La mesa de centro perfecta decorada por la directora de Estilismo de El Mueble (CON VÍDEO)

Vacía tu mesa de centro y dibuja mentalmente en su sobre una cruz. ¿La tienes? Esta cuadrícula te ayuda a dividir la mesa en cuatro cuadrantes que son muy útiles para que la colocación de los objetos quede equilibrada.

En uno de los cuadrantes coloca una bandeja que agrupe objetos pequeños que necesitas y que son un poco dispares como tu agenda, las gafas, unas velas... En la esquina opuesta coloca una pila de libros. Elige libros bonitos (sí, claro), pero que te guste tener a mano para consultar. De este modo, coloca lo más pesado en lados contrarios, de forma que dé equilibrio al conjunto.

Necesitas aligerar el peso de libros y bandeja, así que úsalos para colocar objetos más ligeros y pequeños: como un conjunto de velas, un jarrón con flores o una cajita para que los mandos no estén desperdigados por todos lados. Ponen el broche final al conjunto y permiten que la mesa respire.

Coloca los objetos más pesados (aquí los libros o una bandeja) en lados opuestos dentro de la mesa para que quede equilibrado. En el resto pon objetos más ligeros (aquí, los jarrones y bandejitas de cristal). Y ojo, pon solo cosas que te gusten y utilices en tu día a día.

Debes decorarla con objetos tan curvys como ella: velas, jarrones, bandejas redondas las encuentras sin problemas. Una mesa de centro redonda te ocupa menos y es más "segura" si tienes niños en casa.  

Fíjate en cómo queda de bien esta mesa de centro redonda en este salón. Además de favorecer la circulación, se ha decorado con otros elementos redondos, que potencian sus formas curvy. La bandeja, los cuencos y hasta el jarrón tienen esa forma.  

Si tu mesa de centro es cuadrada, en lugar de hacer cuatro divisiones haz una en diagonal formando dos triángulos. Elige objetos acode con su tamaño y no la llenes en exceso, es importante que luzca su sobre de madera, cristal...

No satures la mesa en exceso, piensa que siempre debe quedar un hueco para el café o el aperitivo. Si no es muy grande, en lugar de dividirla en cuatro, traza mentalmente una línea en diagonal y organiza los objetos partiendo de dos triángulos. 

Así son las mesas nido, perfectas en los salones más pequeños. Lo más recomendable es que solo coloques objetos en la mesa superior, que además es la más grande. Juego con la ubicación de las otras y úsalas como mesas auxiliares. 

La gran ventaja de las mesas nido es que pueden ocupar el mínimo espacio cuando están una metidas en otras o dar servicio a varios asientos del sofá si es necesario. Incluso las puedes colocar como auxiliares si lo necesitas.

Si en lugar de una mesa de centro, tienes dos o tres, reparte los objetos entre ellas. 

Si combinas varios jarroncitos sobre la mesa de centro, mezcla piezas de distinto tamaño para ganar sensación de movimiento.

Así conseguirás que dé más sensación de orden. Como mucho ten dos o tres encima de la mesa. Recuerda mesa de centro no es una librería. Y cuando ya no los consultes, búscales un nuevo lugar.

También puedes colocar sobre estos un objeto con historia. Usa tus libros como pedestal para una pieza especial, como una escultura heredada o el recuerdo de un viaje. Una sola pieza única es más que suficiente. 

Utiliza las bandejas para reunir lo más pequeño, asentar los objetos, dar contraste... Elígela con la misma forma que la mesa, es una acierto seguro. Es muy útil para agrupar objetos un poco dispares porque les da una base para que se asienten.

Y lo que tiene facilidad para perderse, como los mandos a distancia o el móvil (un clásico). Puedes elegir una cajita de cristal o una bandeja de fibra. Eso hará que la mesa de centro se vea muchísimo más organizada. 

¿Y eso? Para adaptar tu mesa de centro a las estaciones. Puedes poner un bol con conchas en verano, unas piñas en otoño... Pon texturas y colores que "hablen" de cada momento del año.  

En jarrón o maceta, flores y plantas dan color y alegría a la mesa de centro, a la vez que te ponen de buen humor. Y las velas, son decorativas por si solas, pero tenlas solo si las vas a encender no para que acumulen polvo. En trío quedan genial.

Algunas plantas de interior, como las crasas, son perfectas para ti y tu mesa de centro. Reúne varias en una bandeja de madera (esta es de Matèria) para conseguir un punto verde que no "sufra" si se te olvida regarlo. Además, ¡son tan bonitas!

¿Por qué no? Si tienes unos portavelas que no usas como tal puedes poner pequeñas macetitas dentro para crear un mini terrario para tus aromáticas. Darán frescor y aroma a tu mesa de centro. 

Al añadir elementos de crista, ya sea un jarrón, los recipientes de unas velas o una caja, se crea un punto de brillo y luz encima de la mesa de centro que no "mancha" demasiado visualmente.

Como una sopera para hacer un mini terrario o una pecera, como esta. Puedes llenarla de agua y ponerle hojas y flores. Cuanto más silvestres, mejor. 

Puedes convertir una botellas del montón en unos jarrones con aire country chic con un poco de cordel de rafia. Basta con que lo enrolles alrededor de los recipientes.