Periodista especializada en decoración. Directora adjunta de El Mueble
Actualizado a 20 de julio de 2021, 13:13
¿Qué pasa cuando tu vivienda tiene siete siglos a sus espaldas? Cuando ha sido ¡un convento! O incluso la residencia de verano del rey Alfonso XIII.
La casa en la que hoy entramos tiene 700 años de historia, ha pasado por dos de rehabilitación y cuenta con el mar Mediterráneo como principal fuente de inspiración. Un currículum capaz de impresionar a cualquiera. Pero Lluïsa, su dueña, no se sintió para nada intimidada. Es verdad: poco imaginaba que acabaría viviendo en un convento del siglo XIV. Pero el enamoramiento pudo más. Lo que sedujo a la pareja de esta casa fue, sobre todo, que se encuentra en el parque natural del Garraf, en pleno Penedés, provincia de Barcelona: “Mi marido es un apasionado del mar y al verla, con el mar envolviéndola, se enamoró”.
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El jardín
¿Quién no se enamoraría de esta terraza con vistas al mar Mediterráneo y una maravillosa piscina desbordante?
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Junto a la piscina
Este rinconcito, a la sombra de un árbol y con vistas al mar y al parque natural del Garraf, invita a entablar largas sobremesas veraniegas.
Mesa y sillas de Lobster’s Day, en Mar de Cava. Cojines, en Azul Tierra y Matèria y vasos de Zara Home.
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En el salón
La casa se alquila para eventos privados y en ella predominan las maderas nobles, el lino, el cáñamo y las texturas naturales.
Mesa de roble diseño de Cuca Arraut y cesto de Mercader de Venecia.
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Rincón de la chimenea
Su propietaria, Lluïsa, quería una casa que fuera "alegre, ligera y clara, que respirara paz". Y, en efecto, la paz está asegurada con el sonido de las olas al fondo, al que se suma el crepitar de la leña en la chimenea durante el invierno.
Las butacas, los sillones y el sofá son un diseño de Crearte Collection.
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Exterior
El proyecto de paisajismo y la planificación de la zona de la piscina corrió a cargo del arquitecto Javier Barba.
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En el office
La cocina dispone asimismo de este agradable office, con mesa y alacena diseñadas por la propia interiorista.
Lámparas de Vaporetto según un diseño de Cuca Arraut.
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En la cocina
De grandes dimensiones, su cocina resulta acogedora y práctica. El mobiliario es un diseño de Sanglas & Baulenas.
La nevera es de Neff.
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Isla de trabajo
La cocina gusta incluso a quienes se sienten poco cocinitas: "es el primer sitio al que voy cuando llegamos. ¡Y eso que no me gusta cocinar!", asegura Lluïsa.
Campana de Gutmann y encimera de cocción de Neff. Olla de Alessi y aceitera y vinagrera, todo en Pilma.
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Dormitorio infantil
En esta casa, incluso las estancias internas poseen una gran conexión con el exterior, ya sea a través de los grandes ventanales enfrentados al Mediterráneo o bien con elementos decorativos de inspiración marinera.
Colchas de Clarke & Clarke. Manta y muñecos superhéroes, de Zara Home. Bolos de madera de colores, de Nobodinoz.
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Notas de color
Los cojines, con rombos y motivos de tigres, le dan un toque más divertido al dormitorio infantil.
El de tigres es de Petit Armani y el de rombos, de Nobodinoz.
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Con vistas al mar
Los papeles pintados de los dormitorios los escogieron las hijas de los propietarios, y otorgan un punto extra de calidez.
Silla de Mercader de Venecia y lámpara, en Biosca & Botey. Pufs de rombos de Nobodinoz.
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En el baño
El mueble del baño de la habitación infantil es un diseño de la decoradora. La mampara deja pasar la luz, pero garantiza la privacidad.
Taburete trenzado de Maisons du Monde. Toallas de Inventory Barcelona.
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Dormitorio principal
"En el dormitorio principal combiné dos diseños distintos de papel pintado para que quedara menos pesado".
Mesilla de noche y silla, de Becara. Cojines de Clarke & Clarke, Matèria y Corium Casa. Manta de Mik Max y alfombra de BSB.
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Zona de estar
Un tabique abierto da paso al estar y a una pequeña zona de trabajo. La luz del Mediterráneo inunda todos los ambientes de la estancia.
Mesa y silla, de Becara. Papel pintado a rayas y de toile de jouy, de Clarke & Clarke.
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Baño abierto
El mueble tipo tocador, diseño de Cuca Arraut, guarda una gran similitud con el que veíamos anteriormente en el dormitorio infantil.
Cortinas confeccionadas por Tapisseria Teixidó.
Necesitaron más de dos años de obras, pero no se arrepienten de nada. “Solo quedaba en pie la estructura de la casa, y como es una finca catalogada había que respetarla. Los interiores estaban en ruinas, con pintadas, crecían plantas entre la rocalla del suelo...”, recuerda Cuca Arraut, responsable de la rehabilitación y el interiorismo.
Cuca optó por maderas nobles, lino, cáñamo, texturas naturales y una base cromática en tres tonos para los interiores: blanco, azul y gris. “Colores frescos y vinculados con el mar”.
Lluïsa está encantada con el resultado: “Despertarse aquí es como hacerlo en un barco, en medio del mar”. De esa vida anterior solo queda lo bueno.