

Ni hace falta estar todo el día conectado o querer hacerlo todo rápido y mal. ¿Lo ideal? Tener una rutina y si es parecida a la que tenían cuando iban al colegio o al instituto, mejor: primero el desayuno, a continuación las clases, luego la hora de la comida y por la tarde deberes o trabajos que les hayan podido mandar. Eso sí, no toda la tarde, también debe haber momentos de desconexión. Y si hacen ejercicio, mejor. No olvides que el deporte les ayudará a concentrarse y mejorar su rendimiento académico.

Organizarse bien la semana y la preparación de las clases es imprescindible para una mejor concentración. Prever las horas en las que estaremos conectados con el profesor y nuestros compañeros y también las que tendremos que dedicar luego en solitario para un trabajo. De esta manera, evitarás que tu hijo se colapse y se ponga nervioso. Para hacerlo más visual, podéis crear un panel organizador.

 La luz natural es perfecta para leer y estudiar, así que siempre que sea posible coloca el escritorio junto a la ventana. Cuando oscurezca, es importante que tu hijo disponga de una lámpara de sobremesa para evitar tener que forzar la vista, de lo contrario se cansará más y desconcentrará rápidamente. Si la lámpara es tipo flexo, podrá dirigir mejor el punto de luz.

Ni Instagram ni Snapchat ni Whatsapp. A la hora de estudiar el móvil tiene que estar desterrado, ya que nos tenemos que centrar en el ordenador o la tablet, el medio con el que estemos siguiendo las clases online. Silenciarlo y colocarlo lejos o incluso en otra habitación ayudará a centrarse en la materia.

Las láminas decorativas y las fotos de viajes nos encantan, sí, pero si se trata de una habitación para estudiar, mejor decorar la estantería con libros. Esto resultará útil tanto para consultas rápidas (enciclopedias, libros de texto, literatura...) como para mantener la concentración.

Para una mayor y mejor concentración a la hora de estudiar o hacer los deberes, lo ideal es trabajar sobre una superficie de color neutro y, si es posible, que tenga un acabado mate (de esa forma se minimizan los reflejos).

Para concentrarse hay que estar cómodo y tener una postura correcta. Un buen respaldo que respete la postura de la espalda, los pies deben llegar al suelo... Si la silla es ergonómica, ¡mejor!

Aunque ya estamos en primavera y el sol se va tarde, puede que algún día tu hijo tenga que quedarse estudiando hasta tarde. En esos casos, una buena luz es imprescindible para leer bien y no forzar la vista. Lo ideal es un flexo que proyecte la luz directamente sobre los apuntes y no genere ninguna sombra sobre ellos.

¿Y si en lugar de una lámina cualquiera pones un mapa? Además de ser muy decorativo será genial para sus lecciones de geografía. 

Ahora que tu hijo tendrá que usar el ordenador sí o sí, es importante que la pantalla se coloque de forma perpendicular a las fuentes de luz diurna y nunca frente a una ventana o en contra. Ambos detalles son importantes para proteger la vista, para evitar la vista cansada y el deslumbramiento.

Si tu hijo todavía está en primaria, lo ideal es hacer las clases o, al menos, los trabajos que le manden, junto a él y en una estancia que no sea su habitación, o bien, no sea el cuarto de jugar. Los juguetes le distraerán y se recomienda tener una mesa grande y una silla cómoda para el rato que requieren los estudios.