Cocinas grises: personales, atrevidas y acogedoras

Esta cocina tiene un look clásico, con sus muebles con molduras y tiradores de concha, y la campana de obra. Pero, a la vez, actualizado, en parte gracias al color, un gris suave que, según el equipo de Deulonder, responsables de esta cocina, vino marcado por el color del suelo. 

Esta cocina demuestra que no por ser pequeñita debe renunciarse al color. La decoradora Cristina del Valle optó por un gris suave para el mobiliario, inspirándose en el del pavimento, y tiñó paredes, antepecho y techo de blanco, lo que contribuye a multiplicar la luminosidad. Y reservó los toques de negro, presentes también en las baldosas, para los tiradores. Un conjunto moderno, luminoso y con personalidad. 

En blanco, esta cocina no sería la misma. Y es que es precisamente la elección de este gris verdoso el que le da un extra de personalidad a la vez que arropa un espacio muy amplio, que cuenta, incluso, con zona de plancha. Pero para que el conjunto no se viera demasiado pesado, se ha optado por un antepecho blanco y se han reservado los módulos altos solo para la columna de despensa. 

El derroche de luz de esta cocina aguanta con creces la personalísima elección del mobiliario, de un intenso gris humo, que suma personalidad y hace, a su vez, más acogedor y envolvente el espacio. Como nota de contraste, la isla, que se ha reservado en blanco. 

Esta cocina es toda una declaración de intenciones. A pesar de no contar con mucha luz natural, la decoradora Jeanette Trensig se atrevió con un mobiliario lacado de color gris antracita, que llevó incluso a las paredes. El resultado es una cocina muy moderna, a pesar de contar ya con unos añitos, y muy cosily, algo muy importante en este caso porque el comedor se ha integrado en este espacio. 

Esta cocina se estudió al milímetro, desde la elección del suelo, un original mosaico hexagonal bicolor, hasta el dúo blanco-gris del mobiliario, con los muebles inferiores de un pálido gris y los superiores blancos, para que resultaran más ligeros. 

El espacio es rústico, de hecho esta casa antes era una borda, pero el mobiliario elegido para la cocina es moderno, tanto en su diseño lineal y sobrio, como en su personalísimo color, un gris caqui muy versátil. La nota de contraste es la gran isla, un antiguo aparador reconvertido para esta función. 

La originalidad de esta cocina radica en la elección del mobiliario, que destaca por su acabado que imita el microcemento. Además, en gris, la mimetización con este material es total. 

Las cocinas grises pueden ser actuales y, a la vez, campestres. Y prueba de ello es esta cocina diseñada por la decoradora Pia Capdevila, que quiso rendirle tributo al entorno rural en el que se encuentra la casa pero sin ser caer en un estilo demasiado rústico. El color gris muy suave casi blanco, que parece sacado de las baldosas de efecto desgastado, contribuye a este look más actual. 

Esta cocina puede presumir de un equilibrio decorativo perfecto. Por un lado, el microcemento en gris con el que se ha revestido la isla y la encimera le da personalidad y el toque moderno mientras que la madera del mobiliario suma calidez. Un dúo cromático inspirado en las baldosas hidráulicas de la cocina.    

¿Por qué no? Las puertas alistonadas de madera y la grifería vintage, junto con las sillas tradicionales del office de fibras, dan a esta cocina un sabor campestre que el color gris del mobiliario se encarga de actualizar. Organizada en un frente de armarios, preserva un pasillo amplio y cómodo que da acceso al office, para el que se ha reservado el espacio más luminoso. 

La decoradora Pia Capdevila apostó por un suave gris para el mobiliario de esta cocina, suficiente para darle color pero sin recargar un espacio de por sí mínimal. Para aprovecharla más y mejor, organizó el mobiliario en "U" y usó uno de los laterales como respaldo del banco del comedor.