6 cosas deco que no tendrían NUNCA en casa las mujeres de más de 50 años

El mantra de las mujeres de más de 50 años es “menos, pero mejor”, por eso, tienden a eliminar de sus casas todo aquello que carga el ambiente y ya no tiene ningún criterio estético. Todo lo que vaya combinado de dos en dos, de tres en tres o en modo collage, acaba por desaparecer a favor de una única pieza de calidad y bien seleccionada. ¿Un ejemplo?

Lo vemos en los marcos de fotos que se van acumulando con los años sobre mesitas auxiliares o colgados de la pared, al igual que los combos de espejos de diferentes tamaños y alturas que tan de moda se pusieron hace algunos años y ahora están totalmente desfasados. Todo esto queda relegado al olvido, a favor de un buen cuadro, una fotografía grande y bien enmarcada o un espejo de diseño que acapare toda la atención. Recuerda, “menos siempre es más”.

El objetivo de un dormitorio es que incite a un buen descanso, y más conforme vamos cumpliendo años y somos conscientes de lo importante que es. Aunque años atrás hayamos concedido licencias decorativas a nuestras habitaciones juveniles, llenándolas de grandes estampados o colores chillones, cuando se entra en la década de los 50, las mujeres suelen coincidir en buscar esa paz a través de la ropa de cama lisa, con tejidos agradables como el lino o el algodón y colores suaves y deslavados que favorecen un ambiente mucho más neutro y calmado.

Cumplir años te hace ser más práctica y agradeces muebles que se limpien fácilmente, se mantengan en perfecto estado y no se manchen con la mirada. Las mesas de centro, las mesitas auxiliares y los aparadores de cristal son elegantes y ligeros, pero se ensucian con muchísima facilidad a nada que pongas una mano encima. Por eso, eligen muebles con un estilo atemporal e inmune al paso del tiempo y coinciden en que la madera es la protagonista para este tipo de mesitas del salón y para los aparadores y consolas que se suelen poner en el recibidor.

Aunque siguen existiendo los modelos vistos en la pared o sobre una isla, las mujeres de 50, pudiendo elegir, prefieren las campanas extractoras discretas que se integran en el techo en cocinas con isla o los extractores telescópicos de encimera, que se instalan junto a la placa de cocción y se ocultan cuando no se usan. Cuanto más ligero y oculto, más fácil de limpiar y más bonito queda.

Del mismo modo, coinciden en que dejar a la vista los pequeños electrodomésticos como la cafetera, la tostadora no es nada estético ni práctico. Para ello, optan por los llamados desayunadores e integrar los botes y las especias en armarios a medida y con compartimentos especialmente creados para ello.

Hace años se puso de moda colocar azulejos a modo de friso en la cocina, en la zona del antepecho, o en el baño. Si alguna de las estancias de la casa conserva este tipo de detalles de décadas pasadas, a la hora de hacer reforma se tiende a unificar encimera y antepecho en las cocinas, con materiales continuos como Silestone o Neolith, y a elegir una base simple e igual en el baño, con el objetivo de que resistan bien el paso del tiempo y, pasados los años, sigan siendo estéticos y bonitos.

Los armarios altos son una buena solución si no se tiene mucho espacio en el baño. Sin embargo, lo ideal y lo más práctico conforme se van cumpliendo años es tenerlo todo lo más a mano posible. Por eso, las mujeres mayores de 50 años suelen preferir muebles a medida para el lavabo, que tengan armarios amplios y cajoneras accesibles para tener todos sus utensilios al alcance de la mano. Del mismo modo, las baldas minúsculas en la pared dejan de ser una opción práctica y se sustituyen por cestos de almacenaje que se colocan sobre el mueble del baño o en hornacinas de obra en la pared, que tienen mayor capacidad.