Recibidores El Mueble que inspirarán tu próxima reforma

¿Quieres que a tu recibidor le llegue luz natural? La interiorista Marta Prats ha ideado un cerramiento de cristal por el que se cuela la luz del salón iluminando la entrada. Y para mayor comodidad lo ha completado con un banco de madera decorado con cojines. Bajo él, un par de cestas solucionan el problema de almacenamiento.

Si tu recibidor comparte espacio con otra estancia y quieres separarlas visualmente, aquí tienes la solución: crear una estructura de lamas de madera, supercálida. Es lo que se ha inventado en esta casa la interiorista Asun Antó para separar la entrada de las escaleras que conducen a los dormitorios en el piso superior. Los huecos libres que quedan entre listón y listón permiten la libre circulación de la luz. Un banco y una planta es su sencilla decoración.

¿Te gustaría aprovechar tu recibidor al máximo? Aparte de decorarlo con una consola y un banco, convierte una de sus paredes en un amplio armario. La interiorista Elena Eyre ha diseñado estos empotrados, cuyas puertas paneladas sin tiradores lo mimetizan con la pared y, además, los ha pintado en un atrevido tono gris. ¡Menudo recibidor moderno!

Este recibidor con ventana no tiene problemas ni de luz ni de espacio, por eso, la interiorista Marta Tobella lo aprovechó al máximo. Un banco con almacenamiento bajo la ventana donde guardar los zapatos, un armario ropero en el que dejar los abrigos, una balda superior y unas perchas para colgar pañuelos y bolsos. ¡Aquí el orden está asegurado!

¿Te gusta el estilo rústico? Pues mira qué fácil es conseguirlo. La interiorista Gabriela Conde ideó esta estructura alistonada de madera que aúna un banco volado, estante superior y perchas. Lo remató pintándolo en un verde natural y lo acompañó con cojines en tonos oliva y tierra. Y para iluminarlo, dispuso unos apliques metálicos en blanco.

En los recibidores pequeños muchas veces creemos que no es posible hacer nada. Pero es cogerlo una interiorista y hace auténticas virguerías. Como en este, donde Inés Bernades ha tenido la magnífica idea de diseñar un mini armario zapatero debajo de la escalera. Unas bandejas extensibles logran organizar ¡hasta 30 pares de zapatos!

¿Tu recibidor se comunica visualmente con la cocina? ¿Te gustaría separar ambos ambientes? Fíjate en esta solución. La interiorista Paula Duarte ha diseñado un tabique a medida con la parte superior acristalada y cuarterones blancos. Su función es triple: separa ambas estancias, deja pasar la luz y da profundidad visual. ¡Perfecto!

Este entrante en la pared estaba pidiendo a gritos convertirse en un original recibidor. Marta Prats ideó una fórmula que funciona: banco descalzador volado, estante superior y perchas en el centro. Y para darle más personalidad paneló la pared del fondo con listones de madera. Unas cestas en el suelo y una alfombra de fibra le dan un aire desenfadado.

En la entrada de este piso, se aprovechó el retranqueo de la pared para realizar una hornacina donde instalar el calefactor. La interiorista Rocío Montesino-Espartero ideó un cubreradiador a medida y lo transformó en una práctica repisa con capacidad para un espejo, una lamparita de sobremesa y un jarrón con flores. Toda la cavidad, baldas incluidas, se pintaron de un suave gris que, sin duda, llaman la atención.

Si tienes una casa de montaña donde los inviernos son crudos, te vendrá bien duplicar la entrada. Es lo que hizo aquí la interiorista  Isabel López-Quesada, dividir el vestíbulo en dos instalando un cerramiento de hierro y cristal: una especie de cortavientos a prueba del frío y el agua. La zona exterior es el zaguán, ideal para cambiarse el calzado los días de lluvia antes de entrar en el interior. Se ha decorado con un banco vintage, un zapatero y un perchero con repisa y ambas estancias se han pintado en color gris. ¡Una idea redonda!

Otra buena manera de iluminar un recibidor es pintar las paredes de blanco. Lo sabe bien Elisabet Blázquez, de Dadà Interiors. En este proyecto revistió la entrada con listones que no llegan al techo y los remató con cristales de 70 cm para inundarla de luz. Tras el panelado se ocultan armarios a ambos lados. Al otro lado de la puerta, un panel acristalado aporta más luz. Se han colgado unas cortinas XL para darle al interior la intimidad que precisa. Una alfombra y una lámpara blancas son sus únicos elementos decorativos.

Instalar un armario en el recibidor es una excelente manera de aprovechar sus paredes. Es lo que ha hecho aquí la interiorista Cristina Castaño con este diseño de dos cuerpos. Las molduras, las puertas en aspa acristaladas, las cortinillas en Toile de Jouy, a juego con la banqueta, y los pomos de latón delatan su porte clásico. Una consola estrecha, un banco y una alfombra étnica en tonos tostados lo decoran.

La interiorista Asun Antó ha elegido un recurso infalible que ilumina y amplía el recibidor: colocar un espejo. ¡Y qué mejor que un modelo de cuarterones que es tendencia! Lo ha acompañado con un banco zapatero y una alfombra de fibra. Unos cojines y una colchoneta en tonos verdes hacen la sentada más cómoda. 

Mira qué manera más fácil de lograr un recibidor luminoso en tu casa de campo. Sustituir la puerta de entrada por un cerramiento acristalado que lo inunde todo de luz. Este de cuarterones de hierro es un diseño de Ingrid Berni. Una consola y un espejo lo amueblan. Y, como remate, una alfombra de fibra, cortinas de lino y un espectacular ramo de flores en una jarra vintage dan ese toque fresco y natural a la estancia.

¿Tu recibidor es pequeño? ¡También se merece un lavado de cara! Fíjate en este de la imagen: se pintó en un tono gris en contraste con el techo y las vigas blancas y se amuebló con un banco de obra volado, un perchero de pared y una mini repisa superior que apenas le quitan espacio. Y para que no resultara oscuro, en el acceso que da al comedor se instaló una puerta de cristal que lo ilumina. Una cestas de fibra colgadas o en el suelo y una alfombra de colores vivos animan la estancia. 

En las casas de montaña, tipo cabaña, la madera es el material protagonista. En este recibidor, Luderna se encargó de revestir la pared de abeto recuperado y unos colgadores de cuero que hacen de perchero. A sus pies, un banco nórdico sirve de descalzador. Y una estructura de hierro, diseño de Dröm Living, alberga el leñero y la chimenea. ¡Súper original!

La luz en el recibidor está asegurada con un ventanal como este, pero era una pena no aprovechar su espacio y las vistas. Por eso se ha colocado un amplio y multifuncional banco de madera que lo mismo sirve de asiento o zona de lectura que de zapatero o lugar donde depositar cojines y mantas en cestas. Las vigas, la alfombra y las cortinas de lino lo abrigan y le dan calidez. ¿No te parece ideal?