7 pisos pequeños y modernos con menos de 80 m² llenos de soluciones geniales y estilosas que aprovechan el espacio // CON VIDEO

La decoradora Ana Escribano supo ver las enormes posibilidades de este piso a pesar de su mal estado de origen. Aunque su planta triangular supuso un gran reto en cuanto a la distribución y optimización de los espacios, le ofrecía, como contrapartida, muchísima luz natural, que Ana la multiplicó integrando la terraza al salón, que ahora es mucho más amplio. 

Además de la luz, que es un lujo, la clave de este piso tan resultón es la decoración, que destaca por su original mezcla de estilos, que le da un look moderno y muy chic. "Para que el contraste funcione, hay que elegir una pieza principal y que el resto gire alrededor de ella. En el salo´n comedor, por ejemplo, la co´moda es el mueble central", sostiene la decoradora. 

La base del dormitorio, como del resto del piso, es blanca, para ampliar más el poco espacio del que cuenta. Pero para que no se viera demasiado soso, la decoradora optó por pocas piezas, pero con personalidad, como el cabecero de terciopelo en capitoné de un azul petróleo, que se traslada al puff y también a los apliques de pared. 

La propietaria de este piso pequeño de 68 m2 en Oviedo buscaba dar calidez a su casa. Las estancias partían de una buena base, blancas y con mucha luz, pero los muebles eran simples y no aprovechaban los espacios. Sol Van Dorssen, estilista de Vestir tu Casa, y una habitual en las casas de El Mueble, asumió el reto. No te pierdas el cambio con fotos a continuación.

Todo lo que tiene de pequeño este piso lo tiene de bien resuelto. Y es que la decoradora Julia Casals buscó soluciones, no solo que exprimieran al máximo el espacio, sino que fueran flexibles para adaptarse a las necesidades de cada momento. En el salón, por ejemplo, el sofá se transforma en dos camas de 90 cm para cuando tienen visita. ¡Qué ingenioso!

La cocina se planificó abierta a la zona de día y, para que se integrara mejor en el salón comedor, la decoradora la diseñó del mismo tono del sofá. Además, cuenta con una barra de madera que sirve de comedor cuando no reciben visitas. Los electrodomésticos se han panelado para integrarse mejor en el espacio. 

¿Cómo hacerlo para tener un estudio para dos si los metros no dan más de sí? La decoradora lo resolvió con ingenio: diseñó dos mesas gemelas con ruedas que, cuando el comedor no se usa, se separan y se colocan arrimadas a la pared, creando un completo despacho doble. No te pierdas el resto de soluciones de este piso tan bien resuelto. 

La decoradora Marta Prats no dio ni un cm por perdido en este pequeño piso de Barcelona. En el salón, dedicó toda una pared a librería multifunción, porque al contar con una zona de armarios, ofrece mucho espacio para guardar y libera el salón. En blanco, además, resulta más ligera visualmente. Y contiguo, situó el comedor, pequeño pero cómodo para los cuatro miembros de la familia. 

La decoradora completó la zona de día, totalmente diáfana, con un despacho tan práctico como decorativo. ¿El elemento estrella? La original librería cerrada con puertas y bisagras recuperadas, que le da un extra de calidez y de personalidad. Para que el conjunto se viera más ligero, optó por una balda volada que completó con dos cajoneras de madera a juego con la librería. 

La primera mejora que se hizo en la cocina fue llenarla de luz. Para ello, la decoradora abrió una vidriera en esquina: "Tiene una parte fija, la que da al salón, y una parte corredera que da a la entrada de la casa", recuerda Marta. Y para aprovecharla al máximo, reservó una zona a barra, ideal para desayunos y comidas rápidas. 

Este piso de apenas 55 m² era una joya por explotar. A pesar de sus pocos metros y estar muy anticuado, contaba con dos terrazas que lo inundan de luz y, a la vez, hacen que el espacio parezca más grande. Tras la reforma, llevada a cabo por Nook Architects, el piso se ha rejuvenevido y ha "crecido", ganando, además, una habitación extra. 

Esta cocina es mini pero superbién aprovechada. Por un lado, los armarios se llevaron hasta el techo, lo que permite sumar mucho espacio de almacenaje, y por otro, se ha prolongado la encimera de la península a modo de barra. Además, se tomó prestado parte del espacio del pasillo para cedérselo a la cocina: allí se han ubicado la despensa y la nevera panelada. 

"Para conseguir que la luz entrara al salón a través del dormitorio principal, se pusieron puertas correderas translúcidas, con una segunda hoja totalmente opaca, para dar intimidad también a la habitación", explican los decoradores. 

¿Quién dice que un piso centenario y de arquitectura clásica no puede ser, también, moderno y de diseño? La decoradora Neus Casanova lo tuvo claro a la hora de reformar su piso. De origen, era un piso de 65 m² muy compartimentado. Conservaron los suelos, paredes (algunas) y las vigas del techo. ¿El resultado? “Un mix entre el estilo nórdico y el ambiente mediterráneo, que inevitablemente está presente por la propia arquitectura del espacio”, explica Neus. 

La decoradora lo tuvo claro: la zona de día, que es donde hacen más vida, sería la más amplia. Por eso planificó un comedor muy amplio, enmarcado por una alfombra de baldosas hidráulicas recuperadas del piso, que comunicó con la cocina con una ventana interior. Y completó el espacio con una librería XL metálica con huecos de diferentes alturas para que fuera más práctica. 

El dormitorio es un cubo de madera tipo contenedor, muy simple, que se puede cerrar con una puerta corredera. “Como soy muy desordenada, he diseñado muy bien dónde van los armarios y dónde tiene que ir cada cosa, para mantenerlo todo en su sitio. De hecho, bajo este contenedor-habitación, unos estupendos cajones hacen las veces de armarios", sostiene Neus. 

En este piso de 60 m², la estilista Gabriela Conde rediseñó por completo el espacio, aprovechando metros del exterior para convertirlos en una nueva sala de estar. Al añadir un tabique de cristal tipo invernadero, el lugar ganó luz, transformando por completo la percepción del espacio. Los dos sofás modulares en verde agua añadieron no solo ligereza, sino también un toque "veraniego" que se mantiene a lo largo de todas las estancias. 

La cocina, con su encanto vintage y su luminosidad, se ha convertido en el corazón radiante de la vivienda, gracias a la visión de Gabriela. La propietaria deseaba una cocina espaciosa, por lo que la estilista optó por ubicarla en este espacio en lugar del salón. Con capacidad para hasta 10 personas en la mesa -¡10 personas!-, la cocina se ha convertido en un espacio versátil, amplio y acogedor.

El dormitorio tiene un toque romántico y acogedor con un aspecto de cabaña encantador. La luz y la amplitud se filtran por los ventanales de la pequeña sala de estar. Puedes separar ambos espacios con una cortina para tener más privacidad cuando lo necesites, además de darle un toque personal al lugar. Las paredes y suelos revestidos le dan a la casita playera un ambiente adorable y campestre.