Un piso en Barcelona elegante y atemporal, lleno de luz y decorado en tonos tierra

Fue como su proyecto de fin de carrera. Y es que este piso de 210 metros (más terraza) en el centro de Barcelona ayudó a la oftalmóloga Clara Arbeláez a reconvertirse en interiorista. ¡Al menos en prácticas! Había estudiado para ello durante el confinamiento y los meses de pandemia. En la imagen, a la derecha, posa junto a la interiorista Mercedes Pérez, de Renova Solutions. 

La propietaria plasmó todo su aprendizaje en esta vivienda que mezcla muebles y arte contemporáneo, sin renunciar ni a los toques atemporales ni a la serenidad de los siempre infalibles tonos neutros. ¿Una gran ventaja? Los ventanales muy grandes y toda la luz que entra. 

“El edificio, levantado hace medio siglo, fue construido pensando en el futuro, sin molduras ni hechuras decimonónicas”, nos explica Clara, que lo encontró después de un largo año de búsqueda. ¿Y qué hay del color tan suave y agradable del piso? La pintura es un gris casi imperceptible, los armarios están lacados en blanco y el parquet es tan mate que juntos forman un lienzo armonioso de colores que dan paz. “Yo soy una persona muy tranquila y es lo que quería”, concluye la dueña.

"Yo necesitaba luz, espacio y mucho verde, quizás porque soy colombiana y estoy acostumbrada a eso, así que cuando entré en el salón y descubrí la vegetación que se asomaba por los cristales, me dije por fin, ¡aquí me quedo!", explica la propietaria. 

Esta propietaria vive parte del año en Omán y contó con la ayuda “espléndida” (dice ella) del estudio Renova Solucions, que tradujo sus ideas a soluciones prácticas. “Hicimos una reforma integral que incluyó desde la distribución hasta los armarios, las librerías e incluso las cortinas”, nos explica la interiorista Mercedes Pérez, de Renova Solucions. Del piso original se conservó la chimenea de mármol negro muy contemporánea y poco más. 

“La vivienda era muy estrecha y larga, así que le dimos una vuelta de 180 grados para que las zonas comunes estuviesen comunicadas por un distribuidor”, sigue Mercedes. Eliminaron pasillos para conseguir un gran salón-comedor-cocina comunicados que suman metros y permiten que la luz penetre hasta en el último rincón. ¿Un guiño entre espacios? Un botellero con persianilla y un lateral de madera sirve como almacenaje decorativo y se ve desde la entrada. 

La cocina pone el contraste de color con sus muebles antracita y comunica tanto con el comedor como con el salón y el recibidor a través de puertas correderas que pueden abrirse o cerrarse dependiendo del momento.

El suelo es un pavimento laminado muy clarito y lavable de Quick Step y se expande por todas las habitaciones, incluyendo baños y cocina, dando continuidad a la decoración. 

La consigna de ‘fuera barreras’ de la propietaria llega incluso al baño del dormitorio principal, visible desde la cama y sin puerta. 

En el dormitorio, se aprovechó el espacio sustituyendo las mesitas de noche por hornacinas integradas en el cabecero, lacado de blanco y hecho a medida.

“Las lamparitas globo, eso sí, fueron idea de mi hija, que está estudiando Arquitectura y quiso aportar su granito de arena”, remata la dueña.

La luminosidad y los árboles de Barcelona se disfrutan a través de las ventanas con ligeras cortinas de lino, ¡qué gusto! El piso es su sueño cumplido. Círculo cerrado.