Mitad rústica, mitad moderna: esta cabaña en la montaña repleta de buenas ideas es todo un sueño

"Ya había trabajado otras veces con los propietarios y me dieron carta blanca para dar forma a su nueva casa en la montaña. Siempre teniendo en cuenta que son sobrios y muy prácticos. ¡Lo mejor es que pudimos trabajar sobre plano!", cuenta la interiorista Jeanette Trensig, de Cado Interiors, responsable de esta vivienda en La Cerdaña.

"Son una familia numerosa y reciben muchas visitas Por eso creamos espacios grandes, algunos diáfanos, como el comedor y el salón, y otros comunicados con puertas de hierro y cristal, como la cocina", explica Jeanette.

Un día, hablando con los propietarios, tuvo una muy buena idea: delimitar la zona de estar del comedor con una estructura de hierro bajita que alberga desde la chimenea hasta el televisor. Los enormes sofás a medida, un par de puffs y una gran alfombra con textura hacen que la familia esté aquí de lo más a gusto.

"El gris de las paredes, las cortinas de lino crudo, los accesorios de madera y fibras naturales... Todo mezclado crea una atmósfera maravillosa", añade Jeanette.

El comedor ocupa otro espacio privilegiado, muy luminoso en el gran ángulo que forman las ventanas y las puertas con salida al jardín. En medio, una contundente mesa de madera y hierro está lista para recibir, con sitio para 8 personas.

La cocina rústica es muy de montaña gracias al mobiliario de roble envejecido, y moderna, con pinceladas negras: en los tiradores, los apliques, las tiras de focos y la encimera, que simula cemento. "“La zona de cocción está en la isla, mirando hacia fuera. Es un lujo cocinar con vistas al paisaje. Como una campana no hubiese quedado bien, instalamos una placa con extractor incorporado", señala Jeanette.

El dormitorio principal, en suite, tiene el añadido de la salida al jardín. "Aquí en vez de papel pintado pusimos un cabecero tapizado. Lo hicimos de lino con un festón en negro y lo acompañamos de unas lámparas con pantalla de red. Las mesitas, de pino envejecido, son muy grandes, así que las diseñamos en voladizo para dar ligereza", explica Jeanette. Querían una casa práctica y bonita, y la han conseguido.

En el baño en suite del dormitorio principal, Jeanette ha empleado la misma paleta de colores y los mismos materiales que en el resto de la vivienda. La grifería en negro nos remite a la pieza de la chimenea en el salón.

En la buhardilla nos aguarda un delicioso dormitorio de invitados. El papel pintado en tartán verde da otro toque alpino a la decoración. "Pese a que el techo es abuhardillado, hay sensación de amplitud. ¿La clave? Las dos ventanas de tejado sobre la cama. ¡Es un gusto porque se ve el cielo cuando estás tumbado!", concluye Jeanette.