Escoge bien

Checklist para cambiar el suelo de tu casa (in & out)

Responde a estas preguntas y sabrás qué tipo de pavimento necesitas en tu caso y casa. Así acertarás en la elección para que sea estético y funcional

Alejandra Muñoz

Periodista especializada en decoración e interiorista

Actualizado a 19 de junio de 2021, 00:00

Si estás planteándote cambiar el suelo de toda tu casa, de alguna estancia interior, incluso, de la terraza o patio; debes plantearte una serie de cuestiones previas a la elección. Un cambio de suelo se notará y actualizará por completo los espacios. Esta checklist que hemos elaborado te ayudará a decidir. Será una guía en el camino que te llevará a saber si necesitas un tipo de pavimento u otro. No se trata de repasar si necesitas un suelo de madera o cerámico; sino de entender cuáles son las necesidades según uso y estilo de vida para desde ese punto escoger bien el material y acabado. ¿Empezamos?

Cambiar el suelo: ¿qué buscas?

¿Dónde vas a instalar el nuevo suelo?

Lo primero es tener en cuenta si será interior o exterior porque esto descarta algunos suelos. Mientras que en interior todo vale en exterior debe ser más resistente a la humedad y al contacto directo con el agua y el sol. Puedes poner un porcelánico dentro de casa aunque no tiene mucho sentido que sea un diseño antideslizante (salvo en estancias donde pueda haber agua). Y un suelo hidráulico encaja en todos los ambientes por concepto pero según su material tiene restricciones (si es vinílico no puede quedar expuesto al sol porque se decolora, por ejemplo).

¿Qué tipo de casa tienes?

Esta respuesta también te ayudará a elegir suelo y saber cuál escoger al cambiar el actual. No es lo mismo una casa urbana, de ciudad; que una en zona costera o en el campo. Mientras que en la ciudad no es habitual llegar con tierra o arena en las botas; en el campo sucede en cada paseo que das, por lo que el pavimento deberá ser más resistente. En una zona costera o si tienes piscina, opta por un material que permita que puedas pasar desde el jardín mojado tras un baño o ducha sin peligro a que se estropee ni te escurras. Un suelo vinílico acepta el contacto con el agua, también los cerámicos. Muchos tienen versión antideslizante para exterior, que aporta una textura más rugosa.

¿Qué uso vas a darle al suelo?

Por el mismo motivo, no es lo mismo elegir pavimento para un recibidor que para un dormitorio. Tampoco para una casa con niños y mascotas que para un apartamento de solter@. Hay suelos mucho más resistentes que otros, tanto la piedra o el mármol como en laminados o vinílicos que también llevan una indicación específica acerca de su resistencia al uso. En el caso de los suelos de madera, ten en cuenta que hay variedades más resistentes (duras), lo que también influye en su precio. El pino es blando; la madera de haya es dura.

¿En qué habitación de la casa va el suelo?

Para crear sensación de unidad y continuidad es interesante instalar el mismo tipo de suelo en toda la casa. Esto es aplicable también a suelos que continúan con espacios exteriores. Muchas marcas ofrecen el mismo suelo en vinílico y cerámico, por ejemplo; incluso en versión porcelánica para que puedas crear ese efecto usando cada tipo de revestimiento en la estancia adecuada. Esta idea es aplicable a todas las casas, especialmente a las de espacios abiertos y comunicados. Pero, por otro lado, en viviendas diáfanas, es precisamente el pavimento el que puede ayudar a delimitar espacios con un cerámico imitación cemento en la cocina que se funde con un cerámico imitación madera en el resto de la casa. Lo que sí debes tener en cuenta es que especialmente en estancias húmedas el suelo debe ser resistente al agua. Baños, cocinas, pero también tendederos o lavaderos donde puede hacer fugas directas de la lavadora. No descartes los laminados porque los encontrarás hidrófugos e ignífugos (algo especialmente interesante también en cocinas con placas de gas).

¿Cuál es la climatología de la ciudad?

No es exagerado pensar en la humedad y temperatura que hace habitualmente en el sitio donde se encuentra la casa a la hora de cambiar el suelo. Si se trata de un cambio para un espacio al aire libre es fundamental saber si el suelo deberá soportar nevadas y heladas en invierno. Al igual que si se trata de un espacio que recibirá sol directo en verano con posibilidad de alcanzar temperaturas elevadas (imagina una terraza tipo solarium en Cádiz en agosto). Además, el suelo puede ayudarte a sentir la casa más cálida en el interior si se encuentra en una localidad fría o si por la orientación no recibe sol directo demasiadas horas al día. La madera es especialista en lograr calidez. Y si por el contrario es una casa cálida, agradecerás un suelo más refrescante al tacto, como la cerámica.

¿Hay alérgicos en la familia?

En función de esa alergia, sobre todo si está relacionada con los ácaros y el polvo, deberás evitar los suelos de moqueta, ya que atrapan esa suciedad. También las alfombras de pelo. Pero hay suelos hipoalergénicos como los vinílicos, igual que las alfombras de este material o de polipropileno.

¿En qué tipo de obra te quieres embarcar al cambiar el suelo?

Si vas a hacer una reforma integral de la casa, no hay problema en levantar todo el suelo para instalar el nuevo. Metidos en una obra de esa envergadura hay que hacer las cosas bien. Pero si lo que quieres es actualizar la casa sin enfrentarte a una gran reforma o mientras sigues viviendo en ella, hay suelos que se pueden instalar encima del pavimento existente.

Cambiar el suelo sin obras

Se trata de lo que se denomina obra limpia u obra seca. Los suelos que permiten este tipo de instalación son los vinílicos, por ejemplo. Pero también los laminados se pueden instalar sobre un pavimento existente siempre que este sea rígido y que esté nivelado (cuando hay pequeños desniveles se usa una pasta autonivelante para salvarlos). Los suelos de materiales como la reina epoxi o el microcemento también se aplican sobre el suelo existente aunque su instalación es minuciosa. En cualquier caso, para cambiar el suelo tendrás que mover todos los muebles de la estancia y, para ello, lo mejor, es vaciarlas.

¿Qué estilo decorativo quieres conseguir?

Llegamos a la cuestión estética. Hasta ahora, en la checklist hemos repasado cuestiones importantes relacionadas con los aspectos más prácticos y funcionales del cambio de suelo. Pero la estética también te ayudará a decidir porque hay suelos que encajan mejor en un estilo u otro. También sus acabados. Un suelo de piedra o barro es perfecto para ambientes rústicos. Un microcemento se adapta a espacios industriales o minimalistas. Una baldosa hidráulica aportará un efecto retro. Los suelos en tonos neutros crearán bases atemporales y luminosas mientras que los oscuros ponen elegancia y distinción, pero resultan más clásicos y llenan visualmente. Si tienen motivos y colores su peso será importante y marcará mucho toda la estética de la estancia.

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