Este acogedor hotel de aire afrancesado se viste en blanco y dorado para recibir la Navidad
El hotel La Casa de los Tomillares es toda una postal, con piezas recuperadas y un toque afrancesado. Ahora se ha vestido para recibir la Navidad. ¿Vienes con nosotros?
En estas fiestas, nos apetece una escapada con encanto y nos damos cita en La Casa de los Tomillares, un acogedor hotel de aire afrancesado, en la Sierra de Gredos. Su propietaria es Carolina Sánchez Vadillo, anticuaria y decoradora apasionada de los muebles recuperados, que ha decorado el hotel con muebles antiguos seleccionados por ella y disponibles para la venta. Ahora se ha vestido de Navidad para recibir de una manera elegante, ¡mira el resultado!
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Sofá de By Blasco con cojines de Gancedo. Al fondo, mesa de Becara y sofá retapizado con tela de Nobilis. Alfombra de KP. Velas y coronas de Los Peñotes.
El Mueble / Fernando Bedón
Un pequeño hotel con la calidez de una casa de siempre
"Era un proyecto familiar de nueva construcción, pero a mitad de la obra decidí cambiar el rumbo para cumplir la ilusión de mi vida: un pequeño hotel con la hospitalidad y la calidez de una casa de siempre, para aquellos a los que, como a mí, no les gustan los hoteles al uso", dice la propietaria y decoradora, Carolina Sánchez.
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Alfombra de Antonia Molina. Banco, espejo y consola en La Casa de los Tomillares. Cestas de Los Peñotes. Cuadro de María Yelletisch.
El Mueble / Fernando Bedón
El recibidor de estilo rústico
Al entrar, lo primero que vemos es este recibidor rústico. Aquí, los Tomillares dan la bienvenida a todos sus invitados. Una vez dentro, se puede respirar comodidad y tranquilidad. La pintura del banco un poco desgastada y las ramas de la entrada con luces encajan a la perfección con el estilo rústico campestre. ¿Quieres ver más?
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La mesa de centro, la banqueta, los cojines con tela de saco y la lámpara de techo son piezas recuperadas que están a la venta en La Casa de los Tomillares.
El Mueble / Fernando Bedón
El salón con dos zonas de estar
En el salón de La Casa de los Tomillares vemos dos cómodas zonas de estar. En una de ellas Carolina ha puesto un sofá retapizado con telas de la marca francesa Nobalis y, en la otra, una mesa tocinera que ha adaptado como mesa de centro cortándole las patas. Muchos cojines también son de lino, franceses, con una tela tipo saco, que añade la calidez rústica, al igual que las cortinas de toda la casa, confeccionadas en tela de lino natural por la Casa de los Tomillares, con pinza americana y forradas con foscurit, que da mejor caída.
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De Sirius, en La Casa de los Tomillares. Bolas de cristal antiguas a juego con otras pequeñas de Los Peñotes. Estrellas metálicas de Sareka.
El Mueble / Fernando Bedón
El árbol combina bolas en oro, plata y cobre
El árbol mide casi 3 metros y combina bolas de cristal envejecido en oro, plata y cobre, los únicos colores que tiene. Otro detalle son los regalos envueltos con papel en tonos blancos y dorados. Con estos pocos colores el resultado es brillante y elegante.
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Bolas de cristal antiguas a juego con otras pequeñas de Los Peñotes.
El Mueble / Fernando Bedón
Navidad en familia
Una de las mayores ilusiones de Carolina Sánchez Vadillo es poder disfrutar de sus nietos todas las Navidades. En la foto podemos verla junto a sus nietos: Juaco, Gonzalo y la pequeña Olivia. Todos, con ropa de a tienda Coletas de Aravaca.
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Mesa, vitrina y lámpara en la Casa de los Tomillares. Sillas decapadas en Hecho en Padilla. Mantel y vajilla de Sareka.
El Mueble / Fernando Bedón
El comedor
En el comedor, nos encontramos con unas sillas antiguas decapadas y retapizadas y una mesa vestida con un mantel de lino largo, un clásico infalible y que aporta una gran elegancia.
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Sillas decapadas en Hecho en Padilla. Mantel y vajilla de Sareka.
El Mueble / Fernando Bedón
Una mesa con su vajilla antigua y actual
Ponemos la mesa junto a Carolina, con su vajilla antigua combinada con platos y cuencos actuales y su detalle navideño favorito: unas bolas de cristal, muy grandes, traídas de Francia y que la acompañan todas las Navidades. Las pone en el árbol (¡de casi 3 metros de altura!), en la mesa de centro, junto a las velas, y en el centro de mesa del comedor, junto a velitas, candelabros y ramas de pino.
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Muebles diseño de Carolina Sánchez Vadillo e Isabel Pérez de Vilaami, pintados en un verde de MC Pinturas. Fregadero de mármol de Mademol. Aromáticas y macetas de Los Peñotes. Estores de Sandra Marques.
El Mueble / Fernando Bedón
Una colección de ollas de cobre en la cocina
Llegamos a la espectacular cocina campestre y Carolina Sánchez Vadillo nos cuenta que en La Casa de los Tomillares diseñan muebles de cocina de madera que luego pinta con su mano derecha, Isabel Pérez de Vilaamil. Entre los dos, pintan y restauran toda clase de muebles, nuevos y antiguos dándoles un nuevo estilo. Aquí se inspiró en las cocinas de campo verdes, con cazuelas y vajillas antiguas.
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Isla central hecha a medida, colgador con utensilios y piezas de porcelana, a la venta en La Casa de los Tomillares. Cocina de Lacanche.
El Mueble / Fernando Bedón
Cocina con isla
En el centro ha creado una gran isla estilo provenzal con taburetes altos. "La hice a medida con madera reproduciendo un mueble antiguo, pero con la altura adaptada y una encimera de mármol", nos cuenta. Sobre ella, ha puesto un colgador muy decorativo: unas ramas de eucalipto cuelgan junto a los ajos y su preciosa colección de ollas de cobre antigua. "Voy cambiando las plantas aromáticas según la temporada", dice.
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Armario y cabecero antiguos, en La Casa de los Tomillares. Cortinas de algodón de Chelsea. Flores y corona de Los Rosales Taller de Flores.
El Mueble / Fernando Bedón
El dormitorio, decorado en beige y blanco
La atmósfera campestre acompaña hasta el dormitorio, coronado por vigas de madera. La mayoría de piezas, como el cabecero y la cómoda antigua, son muebles franceses recuperados. El banco de madera es sueco y las mesillas son una réplica de las de estilo Gustaviano. Además, tiene una amplia zona de estar y unas maravillosas vistas a la Sierra de Gredos.
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Armario y cabecero antiguos, en La Casa de los Tomillares. Flores de Los Rosales Taller de Flores.
El Mueble / Fernando Bedón
El dormitorio con toques antiguos
La mesita de noche con cajones sigue el mismo estilo antiguo. Las flores, en tonos rosados, añaden un toque de color y dan vida al dormitorio. El último detalle, el regalo para dar el aire navideño. Un sueño despertarse así.
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Bañera de Hudson Reed. Griffería de Cristina. Estantería y butaca recuperadas en La Casa de los Tomillares. Toallas de Zara Home.
El Mueble / Fernando Bedón
El baño se ha pintado con un toque verde grisáceo
En el baño, una bañera exenta invita a relajarse. "¿Sabes qué? –concluye Carolina–, es muy reconfortante cuando las cosas quedan bien y sientes que todo encaja".
El color elegido para pintar las paredes no podría ser mejor. El verde grisáceo resalta la calidez de la madera y combina con el blanco de la bañera y la ventana, una combinación que encaja a la perfección.