Estas son las alfombras de moda (entre ellas las de efecto desgastado). Dónde y cómo ponerlas con trucos de la revista El Mueble

Las alfombras que encabezan el top siguen siendo las de fibra. Son versátiles, resistentes y fáciles de limpiar, lo que has hace perfectas para ponerlas en el recibidor o zonas de paso. Si tu vestíbulo es rectangular, elígela de la misma forma; si es cuadrado, opta mejor por redonda o cuadrada.

En lugar de ponerla completamente lisa, se llevan más los modelos con dibujo, como esta que puso en la entrada la interiorista Asun Antó. Pero las alfombras de fibra no solo son válidas para el recibidor, también para otras estancias. Te decimos cuáles.

Las alfombras de fibra también se llevan en el salón. De mayores dimensiones y de carácter artesanal, es preferible elegirla lisa e intentar que todos los muebles estén dentro de ella: sofás, mesas de centro y butacas. Para que no quede demasiado sosa, opta por modelos bicolor, como ha hecho aquí Beatriz Hernández. La alfombra va rematada a los lados con una franja más oscura, a juego con las mesas y la carpintería.

¿También se llevan las alfombras de fibra en el comedor? Sí, pero al contrario de la del salón más discreta, aquí elígela con dibujo que llame poderosamente la atención. Gabriela Conde optó por este modelo bicolor que da dinamismo y calidez a la estancia.

La cocina, como el recibidor, acumula suciedad por eso requiere un modelo de alfombra de fácil mantenimiento. Las de fibra son perfectas y, además, son tendencia. Aquí preferiblemente decántate por modelos sencillos, lisos, como esta de la imagen.

Otro tipo de alfombra de moda son las de lana y de pelo corto. Más abrigaditas, su pisada mullida resulta súper agradable en invierno. Se llevan, sobre todo, en salón, comedor y dormitorios. Para el comedor, asegúrate que las sillas se mantengan dentro de ella en su totalidad; así facilitará moverlas.

Si la mesa es redonda, como aquí, elige una alfombra de la misma forma que enmarque el espacio.

Una de las alfombras de moda para el dormitorio son las de tipo Beni Ouarain, alfombras de lana de oveja, artesanales que tejen tribus bereberes. Se presentan con algo de volumen, ideales para andar descalzos sobre ella. En colores neutros, aparecen lisas o con un ligero relieve, como esta con motivos geométricos elegida por la interiorista María Just.

Un tipo de alfombra que se ha introducido en nuestras casas de forma sibilina es este modelo clásico de efecto desgastado. Se trata de una actualización de las tradicionales alfombras orientales que adoptan un toque vintage más moderno e informal. Se llevan en el salón, el comedor o el recibidor, como en este de la imagen proyectado por Coton et Bois. De lana o sintéticas, para este espacio elígela mejor en un color sufrido.

Las alfombras de lana de efecto desvaído, también se apoderan de los salones. La interiorista Marta Prats ha elegido una de colores vivos donde los tonos oscuros se entremezclan con los amarillos dándole alegría a la estancia y un toque acogedor.

Si tu comedor es clásico y prefieres una alfombra oriental con todos los colores a la misma intensidad ¡también se llevan! Estos modelos son atemporales y su diseño siempre está de moda. En este comedor de la imagen se ha elegido una alfombra de lana en colores oscuros para contrastar con la base clara de la estancia.

Llevan con nosotros un tiempo y no parece que tengan ganas de marcharse. Las alfombras con diseños geométricos: rombos, pentágonos, hexágonos... siguen en auge. Y lo mejor de todo quedan bien en el salón, el dormitorio o el comedor. El estudio Seawahed ha elegido un kilim de algodón para decorar este salón. Fíjate en cómo lo han colocado: centrado entre los dos sofás enfrentados, solo en él reposa la mesa de centro.

Las alfombras de lana también se apuntan al diseño geométrico. Mira qué bien queda esta de nudos en el comedor. Con las sillas bien metidas en la alfombra para evitar que las patas cojeen. En blanco y negro son los colores que más se llevan.

En el dormitorio conviene que las alfombras sean discretas para evitar el ruido visual. En este en suite de la imagen se ha optado por una alfombra de diseño geométrico que engloba la zona de vestidor y la de lectura. En colores claros dará luz y sensación de espacio.

¿Te acuerdas de la moda de las alfombras superpuestas? Se siguen llevando aunque con menos ímpetu que al principio. En este salón, por ejemplo, Natalia Zubizarreta ha colocado un modelo de lana virgen y, sobre ella, uno de viscosa. Se han elegido de la misma gama cromática pero puedes jugar a los contrastes colocando la base clara y la superior de color.

Las moquetas pasaron a la historia, pero se ha puesto de moda una versión moderna de alfombras que adoptan su apariencia. Su estética nórdica —tejida en bucle y en colores naturales— hará las delicias de los minimalistas. Puede ir rematada con bandas de cuero, ante, microfibra, piel o flecos. Quedan perfectas en recibidores, salones y comedores, como en este de la imagen proyectado por Bárbara Serra.

Las alfombras étnicas siguen en la cresta de la ola. En colores neutros o vivos son únicas para dinamizar ambientes. Los salones y dormitorios son sus estancias preferidas. La interiorista Bárbara Serra ha optado aquí por un kilim de colores alegres en contraste con el resto del mobiliario claro.

Esta alfombra es la bomba porque lo reúne todo para estar de moda: es un kilim, tiene diseños geométricos y, además, su acabado es desgastado. Para lucirla bien, la interiorista Isabel Otero la ha colocado en el comedor, aunque quedaría también perfecta en un dormitorio.

¿Creías que en la cocina solo podías colocar alfombras de fibra? Los kilims aman las cocinas, solo tienes que ponerles antideslizantes en su parte posterior y optar mejor por modelos sin flecos. La interiorista Katy Linder eligió esta alfombra en colores terrosos que le va perfecta al suelo de madera.

Las alfombras étnicas tan de moda tienen el don de dinamizar estancias pero también pueden relajar. Solo depende del color que elijas. En este dormitorio, la interiorista Clara Joly D'Aussy ha optado por tonos neutros que invitan al sosiego y a la calma.