Cómo convertir tu baño en un spa

Txell Huguet

Redactora de El Mueble especializada en decoración y orden

Actualizado a 20 de octubre de 2021, 12:03

Convertir el baño en un oasis de bienestar es posible sin necesidad de una gran inversión. Valora tus prioridades y regálate un baño de sensaciones: un espacio en el que el tiempo se detenga para poder disfrutar de los beneficios del agua. ¿El resultado? Una mente más relajada y un cuerpo que recobra fuerzas tras la jornada laboral. Y todo ello, sin salir de casa.

¿Qué elementos necesitas?

Te exponemos a continuación todos los elementos que puedes ubicar en tu spa. Tus preferencias y tu presupuesto te ayudarán a definir el diseño de tu baño de relax.

Bañeras de hidromasaje

Sus beneficios residen en los jets que incorporan en varias áreas destinados a masajear diferentes puntos del cuerpo. Su funcionamiento es sencillo: mediante una bomba, el agua de la bañera se aspira y se propulsa a través de salidas e hidrojets. Por ello es muy importante tener en cuenta el nivel de sonoridad de la bomba, ya que si es muy ruidosa podría enturbiar el momento de relax. Hay bañeras que proporcionan masajes de aire mediante burbujas, idóneas para aliviar el estrés y relajar el cuerpo.

Otra opción son las bañeras de rebosamiento que, como su nombre indica, rebosan agua constantemente. Se trata de un murmullo muy relajante. Las bañeras con hidromasaje suelen encontrarse con anchos desde 75 cm y con largos desde 175 cm. Las de 180 x 80 cm suelen ser para dos.

Minipiscinas

Si el espacio no es impedimento, puedes instalar un spa. Se trata de pequeñas piscinas que también combinan el masaje a través del agua y del aire. El agua sale en forma de chorro a través de jets regulables en intensidad y orientación, y el masaje de aire se consigue a través de la inyección de aire mediante microorificios. Son más grandes y profundas que las bañeras y pueden dar cabida a más de dos personas. Se instalan normalmente en el baño o en zonas exteriores, como terrazas o jardines. En cualquier caso, las bañeras y los spas se pueden realizar en materiales acrílicos, lo que permite que adquieran cualquier forma (rectangulares, ovaladas, angulares, asimétricas). Además, el acrílico es un material antideslizante y conserva el brillo con el tiempo.

Saunas

Es un equipamiento que también ha saltado al ámbito doméstico. La sauna proporciona un baño de calor a una temperatura de entre 70 y 100 ºC y con una humedad relativa del 5 al 30%. Favorece la eliminación de toxinas y la relajación de los tejidos musculares. Para poder instalarla hay que contar con al menos unos 2,5 m2. De todas formas, hay modelos muy compactos que se adaptan a cualquier rincón, como debajo de una escalera (1 x 1,5 m) o, incluso, en una buhardilla (1,6 x 2 m). Es importante que el suelo sobre el que se instala esté bien nivelado y que haya dos tomas eléctricas: una para el calefactor que generará el calor y otra para la iluminación.

Cabinas de ducha

Se trata de estructuras preensambladas que incluyen el plato de ducha, la mampara, la grifería y los jets de hidromasaje. Las hay que incorporan la función de sauna y, otras, accesorios que juegan con los beneficios terapéuticos del color, de la música y de los olores. Puedes encontrar en el mercado cabinas de ducha, ya prefabricadas, desde 1 m2.

¿Pero cuánto espacio y qué presupuesto necesito?

Hay tanta variedad de spas como espacio y presupuesto dispongas. En pocos metros puedes disfrutar de los beneficios del hidromasaje con una columna de ducha. Basta con sustituir el antiguo rociador, sin necesidad de cambiar el plato. Puedes encontrar en el mercado columnas de ducha con jets de hidromasaje a partir de unos 350€. Si quisieras disponer de un completo spa, con cabina de ducha, spa hidromasaje y sauna, necesitarás un espacio de unos 25 m2. Los precios de cada uno de estos equipamientos también varían. Puedes encontrar bañeras de hidromasaje a partir de 750€, cabinas de ducha alrededor de 4.000€ o saunas desde 5.000€. Además del espacio también necesitas una correcta preinstalación eléctrica. Para que columnas y cabinas funcionen correctamente y les puedas sacar el máximo partido, los expertos recomiendan una presión dinámica de entre 2 y 5 bars.

¡En poco espacio!

En pocos metros puedes disponer de una cabina de ducha o de una columna hidromasaje, que te proporcionan los beneficios del agua en vertical. Procura que combine prestaciones con una estética a tu gusto. Para que las columnas y las cabinas funcionen correctamente, se recomienda una presión dinámica del agua de entre 2 y 5 bars. También es importante que las elijas de materiales fáciles de mantener y de limpiar.

¡Quiero una sauna!

Los materiales más empleados en el interior de las saunas son el cedro rojo y el abeto. El primero no acumula el calor y no quema al tacto. El abeto es económico. Para los bancos, mejor las maderas blandas. El interior de la sauna también se puede realizar a la carta. El equipo básico consta de un banco. A partir de aquí, puedes añadir lo que quieras: reposacabezas, luz de lectura, cromoterapia, panel de control digital, etc.

Potenciar la sensibilidad

Las bañeras, spas y cabinas de ducha pueden incluir los beneficios de la cromoterapia y de la aromaterapia. Através de leds, se aplican luces y colores con efecto relajante o tonificante, según los colores. Los aromas también tienen un efecto terapéutico. Si quieres, puedes elegir accesorios que rocíen aceites esenciales. Para completar esta experiencia sensorial, puedes apostar por la musicoterapia.

¿Tú ya tienes un spa en casa? ¡Cuéntanos de qué consta en los Comentarios de este artículo!

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