La casa de la interiorista de Knowhaus Gemma Gallego: tiene más de cien años, está en Barcelona y tiene tanto encanto que se convertirá en tu próxima inspiración

“Creía que la casa de mis sueños no existía, porque yo además la quería cerca del centro y con piscina. Ya me había dado por vencida cuando se anunció esta joya del año 1900 y, nada más entrar, supe que era para mí”, cuenta Gemma Gallego i Masmitjà, la interiorista al mando de Knowhaus.

La interiorista devolvió al jardín de la vivienda su afrancesado aspecto original, pensado para ser disfrutado con calma. El estar exterior ya nos da una pista del estilazo que encontraremos dentro. 

La casa está a las afueras de Barcelona. Y tenía mucho encanto con sus vidrieras de colores, arcos, columnas, bóveda catalana en la cocina... Pero, pese a estar rodeada de jardín, no aprovechaba lo suficiente la luz. Gemma le echó imaginación y lo primero que hizo fue tirar tabiques y conectar ambientes, respetando todos esos elementos originales.

Gemma dispuso el salón aprovechando las ventanas de uno de los miradores. Son originales y, con algunos cristales amarillos y verdes, invitaban a decorar en tonos blancos. La chimenea es otro elemento original: “Era súperpequeña. No encajaba en un espacio tan señorial, así que mantuvimos el tiro, pero diseñamos una boca nueva con hierro y madera pintada de blanco”. Además, Gemma también quiso respetar los techos, tan altos, y para instalar la luz artificial nos da otra idea: “Lo que hice fue poner molduras que esconden luces led”.

En el salón, la interiorista y propietaria eligió un comodísimo sofá de lino clarito, que rodeo de arte. Aquí, un arrimadero de madera blanca decora la pared tras el sofá, da calidez y resalta los cojines.

Pero si hubo un cambio que marcó la diferencia, fue en la zona de la cocina. Donde ahora vemos un office con mesa y banco, abierto al comedor principal y la cocina, antes había una galería cerrada que servía de estudio de trabajo a la antigua propietaria.

Abrir la galería a la casa fue clave porque llenó de luz toda la zona de día, incluso el salón”, explica Gemma. Además, esa galería es ahora una de sus zonas preferidas. “¡Me encanta! –exclama–. Aquí comemos, trabajamos, estudiamos (Gemma tiene dos hijos adolescentes)... Y todo con vistas y paso al jardín”. ¡Una delicia!

Para dar vida a la cocina, la interiorista volvió a decantarse por el blanco, pero añadiendo notas de color. Lo vemos en el gris de la flor de lis del suelo porcelánico (enla casa hay varios tipos de suelo y colocados de distintas formas ayudan a delimitar sin separar los espacios), el color café con leche de la mitad superior de las paredes o el anaranjado de la toba de la bóveda catalana.

Y apostó por mezclar maderas: de la tableada y lacada en blanco en la campana y los armarios, a la madera natural de la isla, que comunica con el comedor. ¿Otra idea para añadir luz artificial? “En este caso no podía poner molduras para ocultar leds, así que, donde se juntan los arcos del techo, pusimos una barra de hierro ancha que las esconde”, nos explica Gemma.

Llegamos al dormitorio principal. Aquí la interiorista se animó a diseñar su propia cama con cajones de maderatableada. Es blanca, igual que las paredes, los techos y las cortinas. Y el remate lo ponen unos gustosos y acolchados textiles amarillos que invitan al descanso. Con su salida privada al exterior, este dormitorio no puede ser más fresco y luminoso.

El baño es muy decorativo, con un atrevido azul del mobiliario que llama la atención. Gemma nos explica el motivo: “Lo tenía así en mi anterior casa y me gustaba tanto que me autocopié –ríe–. A las baldosas y el mueble en azul cobalto y a las grandes placas de porcelánico que imitan el mármol les añadí un toallero-radiador cromado y una gran bañera exenta. A través de la ventana de tejado ves el cielo al bañarte, ¿os gusta el resultado?”. En verdad, esta era toda una joya escondida.

Gemma Gallego i Masmitjà, la interiorista al frente de Knowhaus, hizo realidad todos sus sueños decorativos en esta casa.