15 dormitorios con toques lujosos de la revista El Mueble llenos de buenas ideas y buen gusto, ¡pura inspiración para el tuyo!

Esta casa está llena de luz, vegetación natural, y contrastes. El dormitorio es un claro ejemplo de eso: la presencia del mármol en el baño y de los apliques dorados en la banqueta a pie de cama contrastan con el cabecero y la ropa de cama de lino, de toque más rústico. Una mezcla de elegancia con calidez que demuestra que la perfección está en el punto medio.

El blanco baña toda esta estancia y sirve como hilo conductor de la luz que entra por los amplios ventanales. Los toques de color los aporta la ropa de cama: los cojines en tonos rosas, y mantas en beige y crema. ¿El toque final? La maxi alfombra en gris que aporta calidez sin robar protagonismo.

Nada más entrar en esta habitación, la mirada se dirige al precioso techo abuhardillado con vigas a la vista, que se pintaron de blanco. El blanco cubre también paredes, cortinas, y llega hasta el suelo en forma de una maxi alfombra de lo más cálida. Todo refleja y potencia la luz natural. El toque de color lo ponen la ropa de cama y las plantas, así como las piezas de estilo vintage: la mesita de noche, el cabecero, y la mesa auxiliar del vestidor.

Este dormitorio de Villa Bali, reformado por el estudio de interiorismo Sandon mezcla el protagonismo de los tonos neutros (beige, arena y blanco, desde alfombras, textiles y mobiliario hasta el techo) con pinceladas de negro que le dan un aire de lo más sofisticado, característico de las casas marbellíes. Sin embargo, basta con asomarse al gran ventanal para ver las palmeras exóticas que rodean la vivienda y nos transportan al sudoeste asiático, y que tienen presencia también en el interior con un precioso cuadro de grandes dimensiones, protagonista absoluto de la estancia. ¡Llevar Bali a Marbella es posible!

Esta preciosa villa andaluza está orientada al exterior, hacia el frondoso jardín con piscina. En el dormitorio se aplicó la misma fórmula de distribución: al orientar la cama hacia el ventanal, los rayos de luz provenientes del jardín y las vistas son lo primero que vemos nada más despertar. Las cortinas y la ropa de cama en tonos ocre y mostaza potencian y reflejan el efecto dorado de la luz, haciendo que la estancia brille con luz propia. 

Este dormitorio evoca la elegancia atemporal con un toque de dulzura: las paredes revestidas en suaves tonos pastel, junto a la maxi alfombra en rosa empolvado, crean un ambiente sereno y acogedor. Las cortinas, a juego con la paleta de colores de la estancia, caen de forma delicada, como captando el ambiente fino de la estancia. 

En esta preciosa casa en plena Costa del Sol se respira un aire relajado, pero la cuidada decoración deja claro que se ha prestado atención a todos los detalles. La suite principal parece salida de un sueño: las fibras naturales que se funden a la perfección con los tonos pasteles, crean una sensación de paz que solo puede rematarse con una elegante chimenea. ¿La joya de la corona? El precioso columpio que cuelga del techo y desde el que se puede ver las magníficas vistas de la terraza. 

Todo en este dormitorio exuda calidez: la alfombra que ocupa casi toda la estancia y nos invita a caminar descalzos sobre ella, el papel pintado de la pared con textura rústica, la ropa de cama en tonos ocre y mostaza... Que la pared lateral sea casi inexistente y en su lugar encontremos grandes ventanales, permite que la luz natural entre con fuerza y potencia esa sensación de serenidad y armonía, ¡es ideal!

Nos encanta la idea de que el revestimiento a media altura de la pared actúe como cabecero, y contraste en tonalidad con los verdes de la ropa de cama. Una fórmula acertadísima para aportar frescura a la habitación, y un toque moderno.

El dormitorio siempre debe ser una estancia serena y sosegada que invite al descanso, pero ello no significa que no pueda tener personalidad. El cabecero tapizado, las piezas antiguas y los arreglos florales (a juego con la frondosa vegetación exterior) consiguen precisamente este efecto, y lo convierten en una estancia única pero con un toque clásico.