Se mudaron de Uruguay a Barcelona y se trajeron en barco todos los muebles que les regalaron por su boda: así es el piso moderno donde viven ahora

Pauli y su marido son uruguayos. Se casaron y enseguida se fueron a vivir al extranjero. Años más tarde han acabado en Barcelona, con un piso nuevo, pero sin decorar. ¡Nuevo reto para la familia! Ella tenía todos sus objetos y regalos de boda, recuerdos de familia y amigos de los que no se quería desprender. Así que los incluyeron en la decoración de la casa.

Su nuevo piso es grande y luminoso. "En cuanto lo vi, me encantó. Por los suelos de madera, sobre todo por la luz, grandes ventanales...". Entre los objetos de Pauli hay piezas parisinas, uruguayas, suizas, peruanas, de Dubai, de Río de Janeiro y ahora también de Barcelona. "Para la decoración, me acompañan todas mis cosas, y precisamente lo que busco es sentirme como en casa allí donde vaya", explica. 

En el salón, es imposible no fijarse en los cuadros de su marido. Son vitales, optimistas, y representan algo de todas las ciudades por donde han pasado, y se integran de una manera muy armoniosa en la decoración. Como vemos, Pauli y su marido son un equipo. Con sus baúles y sus recuerdos por el mundo. ¡Un romántico equipo!

En la zona de día, vemos linos, terciopelos, madera, los materiales preferidos de Pauli, y también su posesión más preciada (que ya es decir): su gran mesa de comedor, "regalo de bodas de mis tíos, hecha de madera sudafricana, que además es de Buenos Aires, de Laura O, que fue quien decoró mi boda". Cada vez lo tenemos más claro: en los objetos de Pauli está su alma.

"Me identifico con un estilo cozy, acogedor, elegante y moderno. Me gustan materiales de buena calidad (¡por algo viví en Suiza siete años!), pero también me gusta crear una casa para vivir", nos confiesa. El claro ejemplo de ello es el dormitorio principal, donde los tonos neutros y la luz bañan la estancia.

Las hermanas mayores, Calista y Allegra, eligieron el papel pintado de su habitación. "Si lo muebles de la habitación son blancos, prueba a añadir un toque de color en los complementos. Así, el papel pintado lleno de formas divertidas se coordina con las mantas en tonos morados y lilas", recomienda Pauli.

"Colocamos la zona de trabajo con un escritorio azul lo más cerca posible de la ventana para que las hermanas pudieran estudiar y hacer deberes con suficiente luz natural", explica el matrimonio. Los detalles en fibra natural, como los cestos, y los accesorios en color rosa, le dan ese punto femenino y rompen con el azul. ¡Nos encanta!