Colorterapia

Estos son los colores que mejor le sientan a un recibidor

Ya sea de paso, enorme, campestre, urbano, con luz, sin luz... siempre hay un color que encaja a la perfección en la entrada de casa.

Marta Sahelices

Periodista especializada en lifestyle

Actualizado a 18 de julio de 2019, 23:59

No hay color equivocado, tan sólo decisiones poco meditadas. Cuando nos enfrentamos a una pared en blanco lo primero que hemos de pensar es en si ha de permanecer de este color o, por el contrario, podemos aplicar tonos más arriesgados o estimulantes. Y mucho más si estamos hablando de pintar un recibidor, una de las zonas más sensibles de casa porque, aun siendo de paso, es el primer espacio decorativo que revelamos y damos a conocer. Y un color equivocado puede causar una primera impresión equivocada.

Los mejores colores para pintar tu recibidor

Tonos tierra

Son amables, cándidos y muy elegantes. No temas que resten luz a tu recibidor si no es demasiado grande, el truco está en pintar la pared solo hasta media altura. Cuando el espacio no se sea un problema lo inteligente es pintar una de las paredes entera y combinarla con muebles de madera natural, que suavizan el ambiente.

Verdes

El color musgo es ideal para las casas de campo, las contextualiza y hace que un poquito del exterior entre al interior como por arte de magia (¡y de brocha!).

Los estampados vegetales están también muy de moda. Un papel pintado en tonos verdes y blanco es capaz de animar cualquier recibidor por muy pequeño que sea.

Apuesta por el neutro

El color gris cuenta con tantos tipos de matices como desees: más claro sirve de base a cualquier estilo decorativo, más azulado aporta personalidad y si combinas varias tonalidades de gris estarás innovando sin arriesgar demasiado.

Con el beige es difícil equivocarse y el blanco roto es el rey de los recibidores, multiplica la claridad y es muy complicado cansarse pronto de él.

A un paso de pintar...

¿Quieres color en el recibidor, pero no sabes muy bien cuál ni cómo? No hay problema. Empieza por pintar detalles decorativos, como marcos de cuadros o de espejos, bancos o algún mueble de la entrada.

Otra opción es pintar la marquetería cercana: las puertas y ventanas pintadas de colores frescos como el azul o el verde consiguen el mismo efecto refrescante que una pared pintada de arriba abajo de estos colores, pero lo hacen de manera más tímida y menos impactante.

Y si, ya que te pones, te animas también a pintar el resto de tu casa, echa un vistazo a la siguiente galería con medio centenar de ideas para vestir sus paredes.

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